Ana María Ibarra
El pasado 7 de agosto se llevaron a cabo en el Seminario Conciliar de la diócesis dos graduaciones más de alumnos del Instituto Diocesano de Teología, siendo el padre Ramiro Rochín, director del instituto, quien presidió las Eucaristías.
Dos generaciones
En la primera celebración, fueron graduados 30 alumnos, algunos de ellos concluyeron su formación el pasado 2020 y otros este 2021, siendo sus sedes de estudio las parroquias de San Mateo, Nuestra Señora de la Paz y San Judas Tadeo.
En esta celebración el padre Ramiro estuvo acompañado por el padre Arturo Veleta, párroco de la comunidad de San Mateo.
En el segundo grupo fueron 36 los graduandos provenientes de las sedes de Corpus Christi, en Tierra Nueva, y Santa Teresa de Jesús.
El sacerdote que acompañó este grupo fue el padre Mario Manríquez, párroco de La Sagrada Familia, y cuya parroquia anterior fue Santa Teresa de Jesús.
Subir a Dios
El padre Ramiro felicitó a los graduandos reconociendo que son muchos lo que se acercan a estudiar Teología, pero muchos no concluyen su formación.
“Es natural de un buen católico conocer su fe. La Teología es una ciencia de rigor académico, solamente los que perseveran a través de las pruebas, pueden concluir”, dijo el padre Ramiro.
El director invitó a los graduandos a agradecer a Dios por ese logro, pero a no quedarse con el incienso, sino subirlo a Dios.
El sacerdote los invitó a preguntarse por qué existe un Instituto de teología en la diócesis.
“Si examinamos esa pregunta, la respuesta es dar muchos frutos en esta diócesis. A los sacerdotes y religiosas nos toca evangelizar, pero no podemos entrar a las fábricas, a las escuelas, eso es reservado para los laicos”.
Resaltando las Escrituras, el padre Ramiro señaló que: al que mucho se le da, mucho se le exigirá.
“Den testimonio de estar enamorados de Dios. Den muchos frutos porque han recibido mucho”, les dijo.
Después de cada celebración se llevó a cabo la entrega de diplomas y de cruces
previamente bendecidas.
Alumnos agradecen
En palabras de despedida y agradecimiento Patricia Méndez Quintana, del primer grupo de graduados, citó a San Ignacio de Loyola: “Dios proveerá lo que le parezca mejor”.
“Y por gracia de Él, hoy estamos aquí presentes, agradeciendo la conclusión de esta bella y enriquecedora etapa de formación que recibimos a través del Instituto Diocesano de Teología, donde nos hemos encontrado con el Señor y Él ha dado toques especiales a cada una de nuestras vidas y nos ha favorecido”.
Por su parte, Norma Lucía Cárdenas, del segundo grupo, afirmó:
“Tuvimos muchas vivencias que atesoraremos en el corazón. En medio de los cambios que nos tocó vivir, experimentamos el amor de Dios en cada momento, en cada prueba, en cada alegría; Él siempre ha estado con nosotros”.
Norma resaltó la nueva etapa que inicia para ellos con el compromiso de llevar a los demás lo que han aprendido.