Diana Adriano
Desde el cambio de semáforo a color amarillo en Chihuahua, la Iglesia católica buscó la reapertura de los templos para acoger a los fieles, quienes agobiados por la pandemia debieron vivir las celebraciones Eucarísticas por diferentes medios de comunicación.
Fue así que, de acuerdo al protocolo de bioseguridad, los templos comenzaron a implementar las medidas necesarias para recibir nuevamente a las personas, y poder celebrar la Santa Misa de forma presencial.
Sin embargo, después de unos meses con esta dinámica, se ha visto una reducida afluencia de fieles en algunas comunidades.
Testimonios
Ante esto, sacerdotes de la diócesis comparten su testimonio de cómo ha sido para ellos mantener el contacto con la gente y su forma de seguir atrayéndolos al templo.
Ellos animaron a los fieles a renovar el compromiso cristiano de volver a la Eucaristía, pues seguir la misa por dispositivos tecnológicos no sustituye la participación presencial.
Parroquia Doce Apóstoles: La clave es servir a la gente
El padre Jorge Bermúdez, párroco de Doce Apóstoles, compartió que todo ha sido un proceso por etapas, en las que sus servidores y él, se han dedicado a mantener la comunicación con la comunidad, para que en este tiempo difícil se sientan acompañados por la iglesia.
“Como a todos, nos afectó el miedo y el pánico de la gente, tuvimos que tomar las medidas y precauciones, aunque en Doce apóstoles nunca paramos de trabajar, salvo cuando sí había semáforo rojo, en obediencia extrema, paramos”, explicó el sacerdote.
Agregó que nunca dejó de celebrar la Eucaristía en el templo, de manera personal, y a veces con una o dos personas solamente.
“Si algo se puede opinar es que cada parroquia es muy variable y cada quien hace dependiendo de su situación. Unos suspendieron totalmente, otros no, pero en general lo que se puede hacer es retomar los horarios, trabajar y buscar cosas que sean atractivas para que la gente regrese” dijo.
Para el padre Jorge, es importante resaltar que la misa virtual ya no es válida por los medios de comunicación, solo si se está en un caso grave de enfermedad o imposibilitado totalmente.
“La misa virtual puede servir como forma de espiritualidad, como forma de volver a meditar la Palabra, pero debemos tener claro que ya es obligatorio asistir al templo. Los párrocos y servidores deben buscar las fórmulas para atraer de nuevo a los fieles”, indicó.
Igualmente citó lo que considera algunos factores que han afectado el regreso a los templos.
“El primero, la flojera, ya la gente la agarró cómoda y les cuesta. Segundo, el clima no nos ayuda mucho, porque muchas iglesias no tienen un clima bueno y esto afecta en la celebración. Tercero, la gente se enfrió espiritualmente y es como todo, se tiene que ir recuperando poco a poco”, expresó.
Pero el padre Jorge quiso destacar que la clave está en servir a la gente, siempre estar presente acompañando a los fieles, en la oración por los fallecidos y en la atención a los enfermos y familias necesitadas, siendo en todo momento responsables en el cumplimiento de los protocolos sanitarios.
La Transfiguración del Señor: Atender la nueva realidad
El padre Gregorio López, sacerdote Misionero de la Natividad de María y párroco de la Transfiguración del Señor, compartió que desde el comienzo de la pandemia mantuvieron contacto con los fieles por medio de las redes sociales.
Buscaron el acercamiento con la gente, pues debido a las disposiciones del Estado y del señor obispo, los templos debían permanecer cerrados.
“Mantuvimos transmisiones y también implementamos el whatsapp de la parroquia para de esta manera seguir atendiendo a la gente en lo que se requiriera”, explicó el sacerdote.
Dijo que al recibir la noticia de que se podían abrir los templos con las medidas necesarias, advirtieron nuevos retos.
“El nuevo reto en la Iglesia es nuevamente atraer a la gente. Yo pienso que en un primer momento la gente no asistía por el miedo al contagio, pero concluimos que es en la iglesia donde más cuidado se pone al cumplir los protocolos. Si no en todas, en la mayoría” agregó.
Consideró que a estas alturas ya no existe tanto el miedo al contagio, sino que la gente no asiste a los templos porque se acostumbró a vivir cómodamente la fe.
“Nos encontramos una realidad diferente, ya que mucha de la gente que venía, no ha regresado, pero muchas familias que no se acercaban a la comunidad, hoy se están acercando; la razón no la sé, pero estamos agradecidos de que se den la oportunidad de venir”, compartió.
En vista de la nueva situación, el padre Goyo invitó a los fieles a acercarse para seguir orando a Dios y a María por el fin de la pandemia.
En Frase…
“Pedimos que se sientan con la confianza de que los sacerdotes y los servidores estamos tratando de velar por su salud. Acérquense a los templos y no dejen a un lado esa parte de la relación con Dios, que es tan necesaria”.
Pbro. Gregorio López, párroco de La Transfiguración del Señor