Acompañados de sus familiares, amigos y personas de la comunidad, los nuevos sacerdotes de la diócesis agradecieron el don que les fue concedido.
Diana Adriano
Con gran júbilo, los nuevos ordenados sacerdotes José Luis Soriano, Eduardo Canales, Edgar Omar Arellano, René Acosta y Arturo Martínez, vivieron su primera celebración Eucarística como presbíteros en la comunidad donde nació su vocación.
Alegría en Corpus Christi
El joven sacerdote Arturo Martínez celebró su Cantamisa el pasado martes 23 de febrero en la parroquia Corpus Christi de la Colonia Anapra, donde la comunidad lo recibió en medio de aplausos al igual que a sus otros nuevos hermanos sacerdotes y diáconos.
El padre Bill Morton, párroco de la comunidad, fue el encargado de dirigir la homilía en la cual hizo un fuerte llamado al nuevo sacerdote, fruto de esa comunidad.
“El responder ‘sí’ a la llamada de Dios es ir contra corriente… los padres de Arturo, que descansan en paz, le dieron todas sus características en su ser y sus valores y con ayuda de su abuelita y muchas personas de la comunidad, pudieron sembrar una semilla en su espíritu, que dio fruto”, comentó el presbítero al reconocer imposible mencionar a todas las personas que apoyaron a Arturo durante su proceso vocacional.
Por su parte, el nuevo sacerdote dio las gracias a la comunidad que siempre lo apoyó.
“Gracias por estar conmigo en este momento tan emotivo. Me causa mucho sentimiento saber que Dios se ha fijado en mí y me ha confirmado en esta vocación, de la cual no soy digno”, dijo el padre Arturo Martínez.
Agradecidos en Santa Rosa de Lima
El nuevo presbítero Edgar Arellano tuvo oportunidad de celebrar su cantamisa el miércoles 24 de febrero, en la parroquia Santa Rosa de Lima.
El padre Víctor Fernández, párroco de la comunidad, fue el encargado de dirigir la homilía que estuvo llena de alegría, pues en conjunto con la comunidad, le mostró su admiración y sus buenos deseos en este inicio de su vida clerical.
“Queridos jóvenes sacerdotes, disfruten mucho estos momentos de su ordenación y cuando lleguen momentos difíciles, siempre recuerden la mirada misericordiosa de quien los invitó a participar de este don magnífico”, dijo el padre Víctor.
Al finalizar la celebración, el padre Edgar se dirigió así a la comunidad: “Quiero compartir lo gozoso que estoy en este momento, doy gracias a Dios y a ustedes, mi comunidad de Santa Rosa, porque fue en estas paredes donde fueron llenando mi corazón de mucha fe y eso me permitió dejarme conducir por la mano de Dios. Oren mucho por mí, oren mucho por nosotros”, finalizó el nuevo presbítero.
Naciente vocación en Santo Toribio
Por su parte el padre Eduardo Canales celebró su cantamisa el jueves 25 de febrero en la parroquia Santo Toribio de Mogrovejo, donde su padrino, el padre Martín Magallanes, impartió una breve reflexión por el acontecimiento.
“Celebramos la alegría de compartir el sacerdocio, el sacerdocio de Cristo y es Cristo el que nos invita a seguir compartiendo ese sacrificio de salvación para todos. Padre Lalo, ahora somos más hermanos, bienvenido a este grupo que intenta compartir el Evangelio y el Reino de Dios”, dijo el sacerdote.
El padre Lalo, como es conocido en la comunidad, recordó sus inicios en el camino con Cristo.
“Gracias a la fe de mis padres se fue forjando una vocación. Le pido al señor que me conceda un corazón alegre para responder y generoso para seguir diciéndole ‘sí’ día con día. El Señor permitió a mi vocación nacer aquí y con mucho gusto vengo a compartir el don que ustedes han cultivado en sus oraciones”, expresó el novel sacerdote.
Seguir a Cristo desde La Paz
El nuevo sacerdote René Acosta vivió su Cantamisa el viernes 26 de febrero en la parroquia Nuestra Señora de la Paz, donde el presbítero Gustavo Balderas, su padrino en la ordenación, expresó su alegría por la ordenación de su primer ahijado.
“Es una fiesta porque en medio de momentos difíciles, Dios nos dice con este gesto de amor que sigamos adelante”, dijo.
Más adelante, el padre René expresó un pequeño mensaje a toda la comunidad, familiares y amigos que lo acompañaron en la celebración.
“Quiero agradecer en especial al padre Carlos Márquez, que con su testimonio y amor a Cristo sembró la semilla que me hizo seguir a Dios. Que esto que se me ha concedido anime a todos, cada quien en su vocación, a escuchar, seguir y amar a Cristo, pues en Él encontramos todo”, finalizó el padre René.
Vocación del Amor en Santa Cecilia
El último en celebrar su cantamisa fue el sacerdote Luis Soriano, quien la vivió el pasado sábado 27 de febrero desde la parroquia Santa Cecilia.
El presbítero Leonardo García, su padrino en la ordenación, brindó un pequeño mensaje de reflexión al nuevo ordenado.
“Vive tu ministerio al estilo de san Francisco, siendo libre para amar y conquista la felicidad que el Cristo sufriente le concede a San Francisco y nos concede a cada uno de nosotros”, comentó el padre Leonardo.
Al finalizar, el padre Luis agradeció a la comunidad por recordarle “que Dios siempre es fiel”.
“Gracias por mostrarme el mismo rostro de Cristo en el servicio y en la entrega de cada día. Pidan a Dios por mí en este momento y el resto de mi vida. Yo pediré por ustedes en el altar del Señor “, expresó.