Presencia
La violencia no ha dado tregua a Ciudad Juárez, donde, a pesar de la Pandemia por Covid 19, tanto el 2020, como los primeros meses de este 2021, han registrado un alto número de crímenes, además de que Juárez se convirtió en la ciudad con más crímenes contra mujeres el año pasado.
Según lo publicado en algunos medios de comunicación, en 2020 se registraron al menos mil 637 asesinatos en esta frontera, 128 crímenes más el año anterior.
Y de acuerdo al Secretariado Ejecutivo de Sistema Nacional de Seguridad Pública, el Estado de Chihuahua ocupó en 2020 el segundo lugar con mayor número de homicidios dolosos contra mujeres, mientras que otros delitos también fueron a la alza, a pesar del confinamiento. Por ello la pregunta de esta semana es:
¿Qué efectos cree que ha tenido el confinamiento y el manejo de COVID-19 en el repunte de la criminalidad en nuestra ciudad?
Los efectos de confinamiento han provocado diversas reacciones en la sociedad, así como aumento en el consumo de drogas, enervantes y bebidas alcohólicas, que son determinantes para influir en la desintegración familiar.
Igualmente, el desempleo obligado ante la quiebra de negocios y empresas, descontrolaron el sistema económico que sostiene a las familias, sobre todo las que viven “al día”, por lo que aumentó el índice de delitos menores como el robo con violencia y en casas habitación.
En nuestra frontera los delitos ocasionados por el crimen organizado repuntaron. Las autoridades locales, estatales y federales han sido ineficaces para estabilizar el orden y la paz social que requerimos.
El quedarse en casa durante casi un año, cambiando drásticamente la forma de vida de hombres y mujeres, modificó también la conducta incluso de los niños, obligados a recibir la educación en forma virtual, siendo el encierro una tortura, sobre todo en las familias que viven en situación deplorable por la falta de espacio.
El manejo del COVID-19 es una nueva experiencia que estamos viviendo los que hemos logrado evitar el contagio, o los que han logrado superar este virus, cuya mortalidad es evidente en todo el mundo. La unión en las medidas sanitarias aplicadas en diversos países ha sido el reflejo de las naciones que en tiempo récord inventaron la fórmula para la vacuna.
Sin embargo, creo que el virus ha servido para reflexionar lo valioso que es vivir. Lo maravilloso que es creer en Dios. Lo esencial que es la amistad y la familia para vivir en paz. Así como apreciar el trabajo y lo que hemos construido a base de esfuerzo y honestidad.
El peor virus que tenemos en nuestra sociedad son las drogas. Independientemente de todo, las drogas y el alcoholismo son los principales factores que destruyen al ser humano y su capacidad para soportar todo mal. Las adicciones aumentan haya o no la existencia del virus. Ciudad Juárez es altamente consumidor y muy poco atendido en materia de adicciones. Hace falta establecer centros especializados que orienten a las familias y acudir a los grupos de apoyo más importantes que existen en el mundo, como Alcohólicos Anónimos, Narcóticos Anónimos y Al Anon.
Demostrado está que las personas que acuden diariamente a su terapia de “sólo por hoy” superan cualquier adversidad y enfrentan sus miedos con sobriedad. Con fortaleza y esperanza, donde la guía principal es Dios.
Lic. Héctor Ramón Molinar Apodaca/ Abogado mediador
Los impactos de la pandemia se han manifestado en diversos ámbitos: en lo individual, familiar, social, religioso, económico, político, ecológico, en lo internacional, etcétera y es obvio que tanto el confinamiento como el manejo de Covid-19 han tenido repercusiones en lo relativo a la seguridad pública y a la criminalidad.
- Un primer dato, publicado en los medios, es que debido al confinamiento la violencia intrafamiliar se ha incrementado en un 24 por ciento, siendo las victimas los grupos mas vulnerables las mujeres y los niños y niñas.
- Por el cierre de empresas y negocios ha sido muy fuerte el impacto económico en las familias, incluyendo el desempleo y esta situacion es generadora de tensiones y se crean condiciones para la criminalidad en una frontera que padece indices muy altos de violencia.
- El agravamiento de la desigualdad social es un escenario que causalmente esta vinculado con la comisión de delitos.
- Me parece también que el cierre de la frontera crea más obstáculos para el trasiego de la droga y como en otras circunstancias la droga se distribuye en la frontera incrementando el numero de adictos y esta situación propicia criminalidad en las colonias mas precarias para obtener el control del mercado de la droga.
- Debido a la pandemia durante varios meses estuviera cerrados los juzgados de lo familiar y de lo penal y ni se investigaban, ni sancionaban los delitos, dando lugar al incremento de la impunidad, que favorece la criminalidad.
- Y finalmente me parece que tanto el trabajo desde casa, como la educacion via Internet ha incrementado el trabajo de las mamás y esto va generando estrés, tensiones que se manifestarán en el maltrato infantil y en problemas familiares.
Estas hipótesis o consideraciones, que son evidentes, requieren de investigaciones más puntuales para fundamentarlas adecuadamente.
Pbro. Oscar Enríquez/ director el Centro e Derechos Humanos Paso del Norte
Aún sigamos con la pandemia o no, el tema de criminalidad, viéndolo desde una perspectiva de delitos de alto impacto, continuará incrementando, y tristemente no se observa que esto vaya a frenar pronto, quizá al menos en los próximos 3 o 5 años siguientes. Ya que en gran medida estos delitos pueden deberse en parte a la disputa de territorios por parte del crimen organizado y debido a que el Estado Mexicano ha sido rebasado por los grupos criminales, quienes han logrado ensanchar sus estructuras económicas, de personal, y de participación en los espacios públicos.
Con respecto a los efectos del confinamiento por COVID-19, como lo son la ansiedad, la incertidumbre, la preocupación por temor a contagiarse o por la ausencia de un sustento seguro a causa de la gran pérdida de empleos que se han dado, los hogares se encuentran como ollas de presión, donde cualquier alteración ocurrida ocasiona una explosión.
Quizá eso puede explicar en una pequeña parte el incremento de la violencia familiar y hacia la mujer que se ha dado no sólo en nuestro Estado, sino en todo México. Como antecedente está el incremento del 10 mil a 21 mil el número de atenciones presentadas con respecto a años anteriores por parte del Instituto Chihuahuense de la Mujer, o la tasa promedio nacional anual de 173.13 por cada 100,000 habitantes que reporta el Observatorio Nacional Ciudadano.
Mario A. López/Más Humanista