Diana Adriano
La rectoría San Juan XXIII vivió el pasado 11 de octubre su primera fiesta patronal formal, una jornada llena de alegría, convivencia y fe que marcó un momento histórico para esta joven comunidad.

Por primera vez, la celebración se realizó en el nuevo templo, inaugurado hace apenas un año. El padre Omar Gutiérrez García, rector de San Juan XXIII, compartió con emoción lo que representa este acontecimiento.
“En realidad es la primera celebración formal. Sí se celebraba antes, pero ahora, con nuestro templo terminado y con la comunidad que ha crecido tanto, esta fiesta tiene un sentido muy especial”, expresó.
La festividad inició por la tarde con una tradicional kermés, donde los fieles pudieron disfrutar de antojitos mexicanos, música y diversas actividades familiares. El ambiente se llenó de color y fraternidad con la presentación de grupos de danza, la participación de un mariachi, un momento de karaoke y la animación musical a cargo de un DJ, que mantuvo el espíritu alegre hasta las 10 de la noche.

Agradecieron a Dios
A las 7:00 de la tarde, la comunidad se reunió para celebrar la Santa Misa presidida por el obispo, monseñor José Guadalupe Torres Campos, como parte central de la fiesta. La Eucaristía fue ocasión para agradecer a Dios por los frutos de la comunidad y pedir la intercesión de San Juan XXIII, patrono de la rectoría.

El padre Omar destacó que la preparación de la fiesta fue una experiencia de unidad y servicio, ya que desde la organización se percibió el entusiasmo de los fieles por apoyar también a la Casa Sacerdotal, institución dedicada al cuidado de los sacerdotes enfermos y mayores.
“Ha sido una experiencia muy bonita, porque la organización nos ha unido mucho. Todos están conscientes de que esta fiesta no solo es para celebrar, sino también para ayudar a la Casa Sacerdotal con sus necesidades, que son muy particulares. Todo esto nos ayuda a salir adelante”, explicó el rector.
“Me siento muy contento, con mucha responsabilidad, pero también muy apoyado por todos los servidores y por los sacerdotes que vivimos aquí. Todo esto nos ayuda a seguir ejerciendo nuestro ministerio con alegría”, agregó con gran satisfacción.
Asimismo, el padre Omar señaló que la comunidad de San Juan XXIII continúa creciendo y consolidándose como un espacio de fe, oración y fraternidad dentro de la diócesis, y aprovechó la ocasión para invitar a todos los fieles a conocer el templo y participar en las celebraciones regulares.
“Invitamos a todos los que quieran venir a conocer nuestro templo, que es muy bonito. Tenemos misas de lunes a sábado a las 7:00 de la mañana y 7:00 de la tarde, y los domingos a las 8, 10, 12, 2 y 6 de la tarde. Todos son bienvenidos”.


































































