Ana María Ibarra
En unión con la Iglesia Universal, la comunidad parroquial de El Espíritu Santo celebró con gran alegría su fiesta patronal el pasado domingo 28 de mayo, día de la Solemnidad de Pentecostés.
En el aspecto espiritual, la comunidad participó de la Eucaristía para unirse en oración con toda la Iglesia Católica, recibiendo una bendición especial. Luego, la comunidad se reunió para fraternizar en una kermés.
El padre Ignacio Bautista, CCR, párroco de la comunidad, presidió solemnemente la misa al mediodía que contó con la participación de niños y papás de Catecismo, además de fieles de la comunidad parroquial.
“El evangelio nos habla del domingo de Resurrección y del Espíritu Santo que dejó Jesús a los discípulos. La Iglesia, con ayuda del Espíritu Santo, es un mensaje de reconciliación y de paz”, expresó el sacerdote.
A la luz del evangelio, el padre Ignacio reflexionó que Jesús con la paz viene a quitar el miedo y darnos la energía para salir a anunciar su mensaje.
“La veracidad y universalidad se manifiesta en la segunda lectura que narra la historia, origen e inicios de nuestra Iglesia Católica, que en medio de las adversidades Dios va quitando todos obstáculos”, expresó.
Añadió que la Iglesia se renueva en medida que acoge el mensaje y resaltó que llamar a Jesús ‘Señor’ es posible bajo la acción del Espíritu Santo.
Dones del Espíritu
Los pequeños de Catecismo y los fieles que en ese momento se encontraban en la celebración, enumeraron junto con el sacerdote los dones del Espíritu Santo, todos ellos escritos en los vitrales y en la parte alta del templo.
“La misión del Espíritu Santo es encaminarnos a la verdad plena. Para ello nos da siete dones que recibimos en la Confirmación. El Espíritu Santo está para darse a nuestra comunidad parroquial, pero para eso debemos conocerlo. En esta fiesta le pedimos encienda en nosotros el fuego de su amor que detone en alegría y generosidad y lo reflejamos todos los días de nuestra vida”, finalizó.
Al concluir la celebración, el sacerdote otorgó una bendición especial.
Gran Kermés
Después de participar con alegría en la Eucaristía, los fieles continuaron con el mismo entusiasmo en las afueras del templo, donde se ofreció una amena kermés con venta de antojitos mexicanos y aguas frescas.
Para poner el ambiente se amenizó durante el día con música de distintos géneros y para todos los gustos.
Un atractivo para niños y jóvenes fueron los juegos mecánicos que fueron colocados en la calle a un costado de la parroquia.
El resto de la tarde, la comunidad se hizo presente para celebrar su fiesta patronal de manera sana y fraterna.