Ana María Ibarra
En unidad fraterna, la comunidad parroquial de Santos Mártires Mexicanos organizó un festejo para celebrar a los santos que Dios les ha dado como protección para su comunidad. El obispo diocesano don J. Guadalupe Torres Campos presidió la celebración, y servidores de la parroquia y capillas colaboraron para ofrecer una rica comida.
Ejemplo de los mártires
Para el padre Mauro Muñoz, OFM, párroco de Mártires Mexicanos, llevar a cabo el festejo en honor a los santos patronos es un acto necesario para fomentar la identidad de la comunidad parroquial, aunque cada quien pertenezca a una capilla o a ministerios diferentes.
“Contribuye a la unión de todos al organizar lo necesario. Todo mundo participó en algo integrando los ministerios que a veces son relegados, como los jóvenes y los niños”, dijo el sacerdote.
El padre Mauro resaltó la insistencia del obispo don Guadalupe Torres en el testimonio de los mártires, quienes, dijo, son un ejemplo de vida para los demás y agradeció que se haya hecho presente para la misa y en la convivencia posterior.
Convivencia sin kermés
A diferencia de lo que comúnmente se realiza en las fiestas patronales, la comunidad de Mártires Mexicanos no realizó una kermés, sino una convivencia con los fieles.
“La idea de no hacer una kermés en ese día tiene como finalidad promover la convivencia de todos, inclusive quienes no son servidores, sino que son parte de la comunidad. Tuvimos una gran participación con la oportunidad de ver a muchas personas que no vemos siempre y en un ambiente relajado y festivo”, compartió el padre Mauro.
En ese ambiente festivo, todos los ahí reunidos disfrutaron de la música del mariachi, de una representación a cargo del grupo de teatro de la parroquia y del talento de un feligrés que acompañó con su música, acción que realiza siempre que la comunidad organiza alguna fiesta.
“Quedé gratamente sorprendido por la gran participación de la gente. La iglesia estaba casi llena y en la fiesta había mucha más”, compartió el sacerdote.