Ana María Ibarra
Con grande alegría y agradecimiento a Dios y la comunidad, el padre Jesús Lozoya celebró su 50 aniversario sacerdotal el pasado 27 de agosto, con una misa en la que fue acompañado por el señor obispo, don J. Guadalupe Torres Campos, y los sacerdotes Francisco García, Armando Benavides, Alfonso García y Freud Cuéllar.
Obispo presente
“Nos unimos al padre Jesús Lozoya en sus 50 años de sacerdote. Estamos con usted, padre. Felicidades. Con grande gozo, con gente que lo aprecia, celebramos con usted este aniversario. El señor lo siga bendiciendo abundantemente”, expresó el obispo al iniciar la celebración.
Después de la proclamación del evangelio, el padre Lozoya tomó la palabra para agradecer al obispo, a los sacerdotes y la feligresía por su presencia.
“Bendito sea Dios. Nunca piensa uno que puede llegar hasta este momento. Gracias por su presencia. Uno es parte de ustedes y ustedes parte de uno como sacerdote”, dijo el padre Lozoya.
El sacerdote se dijo contento por sus 50 años de sacerdocio y pidió perdón por “sus muchos pecados”.
“Gracias por su comprensión y tolerancia. El Señor les recompense su comprensión y su cariño. Que Dios les bendiga yles conceda aumentar la fe”, añadió.
Gracias por su entrega
Por su parte, el obispo tomó la primera lectura proclamada en la celebración resaltando las virtudes de la humildad y sencillez que ahí se expresan.
“Cada uno de nosotros debemos ser, entre más grandes más pequeños, en la humildad sencillez, en el servicio. Sin duda alguna en estos 50 años del padre Jesús se ha distinguido esa sencillez, esa alegría, ese servicio. Muchas gracias por su
entrega», dijo el obispo al padre Lozoya.
Recordó que en 50 años el padre Jesús ha hecho presente a Cristo “predicando, ejerciendo su ministerio, invitándonos con su Palabra y su vida sacerdotal a seguir a Cristo”.
“A través de su ministerio, el Señor regala su gracia. Gracias por ser un padre generoso, fiel, sencillo como pide el evangelio. 50 años de un ministerio vivido a plenitud”, finalizó.
Agradecidos, fieles de las distintas parroquias donde vivió su ministerio, El Verbo Encarnado, Nuestra Señora del Carmen, Cristo Redentor, y Mater Dolorosa, su comunidad actual, le brindaron un caluroso aplauso.
Para complementar el festejo, e incluso bajo un poco de lluvia, se ofreció una cena en el atrio de la parroquia en honor al padre Lozoya, quien recibió innumerables muestras de cariño de parte de los asistentes. La cena estuvo amenizada con música de mariachi.
Frase…
Bendito sea Dios. Nunca piensa uno que puede llegar hasta este momento. Gracias por su presencia. Uno es parte de ustedes y ustedes parte de uno como sacerdote.
Pbro. Jesús Antonio Lozoya