A partir del domingo 26 de junio dejaron de prestarse servicios hospitalarios en el Hospital Santa María, obra de inspiración católica. El primero de agosto cierra también la consulta externa y servicios clínicos.
Ana María Ibarra
Con profunda tristeza, pero con la fortaleza para resurgir, el padre Aristeo Baca informó que a principios del mes de agosto el Hospital Santa María, obra de inspiación católica, cerrará sus puertas a consecuencia de un déficit económico que enfrenta Femap, institución que durante casi 13 años administró el centro hospitalario.
Déficit económico
Fue el pasado viernes 24 de junio cuando el padre Aristeo, impulsor del Complejo Santa María, y demás miembros de la asociación civil, fueron notificados por el consejo de Femap del cierre del hospital ubicado al sur poniente de la ciudad.
“El consejo nos hizo saber que desde octubre del año pasado traían arrastrando un déficit económico de 100 mil pesos y a estas alturas ya anda en 900 mil, por lo que es imposible continuar con el servicio”, compartió el sacerdote.
Agregó que el domingo 26 de junio se dejó de ofrecer el servicio de hospitalización y cirugía, y quedó abierto únicamente el servicio de consulta médica, laboratorios, rayos X y urgencias en un horario de 9 de la mañana a 10 de la noche.
“El hospital llegó a depender mucho de la gente inscrita en el Seguro Popular, pero el número de solicitantes disminuyó, ya que el gobierno recogió esa inmensidad de gente atendiéndola en el Hospital General y en el Hospital de la Mujer”, explicó el párroco de la comunidad Santa María de la Montaña.
Así, la atención bajó de 120 a 18 personas atendidas diariamente y los ingresos fueron insuficientes para cubrir la nómina de 128 empleados y el pago de servicios, expuso.
“En estos casi 13 años que Femap administró el hospital lo hicieron con honestidad y un espíritu de altruismo. Cada año condonaban aproximadamente un millón de pesos a la gente humilde”, destacó el sacerdote.
Buscan solución
El sacerdote reconoció que pasó un fin de semana abatido por la noticia, pero dijo que a partir del lunes, con la mente más tranquila, comenzó a buscar una solución para poder reabrir el hospital, que forma parte del complejo que hace tiempo fundó.
“Los destinatarios son mayormente gente humilde y no podemos ni debemos dejarlos en desamparo. Además los huéspedes del asilo requieren atención médica y eran atendidos en el hospital, al igual que las religiosas”, dijo.
Para un repunte en el proyecto, el sacerdote está analizando tres posibles caminos. El primordial es que la congregación de Hijas Mínimas de María Inmaculada se haga cargo de la dirección y operación de la clínica, en lo que respecta al personal.
“Vendrá la superiora el primero de agosto y estará cuatro días para analizar, entre otros asuntos, el nuevo asilo y fundamentalmente el hospital”, dijo.
El segundo camino, dijo, es buscar un grupo local de médicos altruistas con un corazón lleno de misericordia para dirigir el hospital con cobros al alcance de la gente.
“El tercer camino es tocar las puertas del gobierno estatal entrante y ver si el nuevo gobernador quisiera hacerse cargo, como entidad estatal, de la administración y la operación de este hospital”, expuso.
Pide oraciones
El padre Aristeo finalizó diciendo: “Me puede en el alma tener que enfrentar esto pero no voy a ponerme a lloriquear, ya le dediqué dos días a los sentimientos, ahora estamos empeñados a resurgir.
Les pido que nos unamos en oración para que descubramos con los ojos de la fe cuál es el camino que mi Padre Dios quiere que sigamos en esta obra de fe que se encarna en la realidad para transformarla”.
Frase…
Les pido que nos unamos en oración para que descubramos con los ojos de la fe cuál es el camino que mi Padre Dios quiere que sigamos en esta obra de fe que se encarna en la realidad para transformarla.