Por el Día del amor y la amistad, sacerdote nos recuerda en qué consiste este don y cómo podemos cultivar amistades… ¡Para toda la vida!
Ana María Ibarra
Llamado a vivir en comunidad y no aislado, el ser humano va generando durante su vida lazos de amistad, algunas de ellas duraderas, otras temporales.
Para el padre Gustavo Balderas, encargado de la dimensión de adolescentes, la amistad es un valor que se debe cultivar diariamente buscando mantener aquellas que ayuden al crecimiento personal y no solamente que solapen las propias acciones.
Ayuda mutua
El sacerdote compartió que es en la comunidad donde se forman lazos de amistad, entendiendo como comunidad “todo círculo en el que las personas se desenvuelven”.
“Tener lazos de amistad quiere decir tener una compañía que me ayude a crecer como persona, a ser mejor persona”, dijo el padre Gustavo.
Para ello, señaló, es recomendable tener amistades en los lugares donde cada persona se desenvuelve.
“Si soy un doctor, es conveniente tener amigos doctores que me vayan ayudando en mi crecimiento de profesión; sí soy sacerdote, tener amigos sacerdotes que me ayuden a crecer en mi ministerio sacerdotal o si tengo una amistad que he cultivado en muchos años debe ser una amistad que realmente me ayude a crecer”, reiteró.
Por lo tanto, dijo, las amistades no son para solapar o encubrir, sino para señalar con amor los errores.
“Necesitamos seguir creciendo en cada situación que vivimos y para eso necesitamos recuperar este valor que se ha perdido. Algunas personas pueden tener miedo a la amistad por temor a traicionar o a ser traicionada”, compartió el sacerdote.
Añadió que la amistad es sinónimo de lealtad entre dos personas que se ayudan mutuamente a crecer y a ser mejor.
Así pues, ser amigos significa también apoyo, presencia en las buenas y en las malas, annadió el padre Gustavo.
“Un amigo es aquel que te dice tus verdades, lo que necesitas cambiar de tu persona, que te felicita también, que te echa porras, que te da ánimo, que está contigo en esos momentos duros, eso es ser un amigo”, resaltó.
Amistad duradera
La mayoría de las amistades, indicó el entrevistado, se gestan en la niñez o adolescencia, sin embargo, durante toda la vida llegan personas que suelen quedarse para el resto de la vida, aunque también hay amistades pasajeras y superficiales.
“Para que una amistad sea duradera lo primero es tener apertura con esa persona y conforme te va ayudando en la vida para ser mejor, el lazo se hace más entrañable. A veces nos encontramos también con amistades pasajeras, que son muy superficiales, que van y vienen, pero una amistad fuerte no se da con todas las personas”, afirmó.
Y agregó: “Una persona no puede tener muchas amistades fuertes y duraderas, siempre hay una o dos amistades que se van cultivando poco a poco, pero tiene que haber disponibilidad”.
Para el sacerdote tener un buen carácter es una característica que puede ayudar a tener una amistad duradera, así como tener valores como la compasión y la apertura.
“Es importarse abrirse a otra persona y que la otra persona se abra, pero para ello hay que generar confianza entre ambas partes. Es ahí donde es importante la convivencia diaria, la ayuda mutua y donde entra la oportunidad para que los dos crezcan”.
Algo para cuidar
El sacerdote advirtió que es peligroso confundir una amistad leal y duradera con tener a alguien que encubra nuestras acciones, ya que puede terminar en traición.
«No todas las personas tienen la misma entrega, dependerá mucho de la manera cómo se relaciona cada persona, eso es algo muy importante que debemos atender cuando iniciamos una amistad”.
Para cultivar una amistad, agregó, se debe estar en comunicación constante, ya sea a través de llamadas por teléfonos, el estar ahí con un mensaje, un saludo, un “¿cómo estás?, ¿cómo te sientes?, ¿en qué te puedo ayudar?”.
“Un ejemplo muy bonito es la comunidad de los 12 apóstoles que Jesús formó. Entre ellos hicieron comunidad y lazos de amistad como Pedro, Santiago y Juan que tenían una amistad duradera, aunque después cada quien fue por rumbos distintos, pero la amistad ahí estaba”.
Otro ejemplo de amistad sincera, compartió el sacerdote, fue la que tuvo Jesús con Lázaro y sus hermanas Martha y María, a cuya casa acudía a descansar. Incluso los textos sagrados indican que Jesús lloró cuando Lázaro murió.
“Este puede ser un ejemplo claro y profundo que nos lleve a nosotros a formar lazos de amistad para toda la vida”.
Amigos en Redes sociales
En cuanto a las amistades a través de las redes sociales, el padre Gustavo señaló que para que una amistad pueda ser duradera requiere del contacto físico, es decir, el mirarse, el reunirse de manera presencial de manera periódica.
“Puede suceder que, si una de las personas tiene que ir a vivir una experiencia fuera de la ciudad, las redes sociales ayudan a que estén en contacto por mensaje, pero siempre el contacto físico será necesario para que se siga fortaleciendo ese lazo y si se trata de una amistad sana, verdadera y leal, será duradera; pero si fue superficial, terminará”.
Por eso, opinó, el buscar amistades a través de las redes sociales pueden llegar a ser peligroso.
“En las redes sociales no hay ese contacto físico y una persona puede fácilmente cambiar sus palabras y fingir, entonces se puede correr peligro de traición, de extorsión. En las redes sociales hay muchos cibernautas que se dedican a cosas negativas, a jugar con los demás, por eso no hay como el contacto físico”, expuso.
De la amistad al noviazgo
Un término que el sacerdote reflexionó fue los llamados “amigos con derechos”, concepto muy utilizado entre parejas de “amigos” que llevan más allá su relación, pero sin compromiso ni lealtad.
“Los amigos con derecho son algo que se ha dado desde siempre. Los amigos con derechos son aquellos que se besan sin ser novios, o que tienen relaciones sexuales sin un compromiso, eso va mermando la relación y se pierde la dignidad. No hay como tener una amistad sana”.
La amistad entre un hombre y una mujer, agregó, es una oportunidad para el cortejo y para conocerse mutuamente.
“Puede existir una amistad bonita entre un hombre y una mujer y si hay intención de un noviazgo lo primero es que se vayan conociendo. Los noviazgos no se dan rápidamente”.
Promover respeto
Como católicos, señaló el sacerdote, es necesario que en las parroquias se promueva entre los jóvenes el respeto a la dignidad tanto de mujeres como de hombres.
«A los jóvenes debemos formarlos en el respeto del cuerpo humano, el respeto a la persona. Que sepan que ganándose el respeto se dará la oportunidad de conocerse, de que haya una apertura sana. La línea entre ser amigos y ser amigos con derechos es muy delgada y debemos ser conscientes de ellos”, dijo.
Para concluir, el sacerdote reiteró que la amistad es un valor que se debe cultivar y no a todas las personas se les puede llamar amigos.