Blanca A. Martínez
El sábado 22 de febrero continuaron las actividades del Jubileo de la Vida Consagrada. El auditorio Manuel Talamás Camandari, del Seminario Conciliar, albergó la segunda parte de este jubileo. Ahí se dieron cita las y los religiosos, quienes escucharon atentos la conferencia del padre Gregorio López, MNM, sobre la vida consagrada, con citas de san Juan Pablo II.
Misión específica
Tras la ponencia se dio un breve descanso para luego comenzar el panel en el que participaron las hermanas Eduviges Palacios, de las Misioneras de María Dolorosa, Sor Elena Hernández Trejo, de las Clarisas Capuchinas; Janeth Soto, de las Carmelitas Misioneras de Santa Teresa, y la hermana Ofelia Barrón, de las Hermanas Dominicas de la Doctrina Cristiana.
También participaron Fray Mauricio Gómez González, OFM (franciscanos) y el hermano Esteban González, del Instituto de Hermanos Maristas de la Enseñanza.
Fue el padre Gregorio López quien fungió como moderador del panel, al lanzar preguntas que los participantes respondieron, primeramente, explicando las actividades que realizan desde el carisma de su congregación.
“Mi trabajo es la costura de sotanas y albas, que se elaboran principalmente para el Seminario. hacemos oración de intercesión por las necesidades que se nos presentan”, dijo Sor Elena, de las clarisas.
Así, cada uno relató su misión específica: desde labores administrativas en un colegio, hasta catequesis en parroquia y formación de jóvenes en la comunidad parroquial, así como asesoría espiritual a jóvenes estudiantes.
Promoción vocacional
El evento se tornó aún más interesante cuando los panelistas expusieron las formas en que animarían a los jóvenes a tomar como opción la vida consagrada.
“Les hablaría con entusiasmo de mi experiencia personal y de nuestro padre fundador que ha dejado un legado para que podamos ver por los más necesitados en Ciudad Juárez”, dijo la hermana Eduviges, MMD.
“Cómo las carmelitas no hay otras” atestiguó por su parte la hermana Janeth, invitando a las muchachas a escuchar a Dios a dónde las llama, seguras de que en que en cualquier estilo de vida hay dificultades, pero también confiadas, como Santa Teresa de Jesús, en que en las adversidades está Dios.
“El mejor planeador es Dios. Vengan y verán qué bueno es el Señor”, dijo.
Por su parte, Fray Mauricio, OFM aseguró que los jóvenes de hoy no quieren que le hablen bonito de Dios, sino ver y descubrir en el ejemplo de los consagrados, “el llamado a estar con Dios”. Y el hermano Esteban concluyó invitando a los jóvenes a pedirle a María su intercesión para descubrir su propia misión de vida.
El panel finalizó con la invitación del padre Goyo al auditorio:
“Aprovechemos cualquier oportunidad para ser promotores vocacionales”.
Como parte última del evento, se hizo la presentación de cada una de las 22 comunidades femeninas y 7 masculinas que dan servicio en la diócesis: Mientras en el escenario del auditorio se proyectaba una filmina con el nombre y escudo de cada congregación, abajo del escenario se presentaron las integrantes de esa congregación, presentes en el evento.