Diana Adriano
Meses después del inicio de la pandemia de Covid-19, Ciudad Juárez vive una crisis sanitaria debido a un incremento exponencial en el número de casos.
Pero en medio de las malas noticias por los nuevos casos, los fallecidos y las personas que todavía ignoran las indicaciones de las autoridades para evitar contagios, también hay noticias alentadoras que permiten ver una luz de esperanza en el apoyo a quien sufre las consecuencias de la enfermedad del Covid 19.
Este es el caso de la comunidad de El Señor de los Milagros, que apoyó incondicionalmente a una de las familias que pasó terribles momentos a causa de la enfermedad, pues todos sus miembros se contagiaron.
Empatía y solidaridad
En entrevista con Presencia, Samuel Palacios recordó que fue en el mes de abril cuando su papá, Everardo Palacios, que está en formación para recibir el diaconado, comenzó a presentar síntomas relacionados con el Covid-19.
» Al principio no queríamos aceptar que era covid-19, pensamos que en cualquier momento se le iba a pasar, pero no fue así. No queríamos llevarlo al Seguro Social porque sabíamos que ahí iba a empeorar».
«Fue así que una pareja del MFC nos pasó el contacto de un médico particular y fue quien estuvo ayudando a mi papá en su tratamiento, pues efectivamente era coronavirus», explicó Samuel.
Agregó, que al estar en contacto con su papá, su hermano Esteban Palacios, su mamá María Carolina y él, fueron contagiados del mismo modo.
«En el trabajo nos pagaban sólo un porcentaje de nuestro salario, que no nos alcanzaba para el medicamento de todos, ya que todos nos atendimos con un doctor particular. Fue ahí cuando la comunidad nos brindo su ayuda», dijo.
Todo el tiempo encerrados
Samuel contó que en un primer momento los fieles de El Señor de los milagros, su parroquia, los ayudaban económicamente pero luego también comenzaron a llevarles despensas, para que no pasaran hambre.
«Estuvimos todo el tiempo encerrados, no salíamos ni a comprar mandado, entonces la ayuda que nos brindaron era una bendición para nosotros. Fueron momentos muy difíciles», expresó.
Samuel, explicó que esta situación duro hasta el mes de agosto, cuando como familia pudieron sanar totalmente y estar fuera de peligro. Explicó que quien se puso más grave fue su papá, pero gracias a Dios, logró salir adelante.
«Todos los días recibía llamadas de personas de la Iglesia preguntando qué era lo que necesitábamos, ofreciendo todo, sin esperar nada a cambio», relató conmovido.
«Estamos agradecidos con Dios, pues a pesar de que nos contagiamos y la pasamos difícil, seguimos aquí, vivos y sanos. No sabemos dónde mi papá se contagio, pero ahora tenemos más cuidado al salir, pues no queremos que más personas vivan la desesperación que vivimos como familia», finalizó.