En la Catedral, el obispo convocó a los fieles juarenses a vivir con intensidad la misericordia en este Año Santo
Para inaugurar solemnemente en la diócesis el Año de la Misericordia al que convocó el Papa Francisco, el pasado domingo 13 de diciembre, el obispo don José Guadalupe Torres Campos abrió la Puerta Santa de la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe.
Fue una hermosa celebración eucarística a la que acudieron la mayoría de los sacerdotes de la diócesis, diáconos, religiosas y grupos de laicos representativos de las parroquias.
Puerta Santa
El celebración inició en el exterior de la Misión de Guadalupe, donde el obispo leyó el evangelio del día y enseguida el padre Mario Manríquez, vicario de Pastoral, leyó la bula papal con la que se convoca al Jubileo Santo de la Misericordia.
Enseguida una procesión de ministros y fieles caminó rumbo a la puerta principal de Catedral, que se encontraba cerrada y bellamente adornada con flores y con el anuncio “Jubileo de la misericordia, Año Santo”.
Ante la puerta, el obispo tocó con su báculo tres veces la puerta y dijo: “Ábranse las puertas de la justicia y la paz”.
Luego, un cuerno jubilar sonó y las campanas comenzaron a repicar fuertemente. En ese momento el obispo empujó la puerta para luego entrar y arrodillarse unos pasos adelante, donde hizo una breve oración. Enseguida se levantó y encabezó la procesión que caminó rumbo al altar. En ese momento las luces del templo permanecían apagadas, pero comenzaron a encenderse poco a poco, mientras avanzaba la procesión.
Luego, ante el templo abarrotado, tanto en el interior como en el exterior, donde fueron colocadas pantallas en que se transmitió la celebración, la comunidad se comprometió a llevar la misericordia a los demás. Diáconos permanentes pasaron por los pasillos rociando agua bendita a las personas.
“Dios abre la puerta de la salvación, abre la puerta para que entremos y esa es la invitación: a experimentar que Dios nos ama que Dios, es misericordioso, compasivo con nosotros”, expresó el obispo en su homilía.
El obispo explicó que al abrirse una puerta todos debemos preguntarnos qué hacer y dijo:
“Vivir el compromiso, no abusar del otro; no causar daño, dar una respuesta positiva, dar un amor fiel y permanente; en la familia, en el trabajo, en la educación, en nuestra Iglesia, decanato, todos sin excepción estamos llamados a vivir la misericordia”.
El obispo convocó a los fieles a comprometerse en este año de gracia sobre todo en la vida de cada uno, en la familia, en la sociedad, en todos los ámbitos, para vivir la misericordia que el Señor quiere.
“Que este tiempo de gracia que iniciamos lo vivamos intensamente acompañados de nuestra madre Santísima María de Guadalupe”, puntualizó.
Al final de la Eucaristía el obispo mencionó las otras cuatro entradas de templos designadas como puertas de misericordia, en las cuales se puede obtener indulgencia plenaria:
Nuestra Señora de Guadalupe en el Valle de Juárez, el Senor de la Misericordia, San Lorenzo y María Reina del Universo.
Dijo que no quiso dejar fuera a los fieles de Villahumada y por eso se abrirá allá una puerta Santa, pero durante la Cuaresma.
“Este año estamos invitados a ver hacia donde estamos caminando y que podemos hacer por los demás ” dijo Armando Terrazas, uno de los fieles presentes.
Por su parte Laura Rivas dijo: “Fue una ceremonia emotiva, que nos dejo una gran enseñanza en torno a este año, cómo vivirlo”.