Ana María Ibarra
Conscientes de su misión evangelizadora, catequistas de la parroquia Dios Padre buscaron soluciones para continuar la formación de los niños que piden el sacramento de la Eucaristía. Esto ante la contingencia sanitaria que obligó el cierre de templos y la suspensión de actividades parroquiales.
Rubí Pacheco, coordinadora de la catequesis familiar, compartió con Presencia el trabajo que realizaron a través de medios electrónicos, y que en este mes concluyen con la esperanza de que los niños realicen su primera Comunión a finales de agosto.
Soluciones inmediatas
“Se anunció el cierre de templos a mediados de semana (18 de marzo), y ese domingo ya no hubo catequesis. Para nuestro beneficio, cada catequista contaba con un grupo de whatsapp, eso nos facilitó la tarea”, recordó Rubí.
Como primer paso, las catequistas enviaron mensajes en audio y video, para dar ánimo a los niños y padres de familia.
“El contacto físico ya no lo íbamos a tener, pero al menos buscamos que el virtual fuera constante, que no se sintiera el abandono, que no se perdiera el contacto fraterno del catequista”, señaló.
Informadas del comportamiento de la pandemia en el mundo, Rubí y su equipo advirtieron que la crisis sanitaria podría durar mucho tiempo.
“Se vislumbraban días muy largos. Empezamos a rezar el Rosario con ellos en línea, estábamos al pendiente unos de otros, hacíamos oración por quienes pasaban por la enfermedad. Eso nos hizo mucho más fraternos”, dijo.
Animados a continuar
Rubí comentó que en ningún momento los padres se desanimaron ni desertaron.
“De los mismos padres de familia surgió la iniciativa de continuar el curso On line para ver los temas que nos faltaron”, resaltó.
El problema más fuerte que enfrentaron fue la saturación de trabajos a los que fueron sometidos los niños de parte de sus escuelas.
Pero catequistas y padres de familia acordaron un programa de temas para impartir los domingos a través de las redes sociales, mientras que niños y papás se comprometeron a dedicar dos horas a la semana para repasar el tema y hacer tareas.
“Con las tareas siempre fueron muy puntuales, la organización fue muy importante. Aprovechamos mayo para celebrar el mes de María con actividades para los niños y terminar temas pendientes”, dijo la coordinadora.
Con creatividad y esperanza
Al concluir el curso, Rubí y su equipo decidieron grabar algunos videos para repasar aspectos importantes y para preparar a los niños para su primera Confesión y su primera Comunión.
“Se hicieron videos para explicar a los niños estos pasos. Los catequistas han estado muy motivados y dispuestos”, afirmó.
“Así como nos pide el Papa Francisco en Evangeli Gaudium, comenzamos a hacer videos muy creativos. Bien dicen que donde hay necesidad Dios suscita dones y carismas, y eso pasó… es algo positivo que nos deja esta pandemia”, dijo orgullosa.
Con satisfacción, agradecimiento y esperanza, el equipo de cateqeuistas recibió la noticia de la próxima reapertura de los templos y el regreso al culto, y enseguida programó una junta.
“Hablamos de una probable fecha para primeras comuniones, que sería a finales de agosto acatando las indicaciones que el obispo nos dicta en cuanto el aforo. Ahorita trabajamos en programar la distribución de asistencia, para que todos los niños reciban su sacramento”, dijo al aclarar que las fechas exactas de la recepción del sacramento se darán a conocer a los papás cuando todo esté organizado.
Para saber…
Así como esta comunidad, otras parroquias han estado trabajando en dar continuidad a sus programas de formación, y en espera de poder administrar el sacramento de la Eucarustía.