- Al haberse retomado algunas actividades presenciales en los templos, habrá confesiones aunque de manera limitada. Por ello es importante que quienes acudirán de nuevo al sacramento lo hagan de una forma clara y práctica, para evitar peligros y dar espacio a que más personas se acerquen.
Presencia
Hoy en día se deja ver una cierta pérdida de conciencia del pecado y sus consecuencias, ya que, una persona que no se confiesa está en peligro de condenación eterna, sin embargo, puede vivirse en pecado como algo normal.
Así lo afirmó el padre Jorge Iglesias, párroco de Dios Padre, al ofrecer una guía a los lectores de Presencia, para retomar el sacramento de la Reconciliación ahora que se ha dado luz verde al retorno a las misas presenciales en los templos, y los fieles ya podrán comulgar.
Aquí la guía:
- El examen de conciencia
¿Qué es? Es un modo de hacer oración, desgranar, discernir, recordar, centrarme más detalladamente en cuál ha sido el paso de Dios por mi vida y como me he alejado de Él.
¿Cómo se hace?
1.Pedir la luz del Espíritu Santo: ser consciente de la presencia de Dios en mi vida.
2.Repaso desde mi última confesión: no solo qué he hecho, sino cómo lo he hecho.
3.Conciencia de haber pecado: desde un pequeño daño con mis acciones, palabras, pensamientos, que me dificultan amar a Dios, a los demás y a mí mismo. No sólo las cosas que he hecho mal, sino aquel bien que he dejado de hacer.
2.Buscar un confesor:
Reconozco que necesito de Dios y quiero su perdón.
¿Para qué sirve? Para analizar cómo está mi relación con Dios y devolverle el lugar que le corresponde como Señor de mi vida.
3.Errores que se cometen en la confesión
Los errores que se cometen, pueden ser debido al tipo de conciencia que se ha formado:
Conciencia laxa: Pensar que no han pecado, no prepararse, no disponerse y no haber examinado su conciencia. Poca claridad, dar rodeos para decir el pecado. La poca determinación para no volver a cometerlos y no cumplir la penitencia.
Conciencia escrupulosa: Ver pecado en todo, confesarse con mucha frecuencia, confundir la Confesión con la dirección espiritual y esperar penitencias duras o difíciles de cumplir.
4.Recomendaciones para una buena confesión: seguir estos 5 pasos:
1.Examen de conciencia: Silenciar mi corazón, pedir Espíritu Santo y escrutar mi corazón, descubrir cómo está mi relación con Dios.
2.Dolor de los pecados: La conversión o el volverse a Dios, implica un dolor y un rechazo respecto a los pecados cometidos (CEC 1490). Es la pena causada por no haber correspondido al amor de Dios.
3.Propósito de enmienda: Consiste en una lucha constante, tener la firme determinación de no volver a cometerlo.
4.Confesión de los pecados: Decir los pecados al sacerdote de forma clara y concreta.
5.Cumplir la penitencia: Son algunas acciones que tienen la finalidad de reparar el daño causado por el pecado y restablecer los hábitos propios del discípulo de Cristo (CEC 1494).
Este esfuerzo de conversión no es sólo una obra humana. Es el movimiento del «corazón contrito» (Sal 51,19), atraído y movido por la gracia a responder al amor misericordioso de Dios que nos ha amado primero (CEC 1428).
Cinco consejos de sacerdotes para confesarnos mejor
También hay que considerar que a algunos fieles les queda la duda si hicieron una “buena Confesión” y si fueron lo suficientemente específicos o sinceros. Para evitar esas situaciones también presentamos algunos de los consejos que nos dan sacerdotes de la diócesis para lograr una mejor Confesión.
- Vocación cristiana.
La vocación cristiana es llamado a la santidad, es un proceso progresivo para alcanzar “la estatura de Cristo” (Ef. 4,13). La Confesión se inscribe dentro de esta visión, no es solamente desahogar mis fallas. Se trata de confesar mi pecado confiando en la misericordia de Dios, con el deseo de retomar el dinamismo que me impulse a seguir trabajando por crecer y madurar en la vida del Espíritu.
Al confesarme puedo pedir al confesor me oriente con medios o herramientas espirituales que me ayuden a seguir madurando o yo mismo sugerir una penitencia que me permita seguir creciendo y discernirlo con el sacerdote, confiando en que “Dios puede siempre sorprenderme y ayudarme más de lo que imagino” (cf. Ef. 3,20).
Padre Héctor Villa / párroco de Nuestra Señora del Rosario
- Dios centro de la vida.
La mejor Confesión es la que busca poner a Dios al centro de nuestra vida y pedirle perdón por que le hemos ofendido. Al pecar ofendimos un Dios tan bueno que nos ha dado todo de sí para salvarnos. Debemos pedirle perdón con el deseo de transformarnos, de convertirnos, ése es el propósito de la Confesión, y cuidar mucho que no lo hagamos para sentirnos bien con nosotros mismos. Buscar el sacramento para tener paz mental o paz interior sería pecar de egoísmo contra el Señor. La verdadera Confesión debe transformar la vida.
Padre Felipe de Jesús Juárez /párroco de Santa María de la Montaña
- Descubrir las causas del pecado.
Con mucha frecuencia las personas vienen tristes, y recurren a la Confesión porque ‘no salen de lo mismo’, y la mayoría de las veces es porque les falta o una buena catequesis sobre lo que es realmente el pecado, o les falta un plan para vencer al enemigo.
Muchas veces las personas no hacen un plan para atacar al enemigo y ese plan consiste en conocer primero las causas que originan el pecado que uno está cometiendo. Ver cuáles son las consecuencias de ese pecado y determinarse a resolver ambas: las causas y las consecuencias. Algunas veces las personas se quedan nada más con las manifestaciones o síntomas del pecado.
Pero se requiere un verdadero examen, asesoría o dirección espiritual y a la hora de examinar que incluya no sólo qué hice y cuántas veces, sino que descubra ¿Cuál es la causa por la que hago eso?; si no descubro la causa, ahí voy a seguir siempre.
Pbro. Efrén Hernández/ párroco de Sagrado Corazón de Jesús
- Deseo de conversión.
Sobre todo tener deseos de conversión, es lo más importante porque si solamente actuamos movidos por la contrición, puede ser bueno y momentáneo y entonces sucede que continuamente la persona se confiesa, pero no ha ido más al fondo de sí, con un sincero deseo de conversión al Señor y la conversión es un cambio de vida completo. Hay que pedirlo como una gracia y el Señor lo concede.
Pbro. Benjamín Cadena/ párroco de San Pedro y San Pablo
- Buen examen de conciencia.
La clave está en el examen de conciencia, unos 15 minutos antes o un día antes de confesarse hacer una evaluación de mis pecados, de tal manera que tenga muy presentes los pecados más fuertes y quizás desechar los leves para que la Confesión sea expedita y que vaya al grano.
No olvidar que no soy la única persona que me voy a confesar. Habrá más personas que están esperando y a veces contamos historias alrededor, y la Confesión no es para eso.
Padre Jesús Lozoya/ párroco de Mater Dolorosa