Este es el itinerario para vivir la Cuaresma 2023, que propone a nuestros lectores el padre Marcelino Delfín, coordinador de la Comisión diocesana de Liturgia.
Pbro. Lic. Marcelino Delfín Poso
El próximo miércoles 22 de febrero la liturgia marca el inicio de la Cuaresma, tiempo que nos propone la Iglesia para una preparación espiritual y personal hacia la gran fiesta de la Pascua.
San Pablo en el fragmento de su carta a los corintios que se lee el Miércoles de Ceniza nos dice: “Ahora mismo es el tiempo favorable de Dios; hoy es el día de la salvación” (2 Cor. 6,2).
Esto nos recuerda que es tiempo de Dios, pero también tiempo del hombre, tiempo de Dios porque Él quiere adentrarse en el corazón del hombre e introducirlo en su plan de salvación haciendo de su historia, historia de salvación. Es tiempo del hombre porque éste debe responder a Dios con la fe y apertura a la gracia de la salvación en un camino de interiorización, conversión y lleno de amor. Notemos que san Pablo nos refiere el término hoy (hodie) que nos recuerda lo actual de la salvación que se ofrece al hombre de nuestro tiempo, para que entre en el hoy de Dios, que es salvación.
Sabemos que la Cuaresma es un camino de penitencia y de ascesis para caminar hacia la Pascua. No hay verdadera Cuaresma si no nos dejamos guiar por el Espíritu Santo al desierto para que nos purifique interiormente y nos ayude a romper las ataduras del mal y del pecado y vivir como hombres nuevos en Cristo.
Una propuesta
Los tres ejes de la Cuaresma: ayuno, oración y limosna siempre serán válidos y elementos necesarios como un camino de ascensión hacia la Pascua que nos deben llevar de regreso a la casa del Padre, porque el pecado nos ha alejado de su amor.
Proponemos para cada día en esta Cuaresma lecturas bíblicas siguiendo el ritmo litúrgico diario (para las propuestas de lecturas que se hacen, puede facilitarte su búsqueda, el misal mensual), ya que la vivencia cuaresmal necesariamente se debe hacer desde la Palabra de Dios que nos ilumina y nos guía de tal modo que vivencia no quede en una práctica externa, ya que ésta no es para expresar el mérito humano (o presunción) sino más bien testimoniar la acción del Espíritu y la Palabra en nuestro proceso de conversión y renovación interior.
Que el Señor nos ayude a vivir con verdadero espíritu este camino ascendente hacia la Pascua y nos fortalezca para no decaer en el camino y ser perseverantes en este santo ejercicio.
- 22 de febrero. Joel 2, 12-18. Buscaré en internet un examen de conciencia para la confesión. Meditaré profundamente de qué me tengo que convertir y ayunaré con alegría. Me acercaré a la imposición de la Ceniza.
- 23 de febrero. Lucas 9, 22-25. Meditaré y tomaré nota en qué situaciones y momentos he renegado de cargar mi cruz para no dar testimonio de Jesús y no he querido santificarme.
- 24 febrero. Isaías 58, 1-9. A la luz de la Palabra de Dios del día de hoy ¿En qué acciones he sido injusto y qué medios pondré en práctica para remediarlas?
- 25 febrero. Salmo 85: Señor, enséñame a seguir fielmente tus caminos. Durante todo el día repetiré sin cesar la respuesta del salmo del día de hoy pidiendo al Señor me ilumine para ser fiel en el seguimiento al llamado que me hace.
- 26 febrero. Domingo I de Cuaresma. Mateo 4, 1-11. Leeremos el Evangelio en familia y compartiremos los remedios que propondremos para que las tentaciones que atacan a la familia no nos alejen del proyecto de Dios y vivamos como auténticos bautizados e hijos de Dios.
- 27 febrero. Mateo 25, 31-46. Destinaré parte de mi economía diaria o semanal durante toda la Cuaresma para donarla para los pobres y necesitados en la Misa del Jueves santo por la tarde.
- 28 febrero. Rezaré el salmo 50 antes de dormirme.
- 1º. de marzo. Jonás 3, 1-10. Dejar de usar el celular este día abandonando las redes sociales que me esclavizan y deforman y en su lugar me instruiré en mi fe para alimentarla.
- 02 de marzo. Ester 4, 17 j-x. Visitaré el Santísimo Sacramento y oraré guiado por la oración de Ester.
- 03 de marzo. Ezequiel 18, 21-28. Me acercaré al sacramento de la Reconciliación y confesaré todos mis pecados con sinceridad y arrepentimiento.
- 04 de marzo. Mateo 5, 43-48. Me acercaré a pedir perdón a las personas que ha ofendido o le guardo rencor.
- 05 de marzo. Domingo II de Cuaresma. Mateo 17, 1-9. En familia leeremos la lectura bíblica y pediremos al Señor para que transforme nuestras actitudes anticristianas y demos testimonio de él con nuestras buenas obras.
- 06 de marzo. Lucas 6, 36-38. Practicaré la paciencia poniendo así en práctica la obra de misericordia espiritual: “Sufrir con paciencia los defectos del prójimo”.
- 07 de marzo. Isaías 10, 10. 16-20. Invitaré al hermano que está alejado de Dios para que reconozca su lejanía del proyecto de salvación que Dios le ofrece.
- 08 de marzo. Mateo 20, 17-28. Participaré con alegría en una Eucaristía de la semana y meditaré si estoy sirviendo como Jesús lo hizo.
- 09 de marzo. Lucas, 16-19-31. Me desprenderé de algo que me gusta (y esté en buen estado) y se lo daré a un pobre de forma generosa.
- 10 de marzo. Mateo 21, 33-43. 45-46. Meditaré en qué sido injusto y envidioso y pondré los medios para superar esta situación y manifestar con mis acciones que soy hijo de Dios.
- 11 de marzo. Lucas 15, 1-3. 11-32. ¿A quién me parezco de los personajes del Evangelio? ¿Al hijo pródigo (derrochador) que no valora lo que ha recibido gratuita y generosamente? ¿Al hijo mayor que es egoísta y resentido? Meditaré profundamente mis actitudes y pediré que el Señor me renueve interiormente.
- 12 de marzo. Domingo III de Cuaresma. Juan 4, 5-42. Leeremos la lectura bíblica en familia y buscaremos los medios para recibir el agua que da la vida y nos ofrece Jesús. “Señor, danos de esa agua”.
- 13 de marzo. Lucas 4, 24-30. Movido por el amor de Jesús llevaré ropa en buen estado a los niños migrantes.
- 14 de marzo. Daniel 3, 25. 34-43. Rezaré por mi obispo y ofreceré una Eucaristía de la semana por él, además me fijaré en dones virtudes que Dios le ha dado y le agradeceré por esos dones.
- 15 de marzo. Mateo 5, 17-19. Me acercaré sinceramente a la persona que más me cuesta tratar y le sonreiré mostrándole así el Cristo que vive en mí.
- 16 de marzo. Lucas 11, 14-23. Hablaré bien de mi familia, mi párroco, mis hermanos de grupo, mis vecinos siendo dócil a Evangelio que he leído hoy.
- 17 de marzo. Oseas 14, 2-10. Delante del Santísimo Sacramento reconoceré y valoraré las bendiciones que Dios me ha dado a lo largo de toda mi vida, y que todo lo tengo por gracias de Él.
- 18 de marzo. Lucas 18, 9-14. Tomaré conciencia en qué actitudes he sido altanero, orgulloso y soberbio con los que trato diariamente y buscaré los medios para expresar actitudes evangélicas y de amor para con ellos.
- 19 de marzo. Domingo IV de Cuaresma. Juan 9, 1-41. Como familia después de leer en Evangelio nos acercaremos a otra familia que necesite la luz de Cristo para anunciarle la Palabra de Dios.
- 20 de marzo. Solemnidad de san José. Mateo 1, 16. 18-21. 24. Leeré el n. 3 de la carta apostólica Patris Corde (con corazón de Padre) y meditaré lo que Dios quiere enseñarme con relación a la obediencia.
- 21 de marzo. Juan 5, 1-16. Visitaré a un enfermo, le llevaré despensa y rezaré con él.
- 22 de marzo. Juan 5, 17-30. Hoy compartiré algún alimento con las personas en situación de calle.
- 23 de marzo. Éxodo 32, 7-14. Rezaré por la conversión de todos los pecadores y por aquellos que no conocen a Dios.
- 24 de marzo. Sabiduría 2, 1. 12-22. Meditaré en las diversas ocasiones que conscientemente he sido motivo de división para no corregir mis errores y he difamado al inocente.
- 25 de marzo. La Anunciación del Señor. Isaías 7, 10-14. Pediré perdón a Dios por las veces que arrogantemente he pedido una señal para creer y cambiar mi modo de vivir. Rezaré el santo Rosario a la Santísima Virgen María.
- 26 de marzo. Domingo V de Cuaresma. Romanos 8, 8-11. Invitaré a comer a un migrante para expresarle que el amor de Jesús se hace presente de diversos modos.
- 27 de marzo. Pediré perdón a Dios por las veces que he señalado y juzgado injustamente a los demás, y falsamente me he considerado bueno por el hecho de estar en la Iglesia, pero, sin ser misericordioso.
- 28 de marzo. Juan 8, 21-30. ¿En qué me he cerrado al Espíritu de Dios y no he querido realmente convertirme? Tantos años en la Iglesia, pero, sin auténtica conversión y sin vivir alegremente la fe. Meditaré profundamente sobre mi vida espiritual
- 29 de marzo. Daniel 3, 14-20. 49-50. 91-92. 95. ¿Qué falsa imagen me he hecho de mí mismo que me reverencio y me jacto de ser astuto olvidándome que a quien debo adorar y reverenciar es a Dios?
- 30 de marzo. Génesis 17, 3-9. Libremente me consagraré al Señor y le prometeré permanecer fiel a Él, y obediente a sus mandatos todos los días de mi vida.
- 31 de marzo. Jeremías 20, 10-13. A la luz de la Palabra de Dios dominaré mi lengua para no sembrar cizaña y división y meditaré en qué ocasiones lo he hecho y corregiré mi actitud permanentemente.
- 1º. de abril. Juan 11, 45-56. Me acercaré a un compañero de trabajo para ayudarlo en lo que más le cuesta, aunque por ello me critiquen.
- 02 de abril. Domingo de Ramos de la Pasión del Señor. En familia leeremos Leeré Isaías 50, 4-7 y nos propondremos participar en las celebraciones de toda la Semana Santa, comenzando con este domingo.
- 03 de abril. Isaías 42, 1-7. Invitaré a un migrante a participar de la Eucaristía en este día y le daré de comer.
- 04 de abril. Juan 13, 21-33. 36-38. Ayunaré pidiendo por la conversión de todos aquellos que atacan a la Iglesia. Especialmente oraré hoy por el santo Padre Francisco.
- 05 de abril. Isaías 50, 4-9. Viviré con paciencia y amor mis enfermedades y me pondré en las manos de Dios.
- 06 de abril. Lucas 4, 16-21. Asistiré a la Misa crismal por la mañana y renovaré mi compromiso bautismal con Dios, con mi obispo y mis sacerdotes. Por la tarde en la misa de la Cena del Señor llevaré lo que he ahorrado para los pobres y necesitados (27 de febrero).