Ana María Ibarra
El miércoles 22 de febrero la liturgia marca el inicio de la Cuaresma, tiempo que nos propone la Iglesia para una preparación espiritual y personal hacia la gran fiesta de la Pascua.
De una manera sencilla, el padre Jorge Pablo Lozano, párroco de la comunidad de Santo Tomás Apóstol y responsable de la Dimensión de Nueva Evangelización y Catequesis ofrece una reflexión sobre este tiempo que invita a todos los fieles a la meditación, el ayuno, la oración y conversión.
Una invitación
La Cuaresma, compartió el padre Jorge Pablo, es un tiempo fuerte del año litúrgico en que la Iglesia invita a todo el pueblo de Dios a una preparación profunda para la celebración de la Pascua.
“Son 40 días que nos da nuestra Iglesia para practicar penitencia, oraciones, obras de misericordia y de piedad. Es un tiempo oportuno para preparar nuestro corazón para celebrar el misterio más grande de nuestra fe, que es la Pasión, Muerte y R esurrección del Señor”, expresó.
Dijo que la preparación en este tiempo de Cuaresma, es principalmente una disposición espiritual, es decir, desde el interior que lleva a prácticas exteriores.
“Preparar el espíritu, el interior, con el ayuno, la abstinencia y oración, nos lleva a prácticas exteriores que manifiesten esta realidad interior. Estás prácticas exteriores son las obras de misericordia, el amor al prójimo, ayudar al necesitado, y tantas acciones que nos propone nuestro Dios y que en todo este tiempo debemos meditar”, expuso.
Agregó que lo anterior es una manifestación del camino hacia la Pascua.
“Esto nos manifiesta que vamos viviendo como seres espirituales, que vamos perdonándonos, acercándonos a Dios y renunciando a todo lo que no es conveniente para nuestra vida cristiana. Es una forma exterior de manifestar lo interior”, señaló.
Sobre el ayuno
La Cuaresma inicia el miércoles de ceniza, cuando se pide ayuno y abstinencia.
“El ayuno es un acto exterior mediante el cual nos privamos del alimento para que nuestro espíritu esté más dispuesto a la gracia que nos da el Señor”, dijo el padre Jorge Pablo.
Recordó que en la Biblia, muchos pasajes hablan del ayuno, de cómo vivirlo.
“El mismo Señor Jesucristo nos enseña en los evangelios sobre el ayuno, él mismo también lo vivió. El ayuno es renunciar al alimento al que tenemos derecho, que nos gusta y que necesitamos. Ese día se nos pide ese sacrificio con la intención de abrirnos a Dios”, agregó.
Añadió que son solo dos días en que la Iglesia invita a los fieles a ayunar: el Miércoles de ceniza y el Viernes Santo.
“Es para prepararnos a los acontecimientos grandes como son la pasión, muerte y Resurrección del Señor”, reiteró.
Consciente de que algunos fieles, por cuestiones de salud, no pueden ayunar, el padre Jorge Pablo agregó que pueden realizar otro tipo de sacrificio.
“Pueden realizar alguna acción o actividad donando su tiempo, o bien abstenerse de algo que disfruten normalmente y ese sea su sacrificio, pero no hay que dejar pasar ese día de penitencia”, dijo.
Sobre la oración
La oración es otro aspecto importante para la vida de todo católico que debe practicarse siempre, sin embargo, dijo el sacerdote, en este tiempo de Cuaresma debe ser una acción más fuerte.
“Hay salmos penitenciales muy bellos que podemos utilizar para nuestra oración, también podemos buscar lecturas que nos hablen del llamado que el Señor nos hace a volver a Él, e incluso a hacer penitencia”, dijo.
“Hay lecturas espirituales de santos que nos enseñan a practicar la piedad y la misericordia que nos pueden ayudar a ir creciendo espiritualmente”, agregó para luego sugerir ir ante el Santísimo y leer la Biblia en los hogares para ir elevando el espíritu cada día hacia el Señor.
Un camino especial para los niños
Como responsable del área de catequesis, el padre Jorge Pablo dijo que es importante que se instruya y motive a los niños a vivir este tiempo de Cuaresma.
“Desde hace tiempo se promueve para los niños algún camino cuaresmal en esta búsqueda de irlos preparando también a ellos para la Pascua. Se buscan actividades que día con día los inviten a hacer alguna obra de misericordia, una oración o a cambiar algo en su vida, pero siendo conscientes de la importancia de la Cuaresma y de ese momento culmen, que es la Pascua”.
Así pues, dijo, esto es parte de una buena iniciativa de catequistas para involucrar y formar a los niños en este camino de preparación, innovando y revisando el avance en los pequeños.
El padre Jorge Pablo invitó a toda la comunidad a no dejar de lado la preparación que este tiempo de Cuaresma pide a través de los actos penitenciales.
“A toda la comunidad cristiana, niños, padres de familia, catequistas, aprovechemos este tiempo de Cuaresma para que Dios nos conceda ser mejores cristianos, mejores discípulos del Señor y que nuestra vida se vea iluminada por Cristo Resucitado”, finalizó.