Aquí dos testimonios que pueden ilustrar cómo ha sido la vida de los migrantes cubanos en esta frontera y por qué algunos se manifestaron recientemente en uno de los puentes internacionales de la localidad…
Ana María Ibarra
Salir de su país en busca de un porvenir mejor es la única opción que migrantes cubanos pudieron tomar dada la falta de oportunidades en su lugar de origen.
Tal es el caso de “Maya” y “Kenia”, mujeres de migrantes que han peregrinado por México para lograr su meta que es llegar a Estados Unidos y cuyos nombres se han cambiado a petición de las entrevistadas.
Aquí sus historias.
Camino tortuoso
Maya es una joven de 24 años que salió hace más de un año de su natal Cuba junto con su tío, con la única meta de establecerse en Estados Unidos.
Ellos llegaron hace poco más de una semana a Ciudad Juárez, pero desde hace un año recorren México, trabajando para obtener dinero y llegar a su meta.
“En este tiempo hemos estado en Cancún, Estado de México, Monterrey, Toluca. Paramos a trabajar en esos lugares”, compartió la entrvistada.
Pero tristemente este par descubrió a un gobierno mexicano corrupto, un país lleno de violencia, por lo que se han desplazado con cautela.
“Muchos cubanos han sido secuestrados, violados, asaltados. Hay muchos cubanos desaparecidos. No ha sido nada fácil”, lamentó.
A pesar del padecimiento, la entrevistada dijo no perder de vista su objetivo que es residir en el país norteamericano.
“La familia de nosotros vive en Estados Unidos, y seguiremos hasta llegar allá. En México no tenemos familia, no tenemos nada ni nadie que nos ayude”, dijo.
Detenidos en El Paso
Con escasos días en Ciudad Juárez, Maya y su tío decidieron cruzar a El Paso, Texas, ya que se les informó que la frontera se encontraba abierta.
“Al llegar aquí nos dimos cuenta que no era verdad. Cruzamos de manera ilegal, pero nos detuvieron en El Paso”, dijo con cierto recelo.
Al ser detenidos, Maya y su tío recibieron los documentos de MPP (Migrant Protection Protocols, por sus siglas en inglés del programa Remain in Mexico -Permanecer en México-).
Con esta documentación podrán transitar por México durante 180 días, pero después deberán presentarse en la Corte de migración estadounidense para informarse sobre su proceso de solicitud de asilo político.
“Estamos en shock, ya habíamos cruzado, pero nos agarraron y ahora no sabemos bien qué vamos a hacer, ni qué rumbo tomar”, dijo.
Maya compartió que, de parte del gobierno municipal, no les han brindado ningún apoyo, sólo saben que existen algunos refugios.
“No tenemos ninguna seguridad de que aquí nos vaya a ir bien, o que vayamos a encontrar trabajo. No conocemos la Ciudad de Juárez, creemos que debe estar peligroso porque está en frontera”, expuso.
Piden respeto
En camino a esta ciudad, Maya se enteró de la protesta que sus connacionales realizaron en uno de los puentes internacionales, exigiendo esperar su proceso en Estados Unidos.
“Con toda esa revuelta lo único que lograron fue empeorar la situación del cubano y de todas las personas migrantes. No estoy ni en favor ni en contra, pero no parece que haya sido la mejor opción. Ahora mismo, a muchos migrantes nos han regresado de Estados Unidos”, dijo.
Aunque la joven aseguró que en su paso por algunos estados del país han trabajado con mexicanos que la han tratado bien, en Tapachula fueron despojados de sus pertenencias por lo que se movieron a otro Estado.
Al recordar esto, pidió a la comunidad juarense respeto y que no los violenten de ninguna manera.
“Eviten la violencia contra los cubanos. No nos agredan, no les hacemos ningún mal, sólo estamos de paso por este país”, finalizó.
Encontraron apoyo
en la Iglesia católica
El 20 de diciembre del 2018, Kenia y su esposo salieron de Cuba con destino a Estados Unidos. Transitaron por Brasil, Chiapas, Oaxaca, Ciudad de México y luego Ciudad Juárez, narró, Kenia, quien fue la primera en llegar a esta frontera.
Párroco los ayudó
Kenia llegó directo a la parroquia San Juan Apóstol y Evangelista con el padre Francisco García, ya que familiares de su esposo habían sido ayudados por él, y los recomendaron.
“A los pocos días llegó mi esposo. Desde nuestra llegada hemos contado con el apoyo del padre Francisco García… siempre nos ha ayudado y nos ha orientado”, dijo agradecida.
El matrimonio cubano se presentó en migración para anotarse en el listado que, en aquel entonces, abril del 2019, contenía los datos de migrantes en la misma situación.
“Esperamos a que llegara nuestra cita, el 29 de noviembre de 2019, y nos llenaron la solicitud de asilo. De esa primera cita salimos el 2 de diciembre. Nuestra siguiente fecha de cita fue el 28 de febrero del 2020. Ese día se cayó el sistema del programa MPP y estuvimos ahí por cuatro días”, recordó.
Junto con Kenia y su esposo, otros 30 migrantes esperaban que les dejaran ingresar a Estados Unidos, pero el gobierno los regresó a tierras mexicanas, con una siguiente cita para el primero de febrero del 2021.
“Tuvimos que buscar trabajo, buscar una renta. Nos fuimos, pero nunca nos hemos desvinculado, siempre hemos estado orientados por el padre Francisco y a sus órdenes”, compartió.
Sin problemas en México
En estos más de dos años, el esposo de Kenia fue empleado en una cadena de venta de pollos asados, mientras que ella estuvo trabajando en un local del Mercado Reforma, pero al cerrar dicho local, comenzó a emplearse en el negocio de las uñas.
“Gracias a Dios tengo mis clientas y me he mantenido. Siempre por el miedo, porque salía muy tarde del trabajo, ya me quedé en mi casa”.
Kenia señaló que su estadía en Ciudad Juárez ha sido buena, gracias al padre Francisco García y a que han hecho grandes amistades con mexicanos que los han apoyado.
“No hemos tenido ninguna mala experiencia, otros compañeros sí…nosotros nos hemos mantenido muy disciplinados, cumpliendo con lo que debemos hacer, hemos tomado mucha precaución y por eso no nos han sucedido cosas. Mi esposo es muy querido en su trabajo porque siempre está dispuesto”, relató.
De esta manera, agregó, han podido mantenerse tranquilos y sin necesidades económicas, a pesar de no tener familiares que los apoyen en esta ciudad.
“Hemos mantenido una estadía fructífera, en el nombre de Dios, y esperamos que siga así hasta que Dios disponga. La meta es Estados Unidos y esperamos que con este nuevo gobierno tengamos más oportunidades”, dijo.
Sólo buscan mejor vida
Kenia opinó sobre la protesta recientemente realizada por connacionales en el Puente libre, consciente de que “ningún país está dispuesto a abrir para que pase todo mundo”. “En los grupos de cubanos se convocó, pero nosotros tenemos la experiencia del año pasado, cuando se formó un alboroto, eso no trae nada bueno. Estar en el puente se interrumpe el flujo de las personas y eso no nos conviene”, reflexionó.
Consideró que quienes asistieron eran personas desinformadas, pero acotó:
“Esas personas están desesperadas porque quieren que se les dé la oportunidad de escuchar su solicitud de asilo. Más bien querían orientación y respuesta para poder hacer su solicitud de asilo. También hay personas que son enviadas por algún gobierno para hacer desorden”, afirmó.
Agradece a católicos
Kenia mantiene la esperanza de obtener asilo en Estados Unidos, donde se encuentra su madre, quien aunque cuenta con la residencia, está desempleada.
“Mi mamá necesita de mi ayuda. Ella no puede regresar a Cuba porque abandonó una misión. Soy su única hija. Está desesperada, pasamos seis años sin vernos”, relató al compartir que por el estatus legal de su madre hizo otro trámite que ha tardado años sin respuesta, por lo que decidió buscar otra manera de llegar.
Para finalizar, la mujer agradeció a la comunidad juarense por acogerlos.
“Gracias por darnos trabajo, por darnos comida, abrir su casa, darnos un espacio. Los cubanos somos queridos y respetados. Mi agradecimiento al pueblo de Juárez y a la Iglesia Católica, principalmente al padre Francisco”, dijo.