Claudia Iveth Robles
“La Biblia no habla explícitamente de cuidar las finanzas personales, pero sí da orientaciones generales de cómo cuidar los bienes materiales que Dios ha concedido “, explicó el padre Juan Manuel Orona, licenciado en Sagradas Escrituras.
El sacerdote compartió dos textos bíblicos del Antiguo y Nuevo Testamento sobre el tema.
Dijo que al final del capítulo uno del Génesis, que presenta la narración de la Creación y cómo Dios creó la naturaleza, el mar y el cielo, las plantas y la creación suprema del Hombre y la Mujer, Dios encomienda al hombre el cuidado de la creación. Y al decir encomienda, implica que lo hace administrador, junto con Él, de su creación.
“Administrador no quiere decir que es dueño, que debe tener una actitud despótica sobre la creación, sino significa que debe usar la creación adecuadamente y al servicio de los demás, para dar Gloria a Dios y para su propia subsistencia”, explicó.
Resaltó que atender a este mandato es bueno y para ello se debe aprender a administrar correctamente de los bienes, que pueden ser recursos materiales, pero también personas o el propio dinero.
Del Nuevo Testamento citó el Evangelio de Lucas, capítulo 12, sobre cómo Jesús hace la invitación a confiar en la Providencia, pero dice que hay que trabajar.
“Hay una preocupación buena, cómo un padre de familia se preocupa de trabajar para darle educación a sus hijos, pero nos dice que también que debemos aprender a confiar en Dios”, dijo.
El sacerdote dijo que es este evangelio de Lucas el que más explica la relación del creyente con el dinero y los bienes materiales, y deja claro que nunca, por muy necesario que sea un bien material como el dinero, debe ocupar el lugar que le corresponde a Dios en el corazón.
Explicó que es Dios quien invita a compartir los dones que de Él se reciben, los cuales se deben administrar y multiplicar.
“Un buen cristiano es aquel que sabe recibir de Dios el don de su familia, trabajo, de los bienes materiales, pero los usa para crecer como persona, aprende a ahorrar. Las cuestiones concretas nos toca definirlas a nosotros, como creyentes inspirados por la palabra de Dios”, sentenció.
Sobre la crisis
Y ante la crisis que se vive en la actualidad por el llamado gasolinazo y todos los incrementos, el sacerdote dijo que la Palabra de Dios invita a ser solidarios y a no crear necesidades que no se tienen, para no caer en el famoso consumismo. que hace gastar de manera desordenada.
Por ello, dijo, es importante compartir, aprender a ahorrar, cuidar los bienes materiales y enseñar a los niños estos hábitos, pues “un buen cristiano no puede desconectarse de estas realidades”.
“Hay que pedir a Dios que nos conceda esa sabiduría de saber administrar correctamente de los bienes que nos da, poniendo siempre en el centro a la persona a nuestro Señor, que nos ayude a librarnos de un corazón soberbio y nos dé un corazón noble, sencillo y compartido”, finalizó.