Ana María Ibarra
Este domingo 2 de febrero la Iglesia católica celebra la XXIX Jornada Mundial de la Vida Consagrada, que este Año Jubilar 2025, tiene como lema “Peregrinos y sembradores de esperanza”.
En esta Jornada, que se centra en las personas que a través de la consagración, dedican su vida por completo a Cristo, presentamos testimonios de religiosas de diferentes congregaciones, que desde su misión hacen realidad en esta frontera, el lema elegido por el Papa Francisco.
Aquí los testimonios:
Esperanza para migrantes
Ante la crisis migratoria que se vive en esta urbe fronteriza, agudizada desde el 2019, un grupo de cinco congregaciones religiosas se unieron para responder a este signo de los tiempos.
Con su labor, buscan sembrar esperanza en tantos hermanos y hermanas migrantes que pasan por esta diócesis de la frontera.
Religiosas de las congregaciones Siervas de los Pobres, Hermanas Misioneras de María Dolorosa, Siervas del Inmaculado Corazón de María, Hermanas del Verbo Encarnado y Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor, formaron la “Comunidad Intercongregacional”.
“La migración es una realidad que hemos estado viviendo más fuerte desde hace siete años …las cinco congregaciones ya veníamos caminando con migrantes, pero en 2022 decidimos unir esfuerzos para poder continuar en este apoyo integral a los migrantes”, compartió la hermana Antonia Aranda, de las Siervas del Inmaculado Corazón de María.
Explicó que cada congregación sigue su propia pastoral dentro de la diócesis, pero también se han conjuntado como una comunidad inter congregacional para apoyar más directamente a la situación migratoria, desde cada uno de los carismas.
“Las Sierva de los Pobres en su atención médica y de alimento; las hermanas Dolorosas desde su atención a niños y ancianos; las hermanas del Verbo Encarnado con los más vulnerables; las hermanas Oblatas del Santísimo Redentor con las mujeres en situación de trata también y de prostitución”, enumeró.
Acompañarlos
Dada las decisiones políticas en el tema migratorio, a muchos migrantes los están retornando y los gobiernos no les están dando la atención adecuada.
“No hay de parte de los gobiernos un acercamiento con ellos para un acompañamiento amoroso y misericordioso como el papa lo está marcando: integrarlos a una sociedad donde ellos puedan continuar su vida, porque muchos de ellos no van a querer regresar a su país y hay que acompañarlos, orientarlos a que se integren a una nueva cultura, ese es un reto que estamos enfrentando nosotras», externó la religiosa.
Agregó que es necesario que la gente de México y en este caso de Ciudad Juárez, sepa convivir con una nueva forma de interactuar con otra cultura.
“Lo que estamos viviendo ahorita ya no es un fenómeno multicultural, ya es intercultural para llegar a la transculturalidad. Es necesario responder a los cambios y sembrar esperanza en todo esto que se está viviendo», señaló.
Dijo que desde la asociación civil Sembrando Hoy, Cosechando Mañana -de la que es directora general-, trabajan para sembrar esperanza en los migrantes, incluso yendo contracorriente en las políticas migratorias.
“Para nosotras transmitir una esperanza es diferente a lo que hace el resto de la humanidad que es muy racista y discriminatoria y rechaza principios cristianos. Estemos unidas y unidos ciudadanos, organizaciones civiles, gobernantes a las necesidades de las personas para trabajar por una mejor forma de atención para los migrantes», concluyó.
La hermana Antonia dijo que como consagradas hacen palpable esta misión desde su propio carisma, siendo un signo muy cercano de acompañamiento a las personas migrantes.
“Hemos oído sus historias, sentido sus sufrimientos, y seguimos compartiendo con ellos su vida buscando darles esa esperanza de un cambio a su vida, aunque ellos nos dan más fe y nos transmiten más esa esperanza de que todo esto puede cambiar», expresó.
Hacen evento especial
Un momento de oración en solidaridad y apoyo a migrantes ante las recientes acciones del Gobierno de Estados Unidos, se realizó el pasado sábado 25 de enero convocado por religiosas de las cinco congregaciones que conforman la comunidad intercongregacional.
La cita fue a mediodía en El Punto, justo donde se encuentra la estatua del papa Francisco, quien recientemente hizo un llamado a sembrar esperanza en migrantes.
Entre cada rezo, las religiosas del intercongregacional, así como personas migrantes y voluntarios que las acompañaron, fueron leyendo frases de migrantes que han sido acompañados por las religiosas y citas para concientizar sobre el apoyo a migrantes y el alto a la discriminación.
Las intenciones del momento de oración fueron por los migrantes y las condiciones inhumanas que viven por ir en busca de una vida mejor.
En el lugar estuvieron también presentes el padre Héctor Xavier Villa, responsable de la Dimensión de Fe y Compromiso Social, así como frailes franciscanos de la Diócesis de El Paso.
Mientras ellos rezaban y leían las frases escritas en cartelones, a un lado se levantaban carpas que el gobierno local ha destinado ante las amenazas de deportaciones masivas.
Ese momento de oración fue también un signo para manifestar el descontento con las leyes que ha impulsado el presidente Trump.
La hermana Nereida Vargas, superiora de las Hermanas Misioneras de María Dolorosa, leyó un pronunciamiento redactado por las congregaciones presentes, la asociación Sembrando Hoy, Cosechando Mañana, A.C., y el Instituto de Geografía para la Paz, A.C.
“Queremos con este acto simbólico, unirnos solidariamente a todas las personas que están sufriendo estas situaciones y todas sus consecuencias. Decirles que estamos convencidas de lo que nos dice el Papa Francisco: que las personas migrantes «no son invasores, su contribución enriquece» y «el encuentro con el migrante, es también un encuentro con Cristo mismo. Por ello, estamos aquí con ustedes”, leyó la religiosa.
Asimismo, se pidió al gobierno de Estados Unidos el cese a las deportaciones y el estado de derecho internacional; ya que, leyó la religiosa, el libre tránsito es un derecho humano.
“Nos unimos y sumamos las voces de justicia por parte de quienes están sufriendo estos atropellos, para que no se repitan estos actos que atentan contra su dignidad. Que la esperanza y fe en Dios de la vida, como tantas personas de ustedes nos han mostrado, continúe en cada uno de nuestros corazones”.