Diana Adriano
Desde el Templo Expiatorio del Sagrado Corazón de Jesús, en León, Guanajuato, el pasado miércoles 29 de junio se celebró la Santa Misa de exequias de monseñor Renato Ascencio León, obispo emérito de Ciudad Juárez, quien falleció el pasado lunes 27 de junio.
Presidida por monseñor Alfonso Cortés, arzobispo de León, la misa recibió la asistencia de sacerdotes y amigos que don Renato hizo durante su vida, incluidos de Ciudad Juárez, para recordar y honrar su vida.
Un gran pastor
En su homilía, el arzobispo Alfonso Cortés recordó cómo durante su vida don Renato siempre fue un hombre que hizo la voluntad de Dios y cumplió con fidelidad la misión de pastorear a su Iglesia.
“Hoy recordamos cómo nuestro hermano, monseñor Renato, hizo la voluntad de Dios en su vida. Santificado por el Bautismo, consagrado por el Espíritu Santo en la Confirmación, unido y acercado al cuerpo de Cristo en el altar, y consagrado sacerdote y obispo, fue el testimonio fiel del siervo de Dios”, dijo monseñor Cortés.
“Su vida la expresó en el pastoreo…Las comunidades y ministerios que él desempeñó en la Iglesia quedan como testimonio de su pastoreo. Dios le consagró el corazón para ser obispo de Ciudad Madera, de Juárez y de la Iglesia, y él fue fiel a ese pastoreo. Él fue el pastor de la Palabra”, añadió el jerarca.
Tres características
El arzobispo cedió la palabra a monseñor Guadalupe Torres Campos, obispo de Ciudad Juárez, quien compartió tres características que definieron a don Renato.
“La Pastores Gregis señala que el obispo es padre, hermano y amigo. Sin duda, don Renato reúne estas tres características. Don Renato, padre, para muchos de nosotros fue un padre, un rector, un maestro… Un padre amoroso, entregado y que da vida, durante todo su ministerio ejerció su amor y el amor del Padre”, expresó don Guadalupe.
Recordó que don Renato siempre fue hermano con todo el carácter y dijo que la fuerza que transmitía, su cercanía, su capacidad de escucha, su disponibilidad y su fraternidad, lo volvieron un hermano ejemplar.
“Don Renato, amigo , muchas amistades en tantas partes, aquí en León, en Irapuato, en Madera, en Ciudad Juárez y en Italia. Fue un hombre capaz de la amistad sincera, una amistad capaz de dar la mano en solidaridad”, abundó.
Concluida la celebración, el arzobispo agradeció a Dios por lo que ha dado a la Iglesia a través del ministerio de monseñor Renato Ascencio, y recitó las últimas oraciones del rito de exequias, así como la aspersión del agua sobre el féretro y el incienso.
Emocionados, los asistentes y quienes siguieron la misa por la transmisión digital para Ciudad Juárez en Radio Guadalupana, elevaron oraciones por el Eterno descanso del querido obispo.