Diana Adriano
Aunque no había escuchado nada acerca de la encíclica Laudato Si, en la que el Papa Francisco invita a los católicos a una conversión ecológica, Leobardo Almaraz es un fiel seguidor de este espíritu que tanto difunde el Santo Padre.
Don Leo, como es conocido, ha realizado a lo largo de su vida pequeñas acciones de auto sustentabilidad que derraman un bien en la sociedad y siguen los consejos del papa Francisco en la llamada encíclica Verde, así como en su petición de oración para este mes de septiembre: “orar por un estilo de vida ecosostenible”.
Aquí su testimonio.
Alternativa de vida
Desde su infancia, la ecología comenzó a ser parte de la vida cotidiana de don Leo, pues al vivir en San Marcos, Durango, estuvo siempre apegado al campo y a la siembra.
Al llegar a Ciudad Juárez, hace 57 años, su esposa y él comenzaron a incorporar hábitos sustentables que, además de ser beneficiosos para el medio ambiente, ayudaron a su economía y su salud.
“Desde pequeño me gustó la siembra, entonces, aquí en Juárez yo seguí con este afán. Todo el terreno de mi hogar lo sembraba. A pesar de en ese tiempo no tener luz, ni agua, nosotros buscábamos la forma y a la buena de Dios, siempre nuestros plantíos crecían”, expresó.
Las primeras siembras de don Leo en su huerto familiar fueron maíz, chile de árbol, tomate Cherry y árboles frutales.
Con el paso del tiempo, la construcción de su hogar creció y su huerto quedó con menos espacio, pero esto no decepcionó a don Leo y su familia.
“Así tuviera un pequeño espacio de tierra, para mí era perfecto para sembrar un árbol frutal o alguna otra planta. Aparte de proveernos de alimentos frescos de gran calidad y saludables, esta acción nos ayudaba a ser amables con el medio ambiente”, mencionó el entrevistado.
En la actualidad, el huerto de don Leo le da maíz, habas, chícharos, garbanzos, cacahuates, ajos, cilantro, papagayo, lentejas, rábanos, calabazas, durazno, cebollas, sandías, tomates cherry y saladette, entre otras cosas.
Esto para su familia ha sido de gran felicidad, pues están conscientes de que ahorran y mejoran su salud al comer alimentos que ellos mismos cultivan.
Tarea gratificante
Desde su fe y espiritualidad, don Leo ve a Dios presente en su bio huerto, que sin duda requiere mucho esfuerzo, pero que también ofrece grandes ventajas.
“Son mi otra familia. A cada una de mis plantas las trato con amor, las trabajo cuidadosamente, las alimento y puedo ver la mano de Dios en este proceso”, dijo quien también aprende de la paciencia en el camino.
Por ello, a don Leo le hace mucho sentido lo que hoy nos pide el papa para lograr mejorar el medio ambiente, desde un esfuerzo de una vida ecosostenible.
“A todas las personas que tengan una planta en su hogar, los invitó a que le pongan mucha fe, ganas y espíritu, pues un árbol en su casa en su pulmón y ayudamos a conservar la creación de Dios al cuidar nuestro medio ambiente”, explicó don Leo.
Otras pequeñas acciones
Pero don leo no solamente produce los alimentos que consume, sino colabora regando árboles o plantas que observa secos en los alrededores de su hogar.
Además, el reciclaje se le da muy bien, pues utiliza algunos envases de plástico como maceta, para sus germinados, que regala a algunas personas.
Otra tradición que hace de don Leo todo un héroe de la vida eco sostenible, es en Semana Semana Santa, tiempo en el que él y su familia hacen pequeños detalles para regalar en las misas, que consisten en una tarjeta de oración acompañada con diferentes semillas que las familias pueden sembrar.
“Invito a todos nuestros hermanos, que si tienen un espacio, hagan el propósito de tener un árbol, es muy fácil conseguirlo. Yo les puedo ayudar a labrar la tierra y les siembro lo que quieran. Todo esto me nace del corazón.”, finalizó don Leo.