- Seminaristas y ecónomo nos explican por qué es importante apoyar económicamente en estos momentos a la Casa de formación sacerdotal.
Ana María Ibarra
Tres mil cajas de chocolates vendidas, es la meta que el Seminario Conciliar se ha propuesto durante este semestre para cubrir los gastos corrientes de la casa de formación.
A causa de la pandemia del Covid 19, las actividades que cada año realiza esta institución fueron canceladas, por lo que esta es la manera en que se espera obtener recursos económicos y cubrir las necesidades materiales de los alumnos y de la casa en general.
El obispo diocesano, don J. Guadalupe Torres Campos; el ecónomo, padre Aurelio Saldívar, y seminaristas del Equipo de Promoción y Recaudación de Fondos, invitan a la comunidad a apoyar esta campaña.
Invitación del obispo
A través de un comunicado fechado el 23 de septiembre, el obispo don J. Guadalupe Torres Campo convocó a la comunidad a dar su apoyo al Seminario en esta campaña de venta de chocolates.
“El deber de fomentar las vocaciones pertenece a toda la comunidad de los fieles, que debe procurarlo, ante todo, con una vida totalmente cristiana”, es la cita con la que inicia el comunicado.
Después de un saludo breve, el obispo se dirige a todo el pueblo de Dios invitando a mirar al Seminario.
“Sé que muchos de ustedes oran por las vocaciones y otros tantos, que, como las mujeres que ayudaban con sus bienes al Señor y a sus discípulos, así ustedes, lo hacen con esta casa de formación tan amada en nuestra diócesis”, expresa el obispo.
Reconociendo que la situación a causa de la pandemia ha trastocado todos los ámbitos, incluyendo el económico, expreso la dicha de que, aún en medio de la pandemia, Dios sigue llamando operarios a su mies.
“Debemos estar agradecidos por ello, sin embargo, hay que redoblar esfuerzos para seguir apoyando en estos tiempos difíciles”, motivó.
En este comunicado, el obispo dio a conocer la campaña de la venta de chocolates que el Seminario está llevando a cabo por lo que invitó a ser solidarios.
“Ruego encarecidamente hacer un esfuerzo para apoyar a nuestro Seminario adquiriendo algunas cajas de este producto. El Señor, que no se deja ganar en generosidad sabrá recompensar su valioso esfuerzo”, finaliza la circular.
Necesidades
Solventar las necesidades materiales del Seminario ha siempre sido un desafío, el cual se complicó, evidentemente, con la pandemia.
El seminarista José Guadalupe Mendoza Ortíz, de la facultad de teología, compartió que en estos tres años que lleva dentro del Seminario se ha percatado de las muchas necesidades que enfrenta su hogar temporal.
“En el camino de la formación sacerdotal hay diversas necesidades, tanto materiales como espirituales. En esta contingencia que estamos viviendo, mayormente las necesidades que tiene el Seminario son en lo material, porque involucra el pago de servicios, de los maestros, el mantenimiento de la casa, entre la necesidades más fuertes”, dijo el seminarista.
Señaló que en esta cuarentena se han agregado gastos que anteriormente no se tenían contemplados como adquirir lo necesario para los protocolos de sanitización.
José participa en el grupo que genera y promociona las campañas que se realizan para recabar fondos, y esta campaña de venta de chocolates no es la excepción.
Otra encomienda que tiene es mantener contacto con algunos bienhechores, haciéndoles saber las actividades que se realizan para obtener fondos.
“Los sábados nos reunimos para llamarles a los bienhechores, agradecerles que nos apoyen por medio de su aportación económica”, dijo.
José Guadalupe invitó a la comunidad a seguir apoyando al llamado “corazón de la diócesis”, donde se forman los futuros sacerdotes.
“Les pedimos que sean generosos con su oración por nosotros y que ayuden esta campaña de los chocolates. Los invito a que sigan amando nuestros Seminario y a todos los que formamos parte de esta casa”.
Los efectos de la pandemia en el Seminario
A lo largo de esta pandemia, el Seminario se vio en la necesidad de suspender las distintas actividades recaudatorias, explicó David Cordero Reyes, estudiante de segundo año de filosofía.
“Una de las tres actividades base del Seminario es la famosa kermés, que nos solventaba bastante la economía de la casa. La gente se reunía sobre todo por el evento de la Lucha Libre, donde ademas de tener la lucha de profesionales participábamos seminaristas y sacerdotes”, recordó David.
Añadió que otra actividad importante es la venta de “Raspaditos” que era apoyada por las parroquias y con cuya ayuda lograban solventar gastos fuertes,
“Un día especial era la colecta del Buen Pastor. Eramos enviados a una parroquia en particular para llevar el mensaje de la necesidad que tiene la ciudad de más pastores. También era día de promoción vocacional entre los jóvenes”, relató.
Otros eventos recaudatorios
Como actividades menores, agregó David, pero no menos importantes, se contaba con los desayunos mensuales, actividades en el salón de eventos Cibeles y la cena baile, esto ayudaba a la economía del Seminario ya que se requiere al menos 650 mil pesos mensuales para reducir estos gastos.
“Como seminaristas, ver las necesidades de la casa nos mueve el amor. El amor a la casa se ve desde los aseos, hasta el apoyo en estas actividades. Nos sentimos identificados con la casa. Queremos devolver un poco de lo mucho que aquí se nos brinda y lo hacemos con amor sincero”, dijo.
El joven invitó a la comunidad a no disminuir sus ganas de apoyar al Seminario.
“Lo económico nos mantendrá de pie, pero uno de los pilares es la oración; ambas cosas nos mantienen, y al final de cuentas nos estamos formando para el pueblo”, puntualizó.
“Les pedimos que sean generosos con su oración por nosotros y que ayuden esta campaña de los chocolates. Los invito a que sigan amando nuestros Seminario y a todos los que formamos parte de esta casa”.
José Guadalupe Mendoza Ortíz/ Seminarista