¿Sabías que el diezmo se destina también para atender la enfermedad y muerte de sacerdotes de la diócesis?… por ello es importante tu aportación. ¡Únete a la campaña del diezmo, que concluye este mes de febrero!
Ana María Ibarra
Este mes de febrero es la última oportunidad que tienen los fieles para aportar el diezmo de la campaña 2021-2022, recurso gracias al cual la Diócesis de Ciudad Juárez sale adelante en el aspecto material.
Tal y como lo explica el padre Alfredo Abdo Rohana, ecónomo de la diócesis, un 30 por ciento del monto total del diezmo, se destina para cuidar la salud, enfermedad y muerte de los sacerdotes.
Sin embargo, tanto para el ecónomo, como para el responsable del fondo de seguridad sacerdotal, padre Arturo Veleta, este monto es insuficiente, especialmente en este tiempo de pandemia en que se han multiplicado los casos de enfermedad entre los clérigos.
Cuando los fondos se agotan
El padre Abdo, ecónomo de la diócesis, explicó que lo captado en la Campaña del Diezmo se divide para distintas necesidades y fondos de la diócesis, uno de ellos, el de seguridad sacerdotal.
No obstante, cuando por alguna enfermedad se llega al límite del monto destinado, se deben utilizar otros fondos.
“Evidentemente que al recurrir a otros fondos, viene la crisis. Esto sucedió recientemente ante la enfermedad de uno de nuestros sacerdotes. Si tuviéramos bien alimentados los fondos en que se distribuye el diezmo diocesano, la economía de la diócesis no se vería afectada”, señaló.
La dificultad, dijo el ecónomo, se multiplica cuando hay una necesidad que se debe cubrir con otro de los fondos que, a su vez, fueron utilizados para dar soporte a los gastos médicos.
“Ahora que estamos en la campaña es importante mantener sólido lo que es la aportación del diezmo para poder cubrir los diferentes destinos y uno de ellos es el fondo para la salud. Dramático se pone cuando no es sólo un sacerdote enfermo, sino dos o tres”.
Llamado a la solidaridad
El padre invitó a la comunidad a mostrar un signo de solidaridad en esta campaña del diezmo para poder cubrir el porcentaje de la seguridad sacerdotal
“Pido a nuestros fieles que sean solidarios. Sabemos que todos tenemos necesidades, pero los invito a que designen de su economía un poquito para apoyar con su diezmo y sostener la enfermedad y el fallecimiento de nuestros sacerdotes”, convocó.
Pensión y salud
Por su parte, el padre Arturo Veleta explicó que los sacerdotes no cuentan con seguro social ni seguro médico o alguna pensión de parte de la diócesis, como sucede con trabajadores asalariados, que cuentan con prestaciones en sus empleos.
Ante esta necesidad, los obispos mexicanos vieron indispensable proveer a los sacerdotes de aspectos mínimos de seguridad social e hicieron dos planes.
“El primero fue designado a la pensión de los sacerdotes ancianos y otro para enfrentar o lidiar con gastos médicos mayores”.
Así, el 30% que se recibe del diezmo, junto con una aportación anual de parte de los sacerdotes, tiene como destino la organización nacional Obras de Clérigos en Ayuda Solidaria (OCEAS), y desde dicha organización se proveen los dos servicios.
“A los padres mayores de 70 años se les da el equivalente a dos salarios mínimos de pensión cada dos meses. Con respecto a los gastos médicos mayores, con el apoyo del OCEAS, tenemos cubierto por año gastos de hasta 840 mil pesos por sacerdote. Si el monto no se utiliza, no se nos entrega, se va para ayudar a otro sacerdote del país”, explicó.
Escenario ideal: que todos aporten
El responsable de la seguridad sacerdotal dijo que el monto destinado por el OCEAS puede cubrir gastos médicos “normales”, pero ante una situación catastrófica que requiere terapia intensiva y medicamentos o estudios de costos elevados, resulta insuficiente.
“Para situaciones inesperadas, enfermedades prolongadas o tratamiento contra el cáncer los 840 mil pesos no son suficientes y tenemos que buscar los medios para solventar estos gastos”.
Buscar otra ayuda
El padre Arturo reconoció que en los tiempos crudos de pandemia, sin ingresos en las parroquias, hubo la necesidad de pedir ayuda a personas de buena voluntad para solventar algunos gastos de salud de sacerdotes de la diócesis.
“El año 2021 estuvimos más activos, y pudimos salir adelante. Invitar a la gente a que aporte su diezmo es una situación que quizá puede ser molesta para algunos. Vemos en las redes que se nos ataca, pero aquí en la Iglesia Diocesana pedimos un día de ganancia al año, y con eso, Dios provee”.
Que todos aporten
El sacerdote señaló que si todos los católicos aportaran la cantidad que corresponde, la situación para los gastos médicos estaría bien.
“A veces se exige mucho de los sacerdotes y se nos critica, pero se nos olvida que somos seres humanos y que tenemos necesidades, y una de ellas es el cuidado de la salud”.
Por otra parte, el padre Arturo recordó que uno de los mandamientos de la Iglesia es ayudar a sustentar los gastos.
“Sabemos que la situación no es buena ni favorable para nadie en esta pandemia, solamente pedimos un poco de generosidad con el diezmo. Bendito sea Dios en esta diócesis son muy transparentes los manejos y se utiliza para bien hasta el último centavo que recibimos”, afirmó.
Y finalizó diciendo: “Les hago la invitación de que seamos instrumentos de Dios en el cuidado de los pastores. Esta oportunidad de aportar con lo que podamos es de mucha ayuda para los casos de enfermedad grave o para que sigan con la pensión que son dos salarios mínimos y se paga cada dos meses. El cumplir con generosidad y amor dará muchísimos frutos a toda nuestra diócesis”.
FRASE..
“Les hago la invitación de que seamos instrumentos de Dios en el cuidado de los pastores. El cumplir con generosidad y amor dará muchísimos frutos a toda nuestra diócesis”.
Pbro. Arturo Veleta/ Fondo de Seguridad Sacerdotal