Entrevista al psicólogo juarense Rodolfo Félix Moreno
En entrevista con Periódico Presencia, Rodolfo Félix Moreno, psicólogo clínico especialista en terapia humanista, explicó qué es el narcisismo y compartió algunas reflexiones sobre cómo hoy en día los jóvenes, inmersos en el mundo digital, viven esta condición.
Aquí la entrevista.
1. ¿Qué es el narcisismo?
Es una pulsión de algún individuo determinado que empieza a gestarse cuando la persona empieza a confundir lo que es una necesidad y un deseo.
Podemos poner una necesidad como lo que necesitamos para mantenernos vivos, como el respirar, alimentarnos, dormir; y las necesidades para vivir son: el vestido, la afiliación, sentido de pertenencia y que tienen como un objetivo principal satisfacer un apetito. El deseo, que no es precisamente malo, se traduce únicamente en querer, en no precisamente esforzarse por satisfacer una necesidad, sino que se puede obtener relativamente fácil. El deseo jamás va a satisfacer al individuo, porque siempre va a requerir más.
Aquí estamos hablando de una persona que distingue una necesidad emocional, en donde la persona cuenta con una buena autoestima y que no necesita ningún elemento externo para poder continuar; y otra persona que no; que confunde, no acepta ni lo que es, ni lo que tiene. Pudiera parecer que hace alarde de su belleza física, conocimiento y aptitudes, pero es al revés: esa persona tiene una carencia, actúa con una mentalidad de escasez, como de espíritu que requiere de constante afirmación y reconocimiento para poder mantener, no precisamente su autoestima, sino un ego.
Estas personas necesitan que estén haciendo mención a sus méritos, a sus honores, está constantemente exponiéndose a ver qué tanto ha mejorado y caen en una condición de la hiper vigilancia de su imagen, tratar de mejorarla y llegar a un grado de perfección inexistente. Como la perfección no existe, ni puede existir en nadie, hay frustración y requiere de mucho más de opiniones positivas para que le ayuden a mantener la dinámica de esas carencias.
(El narcisista) Jamás va estar satisfecho, cae en, en la soberbia y esa pulsión requiere de constantes reconocimientos para poder mantener el ego encumbrado.
2. ¿Sabemos que usted, como profesional de la psicología, trabaja sobre este tema. ¿En qué sentido?
Primero que nada hacer hincapié en que los jóvenes, también los niños -ahora los niños utilizan las redes sociales pues son de muy fácil acceso y no hay ningún tipo de restricción-, lo que estamos haciendo con los jóvenes es hacerles comprender que todo lo que se vive y lo que se dice en una red social no tendría por qué ser la única verdad absoluta.
Y (las redes sociales) nos hacen seguir modas, nos hacen caer en comparaciones y competencias desleales que no hacen sino lastimar mucho más la empobrecida autoestima de las personas. Cuando hablamos de autoestima no es nada más verse bien o gustarse así mismo. El autoestima es realmente no someterse a constantes pruebas, ni comparaciones, sino aceptarse, amarse y estar a gusto con uno mismo y no permitir que haya otras instancias ajenas que afecten o impacten de manera significativa nuestra emocionalidad o a nuestra vida cotidiana.
Los jóvenes son muy proclives para caer en este tipo de situaciones, con base en ello estamos haciendo un trabajo de concientización para que el joven o cualquier persona de cualquier edad no se resigne, sino que se acepte como es, lo que es bueno, lo no tan bueno y al aceptarse uno mismo, automáticamente va dejar de tener esa necesidad de sentir la competencia.
3. ¿Cómo se vive esta condición en la actualidad principalmente entre los jóvenes?. ¿Es un fenómeno?
Definitivamente es un fenómeno. Lo veo de esa manera: la vida antes y después de Facebook cambió todo y ahora estamos dejando de realizar actividades que antes realmente nos deparaban mucha felicidad porque llevamos las cosas a un nivel práctico y no necesitábamos competir, sino disfrutar. Ahora entramos a competencia; ahora estamos comparándonos y vemos personas que tienen muchas más habilidades para alguna otra cosas y nos hacen sentir como inútiles de verdad.
Pero lo que necesitas es tu aceptación y estar agradecido con Dios por lo que te ha dado, con lo que tú eres, con tus capacidades. Con esfuerzo, con mucho entusiasmo, cariño y a través de la práctica de repetición se pueden conseguir niveles mayores (de autoaceptación) y lo disfrutas.
Pero ahí va otra cosa bien importante: si tú quieres compartir, eso en una red social está perfecto, compartir, pero no es lo mismo que presumir. Hay personas que están contentas con su vida, su familia, deporte, y tienen mucho gusto en compartirlo. Pero para pertenecer no tenemos que demostrarle nada a nadie, no hacer puntos, tenemos que cumplir con nuestro trabajo y obligaciones. Hay que hacer una diferencia también entre lo que es compartir sin la necesidad de obtener aceptación, sino por gusto y compartir ese gusto con los demás.
4. ¿Cómo se relaciona el narcisismo con la presencia y uso en la actualidad de las redes sociales?
Siempre han existido estas manifestaciones emocionales (narcisismo), pero ahora, en las redes, se están logrando de una manera muy distinta, casi inmediata exclusivamente con la exposición a una fotografía o un comentario que incluso sea totalmente distinto al nivel de pensamiento y filosofía de la persona. Y regresamos a la cuestión del narcisismo con personas que aparentan saber más o ir un paso más adelante o simplemente estar más instruidos y empieza una competencia para tratar de “ganar”. Para muchos parlotear, es ganar. Mucha gente piensa que quedarse callado, en vez de ser prudencia, o educación o respeto, es perder, y aquí entra nuevamente el ego. Y siempre va a haber alguien que haga mucho mejor algo y eso está bien. Lo malo esta en querer competir para quedar bien, para ser el único. Ese tipo de necesidades (expuestas en las redes) únicamente están exponiendo carencias.
5. ¿Cómo afecta este fenómeno el pensamiento / personalidad de los jóvenes?
Hay mucha vulnerabilidad. Hoy hay tanta información y se dicen tantas cosas que son ciertas, otras que no, pero todas están en las redes sociales todo el tiempo y entonces los jóvenes a los que les falta experiencia, que les falta algo de madurez, únicamente se dejan ir por lo que están leyendo y pueden dejarse ir por algo que va en contra (de su persona) y sin ningún fundamento.
Las redes sociales no son malas, sino que su uso hace que lo sean. Si las redes se usan verdaderamente para comunicación está bien, pero también (el mal uso) los lleva a la destrucción. Y eso está confundiendo al joven. Hay mucha confusión porque estan pretendiendo hacerle caso a quienes piensan que estan en lo correcto. Se está buscando en donde no hay, no en donde sí hay.
6. ¿Y Cómo se ve afectada la espiritualidad?
Muchísimo. Hay tanta detracción en relación a nuestra fe que ahora se pretende criticar todo lo que hacemos en nuestra práctica católica. Se ataca muchísimo ( a la fe católica) y se ponen otras opciones u alternativas. Se respetan otras creencias, pero no se debe atacar.
Pero ellos (los jóvenes) en lugar de entrar en esta dinámica (de la fe) porque no conocen, mejor buscan otras cosas a lo que ellos llaman espiritualidad. Quizá para ellos esté bien, pero cierto tipo de prácticas no son espiritualidad, pueden ser practicas culturales u otro tipo de cosas, pero no espiritualidad
7. ¿Cómo impacta a la sociedad este fenómeno y qué se puede hacer para contrarrestar los efectos negativos que pueda tener?
Lo primero que pienso es que debemos de cuidar mucho las cosas que colocamos en las redes sociales, primero que nada que respeten siempre el pluralismo y que hay otras personas que tienen el derecho a pensar diferente de nosotros, no atacar, no renegar, no poner cosas tan negativas. Deberíamos de empezar a cuidar eso, tener más armonía y cordialidad con las cosas que colocamos en las redes.
Algo fundamental es ser agradecido, el no querer ser o tener más de lo que eres y agradecer a Dios por lo que eres.
Consejos prácticos
- No poner tanta importancia a las visualizaciones a cada cinco minutos de las redes, dar tiempo, no estar todo el día, ni utilizarla cuando se es un momento con la familia.
- Cuidar respetando lo que publicamos.
- No creer todo lo que se publica en las redes
- Fomentar el respeto