Porfirio comenzó a conocer la Sagrada Escritura en el Instituto Bíblico San Jerónimo… dice que ahí Dios le abrió los ojos a la vida y les da consuelo a él y a su esposa enferma de cáncer hace 15 años…
Ana María Ibarra
Consuelo ante la enfermedad de su esposa, un compromiso a servir y un cambio personal es lo que Porfirio Bazán ha experimentado al leer y meditar las Sagradas Escrituras.
Motivado en la dificultad
Como todo servidor, Porfirio se adentró a la lectura de la Palabra de Dios, pero decidió profundizar tomando el Diplomado en Sagradas Escrituras en el Instituto Bíblico San Jerónimo.
Siendo parte del ministerio de Liturgia de la parroquia San Martín Obispo, decidió aceptar la invitación también con un gran deseo de conocer más de Dios y de su Hijo Jesucristo, y así adentrarse en la Sabiduría de Dios.
“En el primer semestre ingresamos más de 100 personas, pero al siguiente solo quedamos diez”, recordó.
Porfirio reconoció que hubo momentos de desesperación y pensó en dejar el curso, pero siempre tuvo el apoyo de sus compañeros de clase, quienes lo motivaron a seguir.
“Soy comerciante y como ser humano pensaba en mi trabajo ya que el curso era los viernes y es cuando hay más venta. Otro motivo era mi cansancio mental, pero dentro de mi corazón había una inquietud por seguir adelante, además mis compañeros me motivaban y eso me mantuvo para continuar”, compartió Porfirio.
Descubrió a un Dios cercano
Uno de los cambios que Porfirio sintió al adentrarse en la Palabra de Dios fue el descubrir que Dios le habla personalmente, mostrándole el camino a seguir.
“Cómo persona humana tengo debilidades, pero Dios me dice en su Palabra que me fortalece. Él siempre está en mi vida, en mi persona y en las personas que me rodean. Dios se manifiesta en el día a día”, señaló.
Porfirio agregó que descubrir esa manera de actuar de Dios le ha quitado un velo de sus ojos ya que antes de adentrarse a las Sagradas Escrituras se encontraba ciego, pues no se daba cuenta de que Dios se encontraba cercano a él, cuidándolo, presente en los momentos de alegría y de angustia.
Ayuda en la dura prueba
Uno de esos momentos de angustia ha sido la enfermedad de su esposa Florentina quien padece cáncer en los pulmones, uno de los cuales le fue retirado hace un tiempo.
“Llevamos 15 años luchando contra el cáncer, los médicos ya la desahuciaron. Pero Dios es tan grande y poderoso porque aún la tiene aquí, con sus limitaciones, pero está con vida”.
A través de la Palabra de Dios, tanto Porfirio como Florentina han encontrado el consuelo en este tiempo de enfermedad.
“Mi esposa me ha dicho que su enfermedad y su sufrimiento lo ofrece a Dios convencida de la fuerza del Señor, y considera que está purificando su alma antes de estar en la presencia de Dios”.
Leer la Biblia ha sido la manera de sobrellevar esta dura prueba, fortalecidos por Dios.
“Ella lee la Biblia y a pesar de su sufrimiento tiene un rostro alegre. Ella sabe que de un día a otro puede ya no estar con nosotros, y me ha comentado que ha sentido miedo, pero su fe se fortalece. Siempre busco hacerla sonreír y apapacharla, que se sienta consentida”.
Un acercamiento que da fruto
Durante sus años de estudio, Dios ha ido moldeando el corazón de Porfirio, no sólo para beneficio de su familia, sino además de su comunidad, a los que les ha dado grandes frutos.
“Mi esposa y mis hijos me han dicho que he cambiado, que ya no soy tan enojón. Que soy más paciente y comprensivo y, sobre todo, ya les dedico más tiempo”, reconoció.
Y por otra parte, como fruto de su estudio, Porfirio comenzó a atender un grupo para compartir la Lectio Divina con fieles y servidores de su parroquia, cada domingo.
“El obispo recomendó abrir nuevos proyectos en la diócesis. Se nos invitó a tomar un curso de Lectio Divina y me comprometí a dar este servicio buscando que la gente se enamore de Cristo como me he enamorado yo. Me motiva dar este servicio porque la luz que Jesús nos da en el evangelio nos une y nos motiva”, dijo.
La Lectio Divina que imparte Porfirio se realiza todos los domingos a las 9:30 de la mañana en la capilla del Santísimo en la parroquia.
Su mensaje
Permanecer en la Iglesia y darse la oportunidad de introducirse en las Sagradas Escrituras es el mensaje que Porfirio da a la comunidad diocesana.
“Al leer las Sagradas Escritura es Dios quien habla. Los invito a que se den el tiempo para leer la Palabra de Dios y pueden venir y aquí podemos ayudarles a salir de sus dudas. Dios se manifiesta a leer la Biblia, su Palabra siempre será actual. Podemos leer hoy una cita y mañana leerla otra vez y siempre nos dirá algo distinto”, dijo Porfirio, quien celebró su graduación del IBSJ el pasado sábado 3 de septiembre, tras cuatro años de arduo trabajo.
“Es como si estuviera soñando, algo que mi mente no alcanzaba a vislumbrar. Siento alegría, gozo, paz, por haber terminado este diplomado. Me siento comprometido con Dios y con su Hijo Jesucristo. Esto no se ha terminado, es solo el principio de lo que Dios tiene preparado para mi vida”, expresó.
Por qué septiembre es mes de la Biblia
- En septiembre se conmemora el aniversario de la publicación de la primera Biblia imopresa en Suiza, (1569)
- Este mes se celebra a san Jerónimo, santo estudioso de la Biblia y su traductor al latín, del cual surgieron las actuales presentaciones de la Biblia. (A la traducción de san Jerónimo se le conoce como “Vulgata editio” -edición para el pueblo-).