Noviembre, diciembre y enero serán meses clave en el trabajo que se realiza en la diócesis para llegar a un nuevo Plan Diocesano de Pastoral, encabezado por el obispo don Guadalupe Torres Campos.
Tras la la presentación de la estructura de trabajo pastoral propuesto por la Conferencia del Episcopado Mexicano que incluye seis comisiones y sus respectivas dimensiones, la Diócesis de Ciudad Juárez comenzó a organizar el trabajo que sigue para concretar un Plan Diocesano de Pastoral.
Así lo dio a conocer el padre Mario Manríquez, vicario de pastoral, quien explicó los pasos a seguir en los últimos meses del año en los que se irá concretizando el trabajo a nivel parroquial, decanal y diocesano.
Primera etapa
“Lo primero fue la presentación de la estructura de la CEM al presbiterio, a los religiosos y religiosas de la diócesis, y a los laicos delegados de las parroquias y en el Seminario se hizo la presentación. Esta fue la primera etapa del plan diocesano de pastoral, el conocimiento de la estructura para el trabajo organizarlo en comisiones y dimensiones”, explicó el padre Mario.
Añadió que los encargados de las comisiones realizaron la selección de las dimensiones que se van a trabajar, las cuales fueron aprobadas por el Consejo de pastoral.
“Estas dimensiones son las que trabajaremos en la siguiente etapa a nivel de parroquia. Habrá otras que se trabajaran a nivel de la diócesis o que son muy específicas como por ejemplo la formación permanente del clero que tiene una comisión a cargo de sacerdotes, puesto que les corresponde a ellos la misión de formar y ayudar al sacerdote”, agregó.
Plan pastoral, trabajo organizado
El vicario de pastoral resaltó que el Plan Diocesano de pastoral no es una meta, sino una forma de organización diocesana para poder servir a la comunidad, por lo tanto, añadió, no es tampoco un libro que se hace por arte de magia, sino un camino que se va tejiendo y al final, resulta en un documento.
“Desde que empezamos nuestro Plan de pastoral con esta estructura, hemos empezado a reflexionarlo y conocerlo. Ya dio comienzo la realización del plan, que al final se concreta en un documento, pero los diálogos, conocer y exponer los temas, es un camino que se va haciendo”, expuso.
Siguiente etapa
Los siguientes pasos concretos del plan de pastoral, explicó el padre Manríquez, se llevarán a cabo en los meses de octubre y noviembre a través de las asambleas parroquiales.
“En cada parroquia tendremos que realizar una asamblea para dar a conocer a nuestras comunidades cuál es el esquema de trabajo y empezar a trabajar cada una de las dimensiones”, afirmó.
En esta etapa se pretende conocer la historia de cada parroquia, las fuerzas, las debilidades, las oportunidades y las amenazas de cada una de las dimensiones, agregó.
“Esto es para darnos cuenta de cómo llegamos al punto en que estamos en cada parroquia, qué hicimos o dejamos de hacer, en que nos descuidamos. Es una mirada retrospectiva dentro de una planeación bajo del método prospectivo. Esta parte es importante”, señaló. Con base en ello se irá repasando cada una de las dimensiones, se ira trabajando y será un aporte por parroquias, resaltó.
Organización parroquial y decanal
El padre Mario Manríquez dijo que cada parroquia deberá conformar su Consejo Pastoral Parroquial, integrado por miembros de cada una de las dimensiones para poder servir a la parroquia.
“También cada parroquia deberá formar su consejo de economía que es algo que nos pide el Código de Derecho Canónico, no es algo que aporte el plan, sino que se reconoce que el código nos pide y nos exige. Entonces, los dos puntos se deben poner como piedras básicas para sobre ellas comenzar la construcción”, dijo.
Otro detalle que señaló el padre Mario es que será la gente de la comunidad la que estará a cargo de las asambleas hasta el final.
“Es muy importante que la gente de los consejos parroquiales se prepare para poder caminar hacia estas metas organizadamente, participativamente y no dejarlo ahí a ver quién más lo hace”, sentenció.
En los decanatos
Por otra parte, dado que en el mes de diciembre las comunidades se dedican a las actividades litúrgicas propias del Adviento y la Navidad del Señor, será hasta enero cuando se retomen los trabajos por decanatos.
“Cada decanato tendrá un encargado de comisión que incluye las pequeñas dimensiones. A nivel de la diócesis, los encargados de comisiones brindaremos la formación y los subsidios de trabajo para que por decanato se vayan realizando”, explicó.
Y agregó: “Cada decanato irá haciendo su propia marcha, su propia historia para que podamos llegar a un plan muy organizado donde, desde la diócesis, cada quien sepa lo que tiene qué hacer en el decanato y en la parroquia”
El sacerdote resaltó que uno de los decanatos que han avanzado en el trabajo es el Decanato de Cristo Rey, el cual comenzará en noviembre su asamblea decanal.
“Van muy adelantados, han tomado el trabajo muy en serio, son un buen ejemplo para la diócesis”, resaltó.
Motivación a la comunidad
El padre Mario dijo que luego del trabajo decanal vendrá la gran Asamblea diocesana, donde se expondrá todo lo que se realizó en las parroquias y en los decanatos para tratar de llegar a una gran síntesis de la situación actual de la diócesis.
“Quiero agradecerle a Dios esta llamada que nos hace para organizarnos y para trabajar de una manera más organizada. Motivo a la comunidad diocesana a que no nos sintamos desfallecer, sin duda todos en Juárez hemos trabajado mucho, pero hemos pescado poco, hay que organizarnos para que vayamos a donde el Señor quiere y, sin duda, la pesca va a ser abundante”, finalizó tras explicar que el documento final llegará cuando el trabajo esté elaborado.
frase…
Motivo a la comunidad diocesana a que no nos sintamos desfallecer, sin duda todos en Juárez hemos trabajado mucho, pero hemos pescado poco, hay que organizarnos para que vayamos a donde el Señor quiere y, sin duda, la pesca va a ser abundante.
Pbro. Mario Manríquez, vicario de Pastoral