El padre Alfredo Abdo presidió la bendición de las mascotas en San Lorenzo, que es parte de la conmemoración del santo conocido como patrono de los animales.
Diana Adriano
La comunidad del Santuario de San Lorenzo recibió el pasado 17 de enero a fieles de toda la diócesis acompañados de sus pequeños amigos, sus mascotas, para recibir la tradicional bendición de animales en honor a San Antonio Abad.
Este santo es llamado también patrono de los ganaderos y de los animales, bendijo a la Creación y predicó en el desierto, pues tenía una relación particular con la naturaleza, y por tanto también con los animales.
Por lo que es toda una tradición que las familias lleven a sus mascotas a los templos para que reciban la bendición.
De acuerdo con la Doctrina de la Iglesia, la bendición de los animales tiene un sentido para los fieles, de contemplar, admirar y dar gracias a Dios por su obra maravillosa; y, en segundo lugar pedir al Señor que derrame sobre las mascotas o animales de trabajo sus beneficios, como lo hace con todo ser viviente.
El padre Alfredo Abdo Rohana, rector de San Lorenzo, recibió en el atrio del Santuario a todas las mascotas, donde se destacaron perros chicos y grandes, gatos, tortugas y peces. Ante ellos, el sacerdote recordó que si bien tener una mascota nunca se podrá comparar con un hijo, es un ser vivo que merece respeto por ser parte de la creación de Dios.
Asimismo, el sacerdote resaltó que este acto es también un llamado a las familias para que cuiden y protejan a sus mascotas.
Momento de la bendición
En un acto solemne, todos los fieles, junto al padre Abdo recitaron en voz alta una oración a Dios, donde pidieron el cuidado y la bendición de todos los animales del mundo.
“Señor Dios…cuida de estas criaturas, bendícelas para que retozen en tu presencia, haz que las cuidemos con respeto, las utilicemos debidamente para nuestra subsistencia, y así, ayudados con los bienes presentes”, expresó el sacerdote.
De la misma forma, trajo a su oración a todas las mascotas y animales que se encuentran en una enfermedad o fatigados para que les conceda una segura recuperación.
“Señor…te pedimos que ahuyentes todo mal de todo animal que se encuentre agobiado por una grave enfermedad; defiende su vida y concédele una segura recuperación, para que no nos falte su ayuda en los trabajos de nuestra vida”, agregó el sacerdote.
Acto seguido, el presbítero se dispuso a rociar agua bendita en cada una de las mascotas presentes, y así todos recordaron y celebraron a San Antonio Abad.