Diana Adriano
El pasado 24 de diciembre se llevó a cabo en distintas parroquias de la diócesis la entrega de 600 Cenas Navideñas, una iniciativa de la parroquia La Sagrada Familia en conjunto con la Fundación Pedro Zaragoza.
Fue alrededor de la 1 de la tarde cuando se inició el recorrido de entrega de alimentos en la parroquia Jesús, Príncipe de la Paz, cuya comunidad, junto a su párroco, el padre Gustavo Balderas, recibieron a la gente que previamente había sido identificada.
“Es una iniciativa que organiza el padre Mario Manríquez desde hace varios años. Esta actividad se empezó con la finalidad de donar las cenas navideñas a las familias del Kilómetro 29, pero poco a poco se fue expandiendo y fue creciendo la cantidad”, recordó el padre Gustavo.
Un regalo de esperanza
En la comunidad Príncipe de la Paz y sus dos capillas, se entregaron un total de cien cenas, las cuales contenían pavo, jamón, puré de papa, refresco y sus salsas para acompañar.
“A las personas las vimos muy contentas, con una alegría en los ojos al momento que les repartimos las cenas, también con una esperanza, pues son familias necesitadas y lo tomaron como un gran regalo y una bendición de Dios para compartir en junto a sus seres queridos en esta víspera de Navidad”, relató el padre Gustavo.
“Fue una cena que fácilmente alcanzaba para seis o siete integrantes en la familia. Sin duda, la gente se mostró muy agradecida”, añadió.
Acto seguido, la caravana partió a las comunidades del Kilómetro 29, Santa Teresa de Jesús y El Señor de los Milagros en Riveras del Bravo, donde se entregaron las cenas restantes.
El padre Gustavo destacó la importancia de ser solidarios con las personas que requieran de un apoyo.
“Deseo invitar que el año que entra, ojalá se puedan sumar más parroquias a esta iniciativa. De verdad que es una oportunidad muy bonita de trabajar y estar con nuestra gente, y como sacerdotes trabajar en equipo junto con los laicos. Estas iniciativas nos ayudan a aumentar nuestro carisma de trabajo en equipo y de solidaridad como diócesis”, concluyó el sacerdote.