Ana María Ibarra
Mil doscientos niños de colonias de bajos recursos recibieron hace unos días mochilas y útiles escolares, como parte de la campaña Mochilatón 2017, que emprendieron en la diócesis la Pastoral del Trabajo y grupos empresariales.
Las primeras mochilas se entregaron a niños de bajos recursos en los kilómetros 29 y 33 de la carretera a Casas Grandes, esto el viernes 25 de agosto. El sábado 26 de agosto, se entregaron mochilas a niños de la colonia Chihuahua, que se reunieron en la capilla San José, donde se contó con la presencia del obispo don José Guadalupe Torres Campos.
Agradecido con Dios
Ilusionados por recibir sus mochilas con útiles escolares, más de 500 niños llegaron muy temprano a la capilla San José, donde un equipo de servidores de la parroquia Santa Cecilia, a la cual pertenece la capilla, los recibió con una sonrisa.
Mientras llegaban las mochilas, los niños se concentraron en el interior del templo, donde fueron animados para alabar a Dios como agradecimiento por los dones recibidos.
Poco después de las 10 de la mañana arribaron a la capilla, ubicada en una zona periférica de la ciudad, integrantes del grupo Rotario Ejecutivo, así como de la empresa Johnson y Johnson, y de la parroquia Corpus Christi de El Paso, Texas.
En camiones de transporte de personal fueron transportadas las mochilas que serían entregadas, mientras que otras empresas llevaron agua, dulces y helados para ofrecer a los niños.
Convencido de que el apoyo recibido para llevar a cabo el Mochilatón 2017 es obra de la acción de Dios, el padre Aurelio Saldivar, impulsor de la campaña, invitó a los niños a dar gracias a Dios por todas las personas que han apoyado la campaña.
“Demos gracias a Dios por toda las personas que apoyaron, por su amor y misericordia a través de los bienhechores. Que Dios multiplique su generosidad”, expresó el sacerdote.
Tiempo después, arribó a la capilla monseñor Torres Campos, quien visiblemente contento saludó a los niños y a sus bienhechores.
“Es una alegría para nosotros este momento. Es Dios que se hace presente en estos obsequios. Estudien mucho, cuiden sus mochilas, sus útiles. Que Dios los bendiga a todos”, Dijo el obispo.
Después de la bendición del obispo, los niños fueron formados para, de manera ordenada, hacer entrega de las mochilas y refrigerio, gesto que también realizó el obispo.
Los niños salieron del lugar con una sonrisa, felices con sus obsequios, mientras sus madres, igual de felices, los esperaban afuera de la capilla.