El Sistema de Protección Integral de Niños, Niñas y Adolescentes (SIPINNA) advierte el incremento en la presencia de niños que “trabajan” o piden dinero en la calle, y llama a todos a denunciar para erradicar la problemática.
Diana Adriano
Ha sido cada vez más común, en el tiempo reciente, observar a adultos mayores, jóvenes e incluso niños, quienes buscan un apoyo de la ciudadanía para conseguir dinero y llevarlo a sus hogares.
Sin embargo, tal y como lo explica Rosella Yamada, titular de Zona Norte del Sistema de Protección Integral de Niños, Niñas y Adolescentes (SIPINNA), en muchas ocasiones los más pequeños son utilizados para causar lástima y lucrar con ellos.
Son niños en las calles, presentes a toda hora del día y sin importar el clima, expuestos a los vehículos y a la posibilidad de un accidente, destacó.
Y por ello expuso la importancia de poner un alto a esta situación que pone en riesgo el bienestar físico, mental y emocional de niños y adolescentes.
En entrevista con Presencia, la psicóloga recordó los datos del INEGI hasta el 2019, que en México contabilizó 3 millones 269 mil 395 niños que realizaban algún trabajo, Un millón 755 mil 482 trabajos no permitidos.
Llamados a denunciar
Como se sabe, SIPINNA tiene atiende el tema de los niños y niñas y tiene como prioridad a aquellos en situación de calle o en riesgo.
Por lo tanto, trabajan arduamente en la articulación de políticas públicas, la vigilancia de los programas ya existentes dentro de las Secretarías que están en Ciudad Juárez, y en el acompañamiento a las estrategias que se estén elaborando de cualquier dependencia, todo esto para beneficio de las niñas y niños.
Sin embargo, Rosella confirmó que pese a estos esfuerzos no hay una cifra estimada, ni un padrón de identificación de los niños y niñas que se laboran en los cruceros o piden dinero, Aunque aclaró que buscan aplicar mecanismos de monitoreo para el control de esta población y generar la información específica para atender la problemática.
En este sentido pidió a la ciudadanía a denunciar cuando se observe una situación de riesgo que involucre a niños, niñas y adolescentes.
“La ley es muy estricta con esta situación y los ciudadanos pueden ayudarnos con una medida de denuncia al 911. Es importante que cuando veamos que hay riesgo, hacer el llamado a las unidades de emergencia”, mencionó la entrevistada.
“En la protección de los menores todos somos responsables, si los vemos en espacios riesgosos, necesitamos denunciar, porque sin denuncia no hay nada. En ocasiones vemos cosas que son irregulares y no las denunciamos, porque somos muy de pensar que otra persona lo hará, y al final nadie lo hace”, resaltó la entrevistada.
Información vs dinero
La funcionaria compartió que al estar tan de cerca de las situaciones de trabajo forzado, observa la importancia de que la población evite darle monedas a los menores que ‘trabajan’ en las calles.
“Muchas veces nos sentimos mal por no apoyarlos con monedas, pero yo los invito a apoyarlos mejor con alimento, un jugo, un sándwich, con alguna otra cosa que sea para ellos. Y brindar información, para que sepan a donde se pueden acercar para obtener ayuda”, dijo.
Esto, debido a que algunas de las familias que se encuentran en estos lugares junto a sus hijos, son personas migrantes o foráneas, que no conocen las instituciones o lugares donde los pueden apoyar.
“Por ejemplo, se pueden acercar al Parque Central, ahí hay programa de despensas para las familias. Se pueden acercar al DIF municipal, ahí hay programas muy en específico para esta población. Si son personas migrantes, pueden ir a COESPO que cuenta con programas de atención a familias que viajan con niñas, niños y adolescentes”, informó.
Iglesia puede ayudar a través de sus parroquias
La funcionaria invitó a las comunidades parroquiales a ser centros de información para las familias que lo necesiten, y realizar distintas acciones de localización y ayuda para niños que viven en situación de riesgo en el sector parroquial, e informar a las autoridades.
“No dejemos a las niñas y niños en situación de calle, como esas personas invisibles al sistema. La gente no se preocupa si tienen o no identidad, educación, solamente les preocupa porque los ve ahí en el sol, pero no porque haya un interés detrás. Vamos a preocuparnos por ellos de corazón y ayudarlos, porque muchos son víctimas de explotación infantil”, concluyó la entrevistada.
Qué dice la DSI sobre el trabajo infantil
El compendio de la Doctrina Social de la Iglesia menciona que el trabajo infantil es “una forma sutil de violencia”, que limita el desarrollo de los niños y expone su inocencia a las dificultades de la vida.
«En muchos lugares el trabajo infantil se convierte en una necesidad para el sustento familiar, es por eso que debemos trabajar para mejorar las condiciones en que estas familias se encuentran y que la explotación infantil se vaya transformando en una Cultura del trabajo, donde desde pequeños se les enseñe el valor del esfuerzo conforme a sus capacidades», dijo al respecto Luis Felipe Pérez, del grupo Caridad y Verdad.