Religiosas dominicas que sirven en Ciudad Juárez y El Paso le dieron el último adiós a la hermana Celia González, quien fue vicaria regional de la Provincia Norteamérica…
Claudia Iveth Robles
Religiosas de la congregación de Hermanas Dominicas de la Doctrina Cristiana dieron el ultimo adiós a la hermana Celia González, quien el pasado 09 de mayo fue llamada a la Casa del Padre. Fue despedida en una misa de exequias que se llevo a cabo el martes 15 de mayo en la Parroquia San Pío, en El Paso, Texas, donde la religiosa prestaba su servicio
Hermanas de congregación, familiares y amigos de la religiosa acudieron a la misa donde la recordaron como el pilar importante que fue en la fundación dominica local, ya que fue maestra de muchas de las consagradas que actualmente sirven en la Provincia Norteamérica, así como fue superiora regional y en 1993 fue la primera superiora provincial.
Una vida prolífica
La hermana Celia González Trujillo nació el 25 de febrero de 1936 en Nahuatzen, Michoacán.
Fue la segunda de diez hermanos; ingresó a la Congregación como postulante en agosto de 1958 y al noviciado el primero de febrero de 1959. Hizo su primera profesión el 4 de febrero de 1961, tomando como protectora a la Inmaculada Concepción y realizó votos perpetuos el 2 de febrero de 1963, justo cuando la Congregación recibió la aprobación diocesana.
Desde muy joven, la madre Leonor Baqueriza, Fundadora de las Dominicas de la Doctrina Cristiana, encomendó servicios importantes a la madre Celia, a quien consideró siempre una mujer muy diligente y discreta en lo que se le encomendaba.
En el Capítulo General de 1981 la hermana Celia fue elegida vicaria general y miembro del Consejo General de Economía; vivió en el Convento de Cristo Rey siendo también superiora local y maestra de estudiantes.
En 1987 se erigió la Región de Norteamérica y ella fue nombrada Vicaria Regional. Su encomienda inició el 25 de agosto, liderando el grupo de 18 hermanas y 6 postulantes que la fundaron. Desempeñó este servicio hasta 1993, año en que la Región se convirtió en Provincia (Norteamérica). Fue la Primera Superiora Provincial, desde 1993 hasta el año 2001.
La religiosa se dedicó con esmero al acompañamiento de las hermanas; siempre tenía una palabra de aliento para quien andaba “con la capa caída” es decir, triste o desanimada.
Vigiló para que se viviera ampliamente el carisma de la Congregación en la Provincia, promoviendo la Labor socioeducativa en Ciudad Juárez y fue una ferviente impulsora de la fundación de la misión en África.
De acuerdo a sus hermanas de la Congregación, que ahora sirven en las comunidades dominicas de El Paso y Ciudad Juárez, la hermana Celia fue una mujer de fe, que confiaba en la Divina Providencia y tenía muy claro su sentido de pertenecía a la Congregación.
Descanse en paz.