Cinco seminaristas dieron este paso, mientras que otros cuatro fueron instituidos acólitos el pasado 13 de diciembre…
Presencia
Cinco seminaristas que cursan la Etapa Configurativa fueron admitidos a la candidatura a las Órdenes Sagradas en una misa realizada el pasado miércoles 13 de diciembre en la capilla principal del Seminario Conciliar y presidida por el obispo don J. Guadalupe Torres Campos. Ahí mismo, otros cuatro seminaristas fueron instituidos ministros acólitos.
Órdenes sagradas
Alonso Martínez Gutiérrez, Christian Alexis García Garza, Daniel Guadalupe Chavira Martínez, Diego Carreón Gonzáles y Javier Iván Villegas Olivas, fueron admitidos a las órdenes sagradas, que, como se sabe, es la aceptación de la intención de ser ordenados en un futuro -después de haber recibido los ministerios laicales (lectorado y acolitado)-.
En este evento, la Iglesia reconoce al seminarista como un candidato idóneo para el sacerdocio, y este gesto refleja públicamente su deseo y disposición firme de servir a Dios en el ministerio ordenado, ya sea diaconado o presbiterado.
“Agradezco a Dios por seguir confirmando en nosotros el llamado que ha querido hacernos. Es para mí motivo de gran alegría que este signo se dé justo un 13 de diciembre, fiesta de Santa Lucía, a quién está encomendada la comunidad en la cual desempeño mi apostolado”, dijo Javier Villegas en su muro de Facebook, para dar a conocer la alegría de esta noticia.
Para poder ser admitidos, los seminaristas elaboran una carta de solicitud y luego se realiza una evaluación y se pide opinión a diferentes personas cercanas. Se evalúan estas cuatro áreas de formación: humana, espiritual, intelectual y pastoral.
Ministros acólitos
Por otra parte, los seminaristas Gustavo Valenzuela, Javier Álvarez Armendáriz, Jesús Martín García Morales y Joel Eduardo Cháirez Flores, también de la Etapa Configurativa (teología) fueron instituidos ministros acólitos.
El obispo, en su homilía dio gracias a Dios por la celebración y recordó que los acólitos estarán al servicio del altar, muy de cerca del diácono, del presbítero y con el obispo, repartiendo la Comunión a los hermanos, sirviendo en el altar con más compromiso y cercanía con Cristo.
El obispo agradeció a Dios por el llamado de la vocación concretado en los seminaristas y al término de la homilía se realizó el rito de institución de ministerios.
La celebración contó con la presencia de sacerdotes formadores del Seminario, así como algunos otros presbíteros amigos de los jóvenes, sus familiares y amigos.
Al final, los nuevos ministros recibieron de los fieles innumerables aplausos y un abrazo fraterno del obispo.