Diana Adriano
En una celebración muy significativa, la mañana del Miércoles Santo, 13 de abril, 80 enfermos con fe elevaron una plegaria para que Dios a través del sacrificio de su Hijo, los libere del pecado y de las enfermedades que los aquejan.
La misa de enfermos se realizó en la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe, donde, en un acto solemne, recibieron el sacramento de la Unción, de manos del obispo don José Guadalupe Torres Campos
“Hoy nos reunimos para pedir en nombre de Jesús, médico, que los enfermos recuperen la salud. Mediante esta Eucaristía y esta unción convocamos su fuerza curativa”, mencionó el señor obispo al inicio de la santa misa.
Los sacerdotes Eduardo Hayen, Jesús Ramírez y Rafael Saldívar, párroco y vicarios de Catedral, así como el padre Armando Benavidez, párroco de Nuestra Señora del Carmen, acompañaron al obispo en la administración del sacramento.
Es Cristo quien sana
Humildes y penitentes, los enfermos en su mayoría en silla de ruedas, con muletas y adultos mayores se dispusieron a escuchar atentos la Palabra de Dios y el mensaje del señor obispo, quien oró invocando el auxilio de Dios y pidiendo por la salud de los enfermos presentes, previo a administrar el sacramento de gracia.
Como se sabe, el sacramento de la Unción de los enfermos se les administra a las personas por alguna enfermedad que represente algún peligro para su vida, y a los ancianos de edad avanzada cuyas fuerzas se debilitan.