Esta es la denuncia que hace el Santo Padre Francisco en su encíclica Laudato Si, publicada en 2015 y que nos recuerda permanentemente la importancia de hacer cumplir el derecho al vital líquido, así como la obligación de cuidar el valioso recurso.
Agencias
El 2015 quedará marcado en la historia por la importancia que la comunidad internacional ha brindado a la protección del medio ambiente, luego de décadas de abandono e incluso incredulidad ante serias amenazas derivadas del cambio climático.
Ese año hubo tres acciones concretas de gran relevancia: el «G7 Summit 7-8 June 2015″cuyos países miembro (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) tomaron compromisos específicos respecto al «Cambio Climático, la Energía, y el Medioambiente».
También se realizó la reunión «EU-CELAC, Summit 2015 Brussels”, donde se acordó un «Plan de Acción» de 10 puntos, entre los que destaca el relativo al «Desarrollo sostenible; Medio Ambiente; Cambio climático; Biodiversidad; Energía».
Ese año igualmente se publicó la encíclica «Laudato si» del Papa Francisco, que en cierta forma rompió esquemas al pedir responsabilidades frente a la contaminación del planeta, con un carácter directo.
Laudato Si y el agua
Como no podía ser de otra manera, esta encíclica «verde» del Papa Francisco hace especial referencia al agua.
El Capítulo Primero de la encíclica, en la sección segunda, existe un apartado especial dedicado a «La cuestión del Agua» (27-31). Aquí algunos extractos
- Otros indicadores de la situación actual tienen que ver con el agotamiento de los recursos naturales. Conocemos bien la imposibilidad de sostener el actual nivel de consumo de los países más desarrollados y de los sectores más ricos de las sociedades, donde el hábito de gastar y tirar alcanza niveles inauditos. Ya se han rebasado ciertos límites máximos de explotación del planeta, sin que hayamos resuelto el problema de la pobreza.
- El agua potable y limpia representa una cuestión de primera importancia, porque es indispensable para la vida humana y para sustentar los ecosistemas terrestres y acuáticos. Las fuentes de agua dulce abastecen a sectores sanitarios, agropecuarios e industriales. La provisión de agua permaneció relativamente constante durante mucho tiempo, pero ahora en muchos lugares la demanda supera a la oferta sostenible, con graves consecuencias a corto y largo término. Grandes ciudades que dependen de un importante nivel de almacenamiento de agua, sufren períodos de disminución del recurso, que en los momentos críticos no se administra siempre con una adecuada gobernanza y con imparcialidad…En algunos países hay regiones con abundante agua y al mismo tiempo otras que padecen grave escasez.
- Un problema particularmente serio es el de la calidad del agua disponible para los pobres, que provoca muchas muertes todos los días. Entre los pobres son frecuentes enfermedades relacionadas con el agua, incluidas las causadas por microorganismos y por sustancias químicas … Las aguas subterráneas en muchos lugares están amenazadas por la contaminación que producen algunas actividades extractivas, agrícolas e industriales, sobre todo en países donde no hay una reglamentación y controles suficientes. No pensemos solamente en los vertidos de las fábricas. Los detergentes y productos químicos que utiliza la población en muchos lugares del mundo siguen derramándose en ríos, lagos y mares.
El agua, un derecho humano
- Mientras se deteriora constantemente la calidad del agua disponible, en algunos lugares avanza la tendencia a privatizar este recurso escaso, convertido en mercancía que se regula por las leyes del mercado. En realidad, el acceso al agua potable y segura es un derecho humano básico, fundamental y universal, porque determina la sobrevivencia de las personas, y por lo tanto es condición para el ejercicio de los demás derechos humanos. Este mundo tiene una grave deuda social con los pobres que no tienen acceso al agua potable, porque eso es negarles el derecho a la vida radicado en su dignidad inalienable. Esa deuda se salda en parte con más aportes económicos para proveer de agua limpia y saneamiento a los pueblos más pobres. Pero se advierte un derroche de agua no sólo en países desarrollados, sino también en aquellos menos desarrollados que poseen grandes reservas. Esto muestra que el problema del agua es en parte una cuestión educativa y cultural, porque no hay conciencia de la gravedad de estas conductas en un contexto de gran inequidad.
- Una mayor escasez de agua provocará el aumento del costo de los alimentos y de distintos productos que dependen de su uso. Algunos estudios han alertado sobre la posibilidad de sufrir una escasez aguda de agua dentro de pocas décadas si no se actúa con urgencia. Los impactos ambientales podrían afectar a miles de millones de personas, pero es previsible que el control del agua por parte de grandes empresas mundiales se convierta en una de las principales fuentes de conflictos de este siglo.