Ana María Ibarra
Como una persona que se opone a Dios y seduce al hombre para que cometa pecado, así definieron al demonio los sacerdotes Alberto Castillo y Mariano Miranda en su conferencia “La actividad de los ángeles caídos y nuestra defensa”.
La conferencia se realizó el pasado 9 de noviembre en el auditorio Manuel Talamás del Seminario Conciliar.
Qué son los ángeles
Como introducción, el padre Alberto Castillo explicó a los asistentes que Dios no es el único ser espiritual que existe, aunque es el ser espiritual por excelencia.
“Los ángeles son seres espirituales, servidores de Dios, y su misión es acompañar la obra de Dios en Cristo”, dijo el sacerdote.
Por su parte el padre Mariano expuso que muchas personas consideran que el mal es algo interno del ser humano, mientras que otras personas atribuyen las desgracias al diablo.
“Pero no es así. Nosotros somos libres y tomamos decisiones”, aclaró.
“Tengo libertad de decisión, pero me seduce el maligno. El demonio es una persona, no es una energía. Él también tiene libertad y le dijo a Dios ‘no’ en su cara”, complementó el padre Alberto.
El padre Mariano añadió que el demonio quiere que el ser humano ofenda a Dios y caiga en pecado y así pierda, como él, la felicidad eterna.
“Así como los ángeles quieren que alcancemos la salvación, el demonio quiere que la perdamos. Es quien nos acusa ante Dios”, dijo el padre Mariano.
Influencia del demonio
Los sacerdotes hablaron de la influencia que el demonio tiene en el mundo material.
“Lo podemos ver en el libro de Job. El demonio puede actuar con el permiso de Dios. El demonio se encuentra en el infierno, pero también anda por la tierra buscando a quien devorar, como dice la Escritura”, señaló el padre Alberto.
El padre Mariano compartió que no hay fenómeno natural que no pueda ser realizado por los ángeles, e igualmente ocurre con el demonio.
“No es extraño que provoque tempestades, catástrofes. Si se le dio facultad siendo un ángel, al caer sigue teniendo facultad, pero la utiliza para destruir. Los demonios están contra nosotros. Jesús le dijo a Pedro: ‘mira que Satanás ha solicitado permiso para sacudirlos’”, agregó.
Para el cierre, el padre Alberto, explicó que el demonio es una criatura, fue creado por Dios como un ser de luz, pero pecó de soberbia y envidia ante el llamado que Dios le hace al hombre para compartir su gloria.
“El diablo intenta que el hombre le rinda adoración. Ofrece placer, poder, éxito, pero cobra la factura, el precio es el alma”, advirtió.
Los sacerdotes alertaron a los asistentes de tener cuidado con el engaño del demonio, ya que se viste como ángel de luz.
“La táctica del diablo es sugerir lo bueno para evitar lo que sería mejor: la vida eterna. Debemos de tener mucho cuidado de no dialogar con el diablo”, advirtieron.
Para finalizar, los asistentes hicieron algunas preguntas y comentarios sobre la exposición.