En entrevista, la diputada Marisela Terrazas habla sobre su propuesta recientemente aprobada en el Congreso local, para proteger a los niños, niñas y adolescentes de Chihuahua de todo tipo de abusos.
Diana Adriano
En un importante paso para salvaguardar la integridad de los niños y niñas en el Estado de Chihuahua, el Congreso de Chihuahua aprobó por mayoría de votos la tipificación de la pederastia como delito dentro del Código Penal local. Tras más de un año de análisis dentro de la Comisión de Justicia, esta decisión ha sido recibida con alivio y satisfacción por la sociedad.
La Diputada Marisela Terrazas, quien propuso la iniciativa en defensa de los derechos de los niños y niñas, explica en entrevista por qué esta medida es tan importante y el significado que tiene para la sociedad chihuahuense.
Explíquenos: ¿Anteriormente la pederastia no se consideraba delito? ¿Cómo se abordaba esta problemática?
En el Código Penal Estatal no aparece identificado, o tipificado, como dicen los abogados, el tema de la pederastia. Aparecían delitos similares, el tema del abuso sexual infantil, violencia infantil, otros relacionados. Esta iniciativa se propuso hace unos tres años desde que yo inicié como diputada en la legislatura pasada, y fue cuestión de mucho análisis.
Hubo muchas mesas técnicas, que forman parte del proceso legislativo, con expertos magistrados y jueces, y ellos alegaban que los delitos ya existen, que de una u otra manera ya están contemplados, pero lo que nosotros queríamos dejar claro en la identificación de este delito, la pederastia, incluso más que la pedofilia, es que habla de un tema de sometimiento por parte de un adulto hacia un menor de edad.
Hubo mucha discusión, pero al final quedó establecido que se considera delito cuando un adulto tiene relaciones con una persona de hasta 18 años. No recuerdo exactamente cómo quedó redactado, pero este sometimiento no solo es sexual, sino también psicológico, emocional. Cualquier tipo de tocamiento físico también está incluído en el tema de la pederastia.
Para nosotros era muy importante, porque el delito abarca muchas cosas, el abuso sexual infantil no era suficiente en cuanto a la pena. Al quedar identificado, pueden existir agravantes como el abuso sexual, la violencia infantil y otros tantos que pueden aumentar la pena, pero en cuanto a la identificación, este es un gran paso.
¿Cuál es la realidad de esta problemática en Chihuahua? ¿Hay cifras? Cuáles son los casos más comunes?
Sobre todo después de la pandemia aumenta el tema de la violencia familiar e infantil, y muchos de los casos son perpetrados por familiares y personas de confianza. Por lo tanto, era importante tipificarlos. De acuerdo con estadísticas, de las 33 naciones que conforman la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), México ocupa el primer lugar en abuso sexual contra menores de 14 años. Alrededor de 4.5 millones de mexicanos son víctima de este tipo de delitos.
El 95% de los delitos sexuales que no se denuncian se quedan en cifra negra. Otros datos estadísticos indican que por cada mil casos de abuso, se denuncian cien, de los cuales solo 10 llegan a juicio. Entonces, imagínate, si no existiera de manera explícita en el código penal, este porcentaje sería mínimo en comparación con la realidad.
En nuestro Estado, según datos de la Fiscalía General y del Secretariado Ejecutivo de Seguridad Nacional, el 5% de las víctimas sexuales aún no han alcanzado la mayoría de edad, y la tasa nacional de denuncia de este delito es del 12.8 por cada cien mil habitantes. En el caso de Chihuahua, es del 31%, lo que implica un mayor número de denuncias, pero también implica un mayor abuso infantil.
¿Cómo queda el Código Penal local respecto al federal y otros códigos? ¿la pederastia no es considerada delito en otras partes de México aún?
El Código Federal ya lo tenía tipificado, por eso a mí se me hacía muy raro que aquí en Chihuahua estuviéramos batallando demasiado para hacerlo, porque el Código Federal ya lo marca y quitaron la parte de pedofilia y lo pusieron como pederastia, porque la pedofilia hablaba mucho de la relación sexual con niños, la pederastia es un concepto más amplio que no habla sólo de la relación sexual, sino de cualquier tipo de tocamiento o sometimiento. Esa es la palabra clave, cualquier tipo de sometimiento por parte de un adulto a un menor. Yo creo que ahí está el punto importante.
La motivación de esta ley es la necesidad de visibilizar el problema que existe, y por eso se contempla en la legislación sustantiva penal la pederastia de manera explícita. A partir de esto, se castiga y se crean políticas públicas en este tema.
¿Qué impacto tiene el abuso que se comete contra menores de edad en el desarrollo de políticas públicas en Chihuahua, y cómo esta nueva tipificación en el Código Penal del Estado puede ayudar a atacar la problemática y proteger a los niños?
Al final se realizaron modificaciones al Código Penal, específicamente a los artículos 105 y 179. Con esto se obligó a las autoridades a sistematizar la recopilación de casos de pederastia para obtener estadísticas y así poder implementar las políticas públicas necesarias.
Es decir, a partir de su identificación en el Código Penal y en la ley, los gobiernos están obligados a trabajar en la prevención de estos casos.
Por ejemplo, serán las autoridades correspondientes las encargadas de generar programas para abordar este tema y enseñar a los niños a identificar cualquier tipo de tocamiento inapropiado, incluso si proviene de un familiar. Se busca fomentar la discusión sobre estos casos para su identificación y prevención desde las familias.
En los años recientes y a raíz de varios casos denunciados en todo el mundo, la Iglesia católica ha implementado nuevas políticas de protección a menores en este sentido de prevenir abuso sexual en espacios eclesiales…. ¿Qué opina de esto y cómo cree que este cambio en el Código Penal local, puede contribuir al esfuerzo que se realiza desde la Iglesia?
Yo, como católica, me siento muy orgullosa de poder representar a la comunidad católica dentro del Congreso. Si bien esta ley no tiene una dedicación específica, no es exclusiva para cierto sector de la población, sino para todos los ciudadanos, sin embargo su objetivo principal es salvaguardar la niñez y la infancia. Las niñas y los niños son nuestro presente, por lo tanto, deben ser cuidados adecuadamente y disfrutar de una infancia feliz para que puedan convertirse en ciudadanos capaces de hacerse cargo del mundo y convertirse en feligreses responsables. Esto es lo que estamos fomentando y promoviendo a través de esta ley.
Creo firmemente que sí podemos aportar nuestro granito de arena a esta gran tarea que el Papa Francisco lleva a cabo para dignificar a la Iglesia y, sobre todo, proteger a la niñez; me siento muy orgullosa de ello.
Como comunidad católica debemos hablar de estos temas. Seguramente nos duelen los casos que suceden, pero tenemos que visibilizarlos y prevenirlos. Todos tenemos la responsabilidad de cuidar a nuestros niños y niñas.
¿Cómo se estará revisando el impacto de esta modificación al Código Penal de Chihuahua?
Yo creo que esas estadísticas podrán darnos más claridad y al Poder Judicial una vez que se empiece a tomar en cuenta en el código penal. Sin embargo, lo que no queremos es que haya más condenas, porque lo ideal sería que no existieran este tipo de delitos. Pero si los hay, obviamente queremos que se castigue a los responsables y que sean encarcelados.
En mi opinión, la invitación en este caso es visibilizar y también promover la denuncia por parte de quienes hayan sufrido algún tipo de abuso. Es importante que denuncien, ya que estas personas deben ser llevadas ante la ley y las autoridades correspondientes, y deben recibir un castigo adecuado.
¿Algo que desee agregar?
Algo que me mueve mucho como católica ante esta tipificación -que era muy importante que lo habláramos en estos espacios- es la cuestión ideológica.
Me decían: “Es que ya está el delito del abuso infantil”. Sí, es cierto, pero hoy en día, con la influencia de las redes sociales y el surgimiento de infancias trans, hay una tendencia hacia la autopercepción: El famoso “libre desarrollo de la personalidad”. En este desarrollo libre de la personalidad, si un niño se autodefine como niña, perro o planta, también se incluye en esa autopercepción y en ese derecho, el deseo de tener una relación sexual con un adulto. Esto, aquí y en cualquier parte del mundo, es un tema de pederastia y un abuso a nuestra infancia.
El paso que hemos dado hacia la tipificación de la pederastia implica protección y restricción en cuanto a la seguridad de los niños y las niñas. Es la lucha perfecta por el interés superior de los niños. No hay niño que pueda auto percibirse como adulto, no hay niño que pueda auto percibirse deseando tener relaciones sexuales con un adulto. Este es un paso sumamente importante.
Son casos que no siempre vemos, pero en la batalla ideológica que nosotros, como católicos, debemos llevar adelante, también debemos enfrentar estas atrocidades que quieren cometer contra los niños y las niñas.