Ana María Ibarra
Un gran regalo recibió la comunidad de San Mateo Apóstol y Evangelista el pasado 21 de septiembre durante la celebración de su fiesta patronal: la apertura del Año Jubilar con motivo de su próximo 25 aniversario de erección parroquial.
“Una bendición para todos y cada uno de nosotros es la apertura de nuestro año jubilar en esta fiesta patronal. Pongamos en el altar a aquellos que formaron parte de esta comunidad. Oremos por nuestra vida y nuestra parroquia”, fueron las palabras del padre Aurelio Saldívar, actual párroco de dicha comunidad, al iniciar la celebración eucarística.
Habrá indulgencias
La comunidad ahí reunida se adentró a participar alegremente en la misa de acción de gracias, misma que estuvo ambientada con música del Mariachi Santa Cecilia.
Después de la proclamación del evangelio, el padre Aurelio leyó el documento mediante el cual el obispo, monseñor J. Guadalupe Torres Campos, decretó el Año Jubilar para la parroquia con motivo de sus 25 años de erección canónica.
Durante este año, el obispo otorgó indulgencia parcial a quienes cumplan con las normas marcadas: Asistir al Santísimo Sacramento al menos media hora, rezar el Rosario, rezar el Viacrucis, rezo con las Sagradas Escritura al menos media hora, acercarse a la confesión, comulgar y orar por el papa.
Llamado del párroco
En su homilía el padre Aurelio se dijo nervioso y emocionado de estar al frente de una parroquia que él anhelaba, especialmente por estar en este tiempo de jubileo para la comunidad.
“Con motivo del año jubilar se estarán celebrando algunas actividades, especialmente para alcanzar la indulgencia. Los exhorto a que lleven una vida digna”, expresó el párroco.
Haciendo alusión al Evangelio, específicamente al pasaje donde Jesús llama a Mateo para que lo siga, el padre Aurelio señaló que en la actualidad el Señor llama a cada miembro de la comunidad para sanarlos.
“Hoy escuchamos la voz del maestro que nos dice: sígueme. Y nos levantamos para honrarlo y en este júbilo de este año que estamos iniciando manifestarlo, no solo con palabras, sino con acciones”, dijo el sacerdote.
Al finalizar la celebración, el párroco junto con su comunidad cantaron las mañanitas a su santo patrono, para posteriormente reunirse en el atrio de la parroquia y compartir los alimentos así como un ameno show.