Cientos de fieles se divirtieron y ejercitaron en Kermés Anual del Seminario, que se realizó de nueva cuenta con sus habituales sorpresas, tras dos años de pandemia…
Diana Adriano
Con una gran alegría, después de dos años en pausa debido a la pandemia, se llevó a cabo la tradicional carrera del Seminario, en la que participaron familias enteras, jóvenes, adultos, seminaristas, sacerdotes y hasta mascotas.
La competencia se realizó dentro del programa de la tradicional Kermés Anual del Seminario, que este año reunió a miles de juarenses que acudieron a apoyar la casa de formación sacerdotal, conocida como “el corazón de la diócesis”.
Alonso Martínez Gutiérrez, seminarista coordinador de la carrera, explicó que esta es la sexta edición del encuentro deportivo, el cual se llevó a cabo en dos categorías: recreativa de 3 kilómetros y competitiva de 5 kilómetros.
Fue en punto de las 7:30 de la mañana del domingo 2 de octubre, cuando los más de 260 corredores se reunieron en la explanada del Seminario para vivir un momento de activación física, en el que tuvieron oportunidad de calentar y realizar estiramientos en preparación para iniciar el circuito.
“Estamos muy contentos de estar aquí nuevamente. Pese a ser una carrera post-Covid llegamos a pensar que la respuesta iba a ser poca, pero nos motivamos al ver que la gente respondió de forma positiva”, señaló el seminarista.
La intervención y el apoyo de la Pastoral del Deporte de la parroquia El Señor de la Misericordia fue muy importante, pues sin su ayuda no hubiera sido posible, agregó.
Agradable convivencia
En la carrera competitiva de 5 kilómetros los ganadores fueron Moisés Reyes, en primer lugar y Dan Rodríguez, en segundo lugar, quienes recorrieron el circuito en un tiempo de alrededor de 16 minutos, diferenciados por muy pocos segundos.
“Es una experiencia extraordinaria verlos reactivarse de esta manera. Nuestros ganadores son atletas de alto rendimiento y eso se pudo observar. Obviamente, recibieron su premio en efectivo, además de su medalla y agradecimiento por participar en nuestra carrera”, dijo Alonso.
Por otra parte, también se pudo observar a los sacerdotes que recorrieron el circuito, entre ellos, el padre Jesús Manríquez, rector del Seminario, el padre Alberto Castillo, formador del Seminario, y el padre Jorge Ramos, párroco del Inmaculado Corazón de María.
¡Todos a Misa!
La celebración de la Santa Misa también fue muy importante durante esta fiesta anual de la Casa de Formación. Las familias se reunían en la Capilla Central del Seminario para dar gracias a Dios por todos los favores concedidos.
En su celebración del domingo, el padre Mariano Miranda, formador del Seminario, reflexionó con los presentes sobre importancia de la oración y la vocación.
“En estos tiempos tan difíciles en los que vivimos, la oración es el único camino que tenemos para que Dios pueda actuar… La fe es un don de Dios y con una fe fuerte vamos a ser capaces de ser fieles a nuestra vocación, cualquiera que sea”, dijo en su homilía.
Agradecimiento
El rector del Seminario, padre Jesús Manríquez, agradeció la participación de los competidores, pero también de los cientos de fieles que acudieron a pasar un rato agradable en la tradicional Kermés del Seminario, que este año también incluyó la función de Lucha Libre, teatro, juegos mecánicos y mucha diversión.