Decretado por los Obispos de México, este tiempo servirá de preparación para el Sínodo de los Obispos convocado por el Papa Francisco, para abordar el tema de la juventud.
Blanca Alicia Martínez
En respuesta a la convocatoria del Papa Francisco para dedicar un Sínodo de los Obispos al tema de los “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”, los Obispos de México anunciaron la realización de un Año de la Juventud que comenzó este domingo 22 de octubre y concluirá en octubre de 2018.
Este Año de la Juventud tiene como objetivo convocar a todos los actores de la Iglesia a sumarse a la intención del Papa Francisco de orar y trabajar en la preparación del Sínodo, a través de las herramientas que se han difundido para conocer lo que piensan los jóvenes de la Iglesia y lo que necesitan de ella.
“Este año de la juventud quiere convocar a toda la Iglesia a que consideremos a los adolescentes y jóvenes como protagonistas y como destinatarios del evangelio”, dijo monseñor Juan Armando Pérez Talamantes, obispo auxiliar de Monterrey y responsable de la Dimensión Episcopal Mexicana de la Pastoral de Adolescentes y Jóvenes, al anunciar este proyecto.
En una rueda de prensa realizada el pasado 12 de octubre en la Catedral Metropolitana de Monterrey, ante los comunicadores católicos que se reunieron en su encuentro anual, monseñor Pérez dio a conocer que hoy domingo, en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, en la Ciudad de México, se celebrará una misa de arranque oficial del “Año de la Juventud”.
La misa inaugural será presidida por el nuncio apostólico Franco Coppola y se espera que participen jóvenes de las 18 provincias eclesiásticas de México.
“El papa Francisco cuando vino a México nos dijo que los jóvenes son la riqueza de este país, pero hay que trabajar esta riqueza para que los jóvenes se conviertan en esperanza del pueblo, entonces nos encomendaremos a nuestra madre santísima de Guadalupe que bendiga y que pueda estar en el corazón de todos los muchachos y muchachas de México”, agregó.
En las diócesis
Monseñor Pérez Talamantes informó que después, el domingo 29 de octubre, cada diócesis ofrecerá una Eucaristía como acto diocesano de inicio de este Año de la Juventud.
“A lo largo del año se han propuesto algunos momentos especiales en los que todos los jóvenes de México nos uniremos en oración, en espíritu, para trabajar algún aspecto de preparación al Sínodo”, informó el obispo.
Dijo que se aprovecharán los tiempos fuertes del Año Litúrgico, como Adviento, Navidad, Cuaresma, Pascua, y Tiempo Ordinario, para tener momentos especiales dedicados a los jóvenes
“A todas las diócesis a las pastorales de adolescentes y jóvenes de cada diócesis se les invitando a que ellos puedan realizar en su propio programa con las propias circunstancias”, aclaró.
Dijo que otras actividades que comprende el Año de la Juventud son de estudio, reflexión y de mucha oración, en preparación al Sínodo que el Papa Francisco ha querido hacer por los jóvenes.
“Tenemos mucha esperanza en que este año de la juventud traiga frutos en los muchachos y muchachas, pero también en toda la Iglesia: sacerdotes, obispos, laicos, laicas. Que todos nos sintamos responsables de nuestra juventud y al mismo tiempo responsables de nuestro pueblo”, concluyó monseñor Pérez Talamantes.
Jóvenes, un desafío de la Iglesia
El obispo encargado de la Pastoral de los jóvenes y los adolescentes a nivel nacional, habló sobre los desafíos que enfrenta la Iglesia en el tema de los jóvenes.
Citó los siguientes: llegar a los jóvenes alejados de la Iglesia, cambiar el lenguaje que utiliza la Iglesia para enseñar a los muchachos el Evangelio, y coordinar el trabajo que se realiza desde la Pastoral Juvenil, con la familiar, vocacional, entre otros.
“El desafío más grande, y no sólo es una opinión mía, sino que platicando con muchachos y muchachas encontramos que el reto más grande es el evangelizador: llegar a los muchachos que están en todos los lugares de México, no solamente los que se acercan a los templos y comunidades, sino a los que no se acercan”, dijo.
Explicó que la Iglesia debe salir hacia los jóvenes alejados, encontrarlos, servirlos y “aprender a acompañarlos”.
“Son desafíos fuertes que no se pueden resolver en un solo momento. Estamos pidiéndole mucho al Señor que este Año de la Juventud nos traiga luces y fortalezas”, dijo.
Interés del Papa
Ya el nuncio apostólico en México, Monseñor Franco Coppola, ha expresado en diversas ocasiones la importancia de que la Iglesia de México esté atenta a sus jóvenes, porque son “una gran ventaja, una gran esperanza, pero al mismo tiempo, un desafío”.
“La impresión que tengo, no digo que sea la realidad, porque conozco poco, es que ha faltado, o no hemos alcanzado como Iglesia, a pesar de esta tradición de fe, a nuestros jóvenes. Si decimos que la mitad de la población tiene menos de 25 años, no vemos que la mitad de la gente en misa sea joven, y eso es un gran problema hoy”, dijo el nuncio a pregunta expresa de Periódico Presencia, en una conferencia con comunicadores católicos.
“Me parece que en general (hay excepciones que habría que multiplicar), los muchachos terminan la preparación a la Primera Comunión a veces muy temprano, y a veces la Confirmación desde niños y después nada. En el momento más importante, en el momento en que el muchacho empieza a hacer lo que le gusta, se pone crítico, en ese momento no hay nadie, la Iglesia está ausente”, dijo.
Novedades que se esperan.
Al hablar sobre los resultados que se esperan del Sínodo de los Obispos sobre los jóvenes, el obispo encargado a nivel nacional de la Pastoral de los adolescentes y Jóvenes, recordó que ya desde enero pasado, el Vaticano lanzó un cuestionario a todos los jóvenes para conocer sus inquietudes y plantearlas en el Sínodo.
Monseñor Pérez Talamantes dijo que la participación en México ha sido abundante y próximamente estarán enviando a Roma los resultados de las encuestas.
“Cuando decimos que los muchachos son protagonista y destinatarios del evangelio, queremos decir que vamos a dialogar con ellos a aprender de ellos”, dijo.
“¿Cómo anunciar el evangelio de manera sincera al mismo joven… necesitamos conocer el lenguaje de ahorita de los muchachos y a través de él poder llegar a ellos… tenemos esperanza en avanzar en esto”, puntualizó.
Dijo que la Comisión Episcopal de Jóvenes y adolescentes está preparando material para la reflexión en las diócesis y ya cada Iglesia particular hará su propio plan y proyecto para la reflexión.
“Les pedimos que nos sumemos a los objetivos del Año de la Juventud. Si algún grupo juvenil, alguna diócesis, alguna comunidad no tiene el material, el material nacional les servirá de base y ya va a salir en noviembre”, puntualizó.
Este año de la juventud quiere convocar a toda la Iglesia a que consideremos a los adolescentes y jóvenes como protagonistas y como destinatarios del evangelio.
Mons. Juan Armando Pérez Talamantes/ responsable de la Dimensión Episcopal Mexicana de la Pastoral de Adolescentes y Jóvenes