- Tras el anuncio de la próxima beatificación de Carlo Acutis, llamado ciber apóstol de la Eucaristía, el coordinador de pastoral de adolescentes reflexiona sobre cómo su testimonio anima a los muchachos y muchachas de hoy.
Diana Adriano
El anuncio de la próxima beatificación del adolescente Carlo Acutis, representa para quienes trabajan con jóvenes y adolescentes en la Iglesia católica, una gran oportunidad para impulsar la evangel
ización de este sector poblacional.
Así lo considera el padre Gustavo Balderas, asesor de la Pastoral de Adolescentes y coordinador del
Movimiento Life Teen en la diócesis local, quien se encuentra feliz por esta noticia conocida hace apenas unos días.
Un respiro para la Iglesia
Entrevistado vía telefónica desde la parroquia Santa Teresa de Jesús, donde sirve como vicario, el padre Balderas dijo que el testimonio de Carlo Acutis los ayuda en su misión de acompañamiento a los católicos más jóvenes.
“Hoy en día son pocos los jóvenes y adolescentes que se esfuerzan por caminar en la santidad, son contados. Y creo que el testimonio de Acutis nos anima a apostarle a la evangelización de los adolescentes y de los jóvenes, pues es ahí donde la Iglesia debe nacer de nuevo”, mencionó.
El bello testimonio de este quinceañero italiano resalta lo enamorado que estaba de su fe y de la Eucaristía. Y esto, para el padre Gustavo, es un respiro, pues es lo que necesita la Iglesia en lo que se refiere al trabajo con los muchachos y muchachas.
“El aporte de Carlo es el amor y el fervor a la Eucaristía, es ahí donde la Iglesia tiene que actuar. Por eso uno de los objetivos de Lifeteen, es que el adolescente se enamoré de Jesús Eucaristía”, dijo.
Ser Santos
Al referirse al ejemplo que ofrece la próxima beatificación de Carlo Acutis, el padre Gustavo dijo que es una muestra de que si todos estamos llamados a ser santos y santas, entonces todos podemos serlo en el mundo pos-moderno de hoy.
Reflexionó en que Jesús no nos quiere personas perfectas, sino grandes en amor, pues muy bien sabe que la perfección plena escapa de las humanas posibilidades.
“Los jóvenes pueden alcanzar la santidad si así lo desean, esto implica una vivencia diaria de amor, un comportamiento. Obviamente para llegar a la santidad también vamos a experimentar el pecado durante el camino, pero no es algo imposible”, explicó.
“Lo principal es poner atención a la relación con Dios, con Jesús. La Iglesia nos da todas las herramientas para poder hacer que el adolescente vaya haciendo ese camino de vida, no muy formal como un adulto o un matrimonio, sino cómo son los adolescentes”, explicó.
Una noble ofrenda a Dios
Para el sacerdote, esto significa que los muchachos y muchachas puedan poner la propia vida al servicio de los demás, entregarse por puro amor a Dios y a los hermanos, pero con un profundo sentido de alegría y gozo, pues se trata de la más noble ofrenda a Dios.
“Hoy en día todavía se puede que cada joven pueda ver el rostro de Cristo en este santo. Leía que a este joven adolescente le encantaba ir a los centros comunitarios para ayudar a los enfermos y qué padre que como servidores podamos llevar a nuestros adolescentes a estos lugares, para que ellos sientan ese amor de servir dentro de nuestra comunidad”, agregó.
Quién fue Carlo Acutis
La primera biografía de Carlo Acutis a cargo del Dr. Nicola Gori, menciona que fue un adolescente católico italiano, que procuró vivir su fe en todos los aspectos de su vida. La Virgen era su gran confidente y nunca dejaba de honrarla rezando cada día el Santo Rosario.
Desde que recibió la Primera Comunión a los 7 años, despertó un gran amor hacia la Eucaristía, a la que llamó “mi autopista hacia el Cielo”. De ahí que el futuro beato se dedicó con pasión a publicar una serie de materiales digitales para evangelizar, sobre los ‘milagros eucarísticos’.
Un genio informático
Carlo estaba muy dotado para todo lo que está relacionado con el mundo de la informática, hasta el punto en que sus amigos y hasta los adultos licenciados en ingeniería informática, lo consideraban un genio.
Los intereses de Carlo abarcaban desde la programación de ordenadores, pasando por el montaje de películas, la creación de sitios web, hasta los boletines, en los que hacía la redacción y la maquetación. Hizo también voluntariado con los más necesitados, con los niños y con los ancianos.
Venerable desde 2018
Carlo Acutis, nacido en Londres el 3 de mayo de 1991 y fallecido en Monza el 12 de octubre de 2006 a causa de una leucemia fulminante, fue declarado Venerable el 5 de julio de 2018. Casi un año después, sus restos fueron trasladados al Santuario del Despojo en Asís. Fue reconocido por el milagro de un niño brasileño ocurrido en 2013. El pequeño sufría de trastornos digestivos importantes, con una rara anormalidad anatómica congénita del páncreas, pero la operación no se realizó. La familia y su comunidad pidieron la intercesión de Carlo para salvar a su hijo.
Su beatificación
Muchos esperaban el anuncio de la beatificación de Carlo Acutis, pero debido a la pandemia, la fecha se trasladó a octubre, como informó el Cardenal Angelo Becciu, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.
La Beatificación tendrá lugar en Asís, lugar de su entierro, el sábado 10 de octubre, en la Basílica Papal de San Francisco.
A su beatificación acudirán sus padres, un hecho realmente inusual, escribió el periodista Javier Lozano, en una entrevista con Antonia Salzano, madre de Carlo, quien aseguró que pese a sus enormes virtudes, su hijo era un niño normal y corriente que iba con sus amigos, jugaba a la Playstation y no era perfecto. Pero amaba profundamente a Dios.
(Con información de InfoVaticana y NewsVa)
Para saber…
Gracias a su pasión por la tecnología informática, Carlo Acutis creó una exposición sobre milagros eucarísticos, que viajó por todo el mundo, para contar la alegría del encuentro concreto con Jesús. «Todos nacen como originales, pero muchos mueren como fotocopias”, era el lema de Carlo que también amaba repetir: «La tristeza es la mirada dirigida hacia uno mismo, la felicidad es la mirada dirigida hacia Dios». Expresiones de una fe intensa y verdadera, saboreada en la tierra, en la plenitud de la vida de un niño de quince años con el corazón abierto a Dios. (NewsVa)