El padre Juan Manuel Orona, rector del Seminario Conciliar, y licenciado en Biblia, comparte algunas sugerencias de la Biblia para vivir mejor la Cuaresma
Ana María Ibarra
Los tres pilares que la Sagrada Escritura menciona como importantes para el tiempo de Cuaresma, son los pilares de la piedad judía que se volvieron también pilares de la espiritualidad cristiana: el ayuno, la oración y la limosna, aseguró el padre Juan Manuel Orona, licenciado en teología bíblica, al hablar de cómo la Biblia ayuda a vivir la Cuaresma.
Del evangelio de San Mateo
Basado en el evangelio de San Mateo (6, 1-18) que se leerá para iniciar esta Cuaresma, el sacerdote dejó claro que un verdadero cristiano es aquel que se esfuerza por unir estos tres aspectos de la espiritualidad cristiana.
Para el padre Juan Manuel, las palabras de Jesús iluminan a una sociedad como la nuestra, con sus luces y sus sombras, con una mentalidad consumista, materialista, donde sobresale el poderoso y el famoso, y muchos se ven envueltos en el ruido y las prisas.
“Frente a estas características, la Iglesia nos pone estas palabras de Jesús que nos invita a ir contracorriente. Nos propone como medio de santificación la oración, para no dejarnos arrastrar por el ruido, sino que busquemos la comunión con Dios”, explicó el sacerdote.
Agregó que especialmente el trabajo de los servidores de una comunidad, pastores, sacerdotes y animadores de la Iglesia o grupo, debe estar permeado por la oración.
Referente al ayuno, dijo que es una práctica que ha caído en una devaluación, ya que pocos hablan de él y muy pocos los practican.
“Jesús con su fuerza profética de Hijo de Dios nos vuelve a decir al inicio de Cuaresma que hay que vivir el ayuno. Por lo tanto, la oración y la práctica espiritual del ayuno debe descender en la caridad, es decir, el amor a Dios y el amor al hermano”, afirmó.
Y añadió: “Si estos tres pilares de la espiritualidad judío cristiana no están entrelazados, no van unidos y no son comprendidos correctamente, no desembocan en esa finalidad de amar más a Dios y al hermano”.
Actitudes correctas
El biblista explicó que en el texto de Mateo, Jesús, antes de invitarnos a la oración, ayuno y limosna (o la práctica de la justicia como también se traduce en algunas biblias), primero dice cuáles son las actitudes para vivir estos tres pilares.
“Jesús nos dice que hay que vivirlos con humildad, ponerlos en práctica con sencillez, no para ser vistos por los demás hombres, sino con un corazón limpio, con una rectitud para agradar a Dios desde una convicción interior, para transmitir el amor de Dios a los hermanos”, explicó.
Con estas actitudes se puede constatar la unión de los tres pilares, pues el ayuno y la oración deben reflejarse en las obras de amor y caridad por el necesitado, por mi familia, por los pobres, por los migrantes, por los presos.
“Hay dolor humano. Donde hay necesidad hay que acercarnos y hacer presente la misericordia de Dios, pero como dice Jesús, no para ser visto por los hombres, sino por nuestro Padre Celestial. Todo lo que hagamos y lo que nos propongamos en este camino cuaresmal sea para dar gloria a Dios y para servir a los hermanos”.
Invitación del Señor
El sacerdote explicó que en la Biblia, el ayuno cristiano es una propuesta de Jesús para hacer espacio en el corazón, en el alma y en la mente a la Palabra de Dios, para vivir según su ley.
“Por eso, además de la privación del alimento o de algo que nos gusta, el ayuno tiene una visión más amplia: ayunar de palabras ofensivas, de la indiferencia, de aquello que denigra la dignidad del hermano. Todo para hacer espacio a Dios en nuestra vida y vivir según su voluntad”, expuso.
Recordó que en el pasaje de las tentaciones, antes de su misión, Jesús es tentado y enfrenta las tentaciones con la oración.
“Jesús ya nos está marcando el camino, Él es nuestro maestro, es nuestro modelo para enfrentar las dificultades de la vida, las tentaciones que forman parte de la existencia. Tenemos que ser hombres y mujeres fuertes en oración, en amistad con Dios”, resaltó el sacerdote.
Agregó que en esta Cuaresma la invitación del Señor es buscar momentos de silencio, de recogimiento con la Palabra de Dios, con alguna devoción familiar o personal, frecuentar los sacramentos y practicar la oración comunitaria.
“Todo esto nos va a llevar, dice Jesús, a la limosna, que en realidad es la práctica de la justicia, es decir el amor al prójimo, la caridad”.
Algunas sugerencias de
la Biblia para esta Cuaresma
Para vivir esta Cuaresma el sacerdote sugirió leer los salmos, en los que se pueden encontrar oraciones para toda circunstancia y toda experiencia humana.
“Recomiendo los salmos penitenciales. El clásico es el salmo 51, pero si uno se acerca a su biblia, en el índice vienen los salmos clasificados por su tema. Por supuesto, los evangelios siempre son un alimento. Un profeta que nos habla mucho del ayuno y de la caridad es el profeta Isaías, específicamente en el capítulo 58, pero podemos leer y meditar todo el libro”, invitó el padre Juan Manuel.
El padre Juan Manuel invitó a la comunidad a aprovechar este tiempo, que es una gracia de Dios, para recomenzar nuestra vida cristiana.
“Primero démosle gracias a Dios que cada inicio de Cuaresma nos vuelve a poner frente a la experiencia de la vida de Jesús, de las primeras comunidades cristianas en esta búsqueda de hacer la voluntad de Dios”, finalizó.