Claudia Iveth Robles
“Siempre les digo a mis hijos nietos que la fe s la mejor herencia que les puedo dejar cuando yo parta de aquí”, dijo María Dolores, una mujer de 63 años que ha criado sola a sus cinco hijos y ahora atiende a sus nietos siempre con la idea de mantenerlos cerca de Jesús.
Abuela de 22 nietos, y ya hasta con 2 bisnietos, Doña Lola, como la conocen en la comunidad de Santa Cecilia, reconoció que no es lo mismo ser madre que ser abuela.
“Uno con los hijos es más enérgica, pero con los nietos… me toca enseñarles lo bueno, hay que enseñarles los valores … Y no soy de las abuelas que los consienten demasiado. Los quiero mucho, pero les enseño que deben de ser respetuosos y obedientes”, compartió la mujer, originaria de Parral pero avecindada en Ciudad Juárez desde 1984.
Doña Lola platicó que cuando decidió venirse a esta ciudad luego de su divorcio, fue muy criticada.“Me decían: ‘tus hijos van a ser unos malandros, drogadictos y buenos para nada’”, recordó.
Aún así, quiso alejarse de la difícil vida que había llevado al lado de su esposo, quien era presa de diferentes vicios y, aún temerosa e insegura, vino a la ciudad.
Por tanto que le decían las personas sobre el futuro de sus hijos, ya estando en Juárez Lola acudió a tomar pláticas de Alcohólicos Anónimos para saber cómo prevenirlos de caer en las garras de las adicciones. Y siempre platicó con ellos sobre los efectos de las drogas.
“Les van a ofrecer esto y lo otro, pero si ustedes no quieren, no lo hacen”, les advertía, siempre acompañando sus palabras con una frase que no dejó de repetirles: “agárrense de la mano de Dios”.
“Les fui enseñando la fe, siempre ir a misa, pero nunca los obligué ni los anduve forzando para que fueran… pero ellos me seguían”, afirmó.
Hoy, su insistencia con los hijos ha rendido frutos pues dos de ellos son servidores de Litirugia y una en el Coro. Pero los frutos alcanzan incluso en los nietos, a quienes sigual les inculca el amor de Dios llevándolos al Catecismo.
Reto de abuela
Uno de los retos que enfrentó doña Lola en su ser abuela, lo enfrentó con uno de sus nietos, quien al ingresar a la preparatoria empezó a cambiar y a decir que Cristo era un mito.
“Se hizo como ateo, pero yo sabía que era sólo confusión, porque hace poco fue a la Basílica y me trajo un regalo de la Virgen”, compartió la entrevistada.
Dijo que hoy recomienda a su hija no exigirle demasiado al muchacho, porque “entre más les exige uno, más buscan cosas que no son, pero si los dejas y enseñas con el ejemplo, poco a poco van encontrando a Dios”, aseguró.
Lo que Doña Lola tiene por seguro y usa como lema de vida es “Acudir primero a Dios, luego a Dios y siempre a Dios” “para poder estar cerca de Él, y que Él esté cerca de nsootros”.