Paola Moreno/ Juarez sin Corrupción
Hace días me encontraba reunida con un grupo de amigos conversando acerca de la participación ciudadana, debatíamos hasta qué punto este ejercicio era realmente regido por un interés común y no giraba en torno de un interés individual o de una minoría que busca el desagrado o la empatía de algunos actores políticos.
Actualmente en Ciudad Juárez estamos próximos a celebrar uno de los ejercicios de participación ciudadana más importantes. Estaremos eligiendo presidente municipal, diputaciones federales y locales al igual que gobernador del Estado.
Polarizaciones
En el capítulo 5 del documento “Fratelli tutti”, “La mejor política”, se mencionan algunas prácticas que observamos en estos “ejercicios” de participación ciudadana.
“En los últimos años la expresión “populismo” o “populista” ha invadido los medios de comunicación y el lenguaje en general. Así pierde el valor que podría contener y se convierte en una de las polaridades de la sociedad dividida. Esto llegó al punto de pretender clasificar a todas las personas, agrupaciones, sociedades y gobiernos a partir de una división binaria: “populista” o “no populista”. Ya no es posible que alguien opine sobre cualquier tema sin que intenten clasificarlo en uno de esos dos polos, a veces para desacreditarlo injustamente o para enaltecerlo en exceso.”
Esto será más palpable en los siguientes meses, cuando se empezarán a dividir las opiniones respecto a propuestas, obras o programas por parte de partidos politicos. Sin embargo, en nuestra labor como cristianos, debemos estar atentos y no caer en este tipo de extremos, sino al contrario, ser líderes que promuevan una buena política en beneficio de la sociedad en comun.
«Necesitamos una política que piense con visión amplia, y que lleve adelante un replanteo integral, incorporando en un diálogo interdisciplinario los diversos aspectos de la crisis»[160].
Pienso en «una sana política, capaz de reformar las instituciones, coordinarlas y dotarlas de mejores prácticas, que permitan superar presiones e inercias viciosas»”.
La participacion ciudadana como tipo de política debe estar enfocada en la verdad y la caridad, con el mejor ánimo de evaluar, realizar y observar propuestas que esten en virtud de atender las necesidades del bien común.