Presencia
El sábado 14 de noviembre de 2020, se publicó en el Periódico Oficial del estado de Chihuahua, la “Ley que Regula el Uso Obligatorio de Cubrebocas y Demás Medidas para Prevenir la Trasmisión de la Enfermedad Covid-19 en el Estado de Chihuahua”.
De acuerdo a lo expresado por legisladores, esta disposición busca prevenir que personas infectadas transmitan el virus a otras y brindar protección a quienes no están infectados.
Se informó que el documento fue aprobado con 22 votos a favor, 3 en contra y una abstención y su vigencia concluirá una vez que se decrete el cese de la emergencia sanitaria en la entidad. Ante ello la pregunta de esta semana es:
¿Qué opina de la aprobación a una ley para el estado de chihuahua que obliga el uso de cubrebocas?
El contenido de esta ley no es novedoso, puesto que la mayor parte ya se había contemplado en los diversos decretos que al efecto han emitido, tanto el gobierno federal como el estatal. Las novedades consisten en que se precisan las sanciones por no usar cubrebocas y por no acatar otras medidas preventivas que la misma ley y diversos decretos prevén, como el uso de gel anti bacterial con determinadas características.
Sin duda que esta ley surge de la buena fe de los legisladores locales para tratar de aminorar el problema pandémico, otorgando a las autoridades instrumentos legales que les permita la debida y oportuna aplicación de las medidas de seguridad e higiene que la situación de emergencia amerita.
No obstante, el trabajo legislativo encaminado a combatir la emergencia médica provocada por esta enfermedad viral no puede constreñirse a este tipo de instrumentos legales. Falta complementar este trabajo con una legislación que contemple otras estrategias distintas al simple confinamiento o “semaforización” de la actividad de las personas.
Falta que los legisladores locales, y federales también, dicho sea de paso, elaboren instrumentos legales que obliguen a las autoridades a combatir la pandemia con la menor restricción a derechos fundamentales, como la libertad de trabajo o de tránsito. El cierre permanente de actividades económicas trascendentes de nuestra ciudad ha traído como consecuencia la falta de ingreso a miles de empresas que están a punto de enfrentar compromisos económicos como los aguinaldos.
Es por eso que los contenidos de las leyes deben contemplar otras estrategias como el redireccionamiento de recursos para el fortalecimiento de los servicios de salud; intervención comunitaria para educar, informar y organizar a las comunidades con mayor incidencia de la enfermedad; inclusión de los grupos intermedios para diseñar y ejecutar políticas públicas tendientes a combatir la enfermedad, por citar algunas de las tantas estrategias que se pueden ejecutar.
El confinamiento como única estrategia no sólo resulta ineficaz, además violenta derechos fundamentales que el Estado Mexicano está obligado a proteger y garantizar. Dice el sabio Aristóteles que, en cualquier circunstancia que enfrentemos, debemos buscar el justo medio. Frente a la pandemia no podemos actuar con temeridad ni con cobardía, debemos actuar con valentía. No debemos ser indolentes e ignorar las medidas de seguridad e higiene como tampoco debemos caer en un estado de parálisis.
Desde aquí una atenta y amistosa invitación a nuestros gobernantes a encontrar ese justo medio que tenga como medida y referente a la Persona Humana y sus libertades fundamentales.
Rubén Trejo Ortega/ Abogado
Definitivamente una ley que obligará al uso de cubrebocas será de gran ayuda ante la problemática que estamos viviendo.
Cómo personal de salud considero que una ley no debería ser necesaria, pues nosotros como personas razonables deberíamos usarlo por nuestro bien y el de los demás, pero tristemente es la cultura de llevar la contra y sentirnos atacados o reprimidos al momento de que nos dicen “obligatorio”. En ese caso, automáticamente la reacción es cuestionar ¿por qué a fuerza?
Creo que lo que falta es empatía, amor propio, amor al prójimo, respeto y valor cívico para entender que una ley así sería muy positiva para la población en general.
Imelda Zandate de Burgos/ enfermera en Area Covid
Autoridad es una facultad que se da a una persona que tiene la potestad y el derecho de dirigir eficazmente a un grupo o sociedad procurando siempre el bien común y que se encarga de facilitar las actividades lícitas de esa sociedad.
Desde que los hombres se unieron en grupos para procurar su sobrevivencia, se hizo necesaria la elección de un miembro para que rigiera al grupo y lo organizara, lo guiara para la obtención de los bienes necesarios para su conservación.
Así pues, desde la más remota antigüedad, hay jefes, padres, líderes y gobiernos ocupados de esa vital actividad, aplicar leyes y normas que garanticen la sobrevivencia de sus subordinados, sus hijos, sus ciudadanos .
En las circunstancias que nos ha tocado vivir, ante la pandemia por el coronavirus, todas las autoridades están obligados a aplicar normas que garanticen la salud de todos.
Así nos han recomendado el aislamiento en casa, el lavarnos las manos frecuentemente, el usar el Cubrebocas, etcétera.
Desgraciadamente, no todos hemos atendido esas recomendaciones y ante la mortalidad de tantos y la hospitalización de muchos más, se hace necesario que nuestros gobernantes pasen de las recomendaciones a las restricciones y exigencia de obedecer esas normas para reducir la enfermedad y la muerte de nosotros mismos, nuestros familiares o conciudadanos.
Es necesario y urgente que atendamos rigurosamente esas normas, por amor a nosotros mismos y a nuestros prójimos.
Cuando las normas o leyes no son atendidas, se hace necesario aplicar sanciones o castigos, ya que por nuestra falta de conciencia y responsabilidad no hemos atendido con la simple recomendación.
Es muy importante que usemos siempre el cubrebocas y las medidas de higiene, para protección propia y de los demás.
Atendamos estas normas que nuestras autoridades han dictado. Ya hemos perdido demasiados hermanos en esta lucha, no perdamos más. Seamos responsables y obedezcamos los dictados de nuestros gobernantes, no salgámos de casa sin cubrebocas o se nos aplicará una sanción. Cuidémonos y cuidemos a los demás.
Como católicos, recordemos la ley maxima del amor de Jesús: ama a tu prójimo como a ti mismo.
María de la Asunción Gutiérrez/ Empresaria
Primero que nada hay que recordar que toda ley persigue prácticamente dos fines:
- Regular o reglar la conducta humana para una sana convivencia social y
- Proteger o procurar la protección de aquellos bienes que el grupo social considera valiosos. Y precisamente uno de esos bienes de gran estimación es la salud.
En este sentido es importante señalar que el Estado tiene el deber jurídico, no sólo moral, (de acuerdo a lo establecido en el artículo 4 o de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de salvaguardar el derecho a la salud de todos los ciudadanos. Es por ello que los poderes del Estado están obligados a ejercer acciones muy específicas al respecto, para garantizar este derecho fundamental. Una de esas acciones, en este caso para el Estado de Chihuahua, se ha determinado por parte del Titular del Ejecutivo, que sea una ley ante la ineficacia de otras medidas preventivas.
Asimismo cabe recordar que el proceso de creación de una ley o norma, es precisamente a través de los Poderes del Estado y que puede ser por medio del poder Ejecutivo, mediante acuerdos o decretos, o bien, por el Poder Legislativo, quien ex profeso tiene la tarea de crear la ley.
En el caso particular veo con agrado esta ley, porque es evidente el impacto letal que está causando este virus del Covid 19, el cual tristemente ya ha rebasado los insumos, infraestructura y al personal de salud, entonces, desde mi perspectiva, otro tipo de medidas preventivas a estas alturas difícilmente serían eficaces, máxime cuando ya se ha tenido la experiencia todo este tiempo y estamos ante una emergencia sanitaria.
De igual modo considero que se ha visto la necesidad de implementar esta medida coercitiva o coactiva, ante el desacato de muchos de los ciudadanos de respetar las medidas o acciones de salubridad para evitar la propagación de este virus, y ante ello ha tenido que entrar la fuerza del Estado.
Cabe recordar que vivimos en un Estado de Derecho y como sociedad hemos depositado la confianza en los poderes de Estado, entonces mi invitación es a confiar y con independencia de las voces encontradas, pues desafortunadamente en nuestro querido Estado de Chihuahua y principalmente en Ciudad Juárez, siguen los contagios y van a la alza los fallecimientos.
Respetemos esta ley. Si es atinada o no, eso lo sabremos en el camino. Concedámosle el beneficio de la duda para bien de todos. Considero que es mejor hacer, que no hacer. Dios nos bendiga y nos proteja.
Javier Ortiz/ Abogado/ Juez penal