Ana María Ibarra
Contentos y agradecidos con Dios, 19 internos del Centro de Reinserción Social Estatal (CERESO) número tres recibieron los sacramentos de iniciación cristiana impartidos por el obispo, don J. Guadalupe Torres Campos.
La celebración se llevó a cabo el pasado jueves 28 de septiembre en la capilla del área de hombres.
Bautismo y Confirmación
Después de meses de preparación, 19 reos de distintas edades y áreas del penal se congregaron en la capilla para recibir los sacramentos.
Previo a la celebración, el obispo y los sacerdotes Jorge Pablo Lozano e Istibal Valenzuela, impartieron el sacramento de la Reconciliación a quien lo necesitaba. Mientras tanto, el equipo de Pastoral Penitenciaria preparaba el recinto.
Los catecúmenos recibieron una pieza blanca para cubrir el gris de sus ropas y con ello realzar la importancia y la dignidad de los sacramentos que recibirían.
Al recinto llegaron más de 60 reos, quienes fueron a atestiguar ese importante momento.
“Señor, hazme justicia, defiende mi causa”, fue el estribillo del canto de entrada interpretado por el coro conformado también por reos.
Al inicio de la celebración, el obispo ofreció la Eucaristía por cada uno de los asistentes y recordó al padre Gilberto Pérez, fallecido recientemente y quien era responsable de la Pastoral Penitenciaria.
Después de la liturgia de la Palabra, el equipo de Pastoral Penitenciaria presentó al obispo a los catecúmenos pidiendo al obispo fueran configurados con Cristo a través del agua y del Espíritu con el Bautismo y la Confirmación.
Seguir a Jesús
“Estoy sediento del Dios que da la vida”, resaltó el obispo estas palabras del Salmo, añadiendo que en la vida cotidiana muchos necesitan del Agua de la Vida.
“Me da gusto que me digan que están preparados para los sacramentos de la vida, dejar atrás la esclavitud. Todos tenemos nuestro éxodo y estamos invitados a volver a Dios y tomar el camino”, expresó el obispo.
Añadió que todo cristiano, bautizado, confirmado y alimentado del Cuerpo y la Sangre de Cristo está llamado a ser configurado con Cristo.
“Dios los ama y ese amor lo experimentan en medio de las circunstancias. La invitación es a seguir a Jesús, ser misioneros, discípulos, predicar el evangelio con su Palabra, haciendo el bien en la vida impulsados por el Espíritu Santo. Los felicito por haberse preparado para este momento. Sigan adelante en su fe”, dijo a quienes recibieron los sacramentos.
Después de la homilía fueron impartidos lo sacramentos del Bautismo y la Confirmación. En la hora de la Comunión, primero pasaron aquellos que recibirían la Eucaristía por primera vez.
En frases
“Ya era católico, pero no me había acercado tanto a Dios. Hace 8 meses que empecé a acercarme a la formación. Buscaba un aliciente para llevar aquí este proceso. Me ayudó mucho la Palabra de Dios y ahora con la Confirmación me siento preparado para lo que venga”.
Mario, 50 años de edad. Un año y dos meses en el penal. Recibió la Confirmación.
«Mi mamá nos hacía ir a la Iglesia cuando éramos niños, pero no le prestaba atención. Cuando llegué aquí, fue una oportunidad para reconciliarme. Recordaba mucho las palabras de mi mamá y mi papá que me acercara a Dios, que eso me iba a dar fortaleza. Hoy me siento muy feliz y con muchísima tranquilidad”.
Jesús, 26 años de edad. Cuatro meses en el penal. Recibió la Eucaristía y la Confirmación.
“Siempre he sido católico. Me enteré de que aquí hay gente de la Iglesia Católica, porque en el área donde me encuentro hay de otra religión. Me empecé a acercar y se dio la oportunidad de recibir los sacramentos. Esto me fortalece mucho porque me confirma mi fe hacia Dios”.
Manuel, 30 años de edad. Dos años y 7 meses en el penal. Recibió la Confirmación.
Habilitan otra capilla para evangelización
Al final de la misa, Víctor, interno quien coordina la preparación para los sacramentos en el CERESO, agradeció al obispo su presencia y le compartió la noticia de que en el área 5 se está construyendo una capilla para llevar a cabo la misión de evangelizar.
“Esta construcción era unas tapias y se llevaban a cabo ahí algunas actividades alejadas del Reino de Dios, pero con la ayuda de bienhechores y de los mismos reos la hemos ido arreglando”, expuso.
Explicó que la capilla tiene capacidad para 60 personas, y por el momento cuenta con once bancas elaboradas por los mismos reos y una cruz grande de madera con un Cristo elaborado con jabón de barra.
“Falta equipo de sonido, muebles de baño y libros para la vida espiritual. En el mes de julio el padre Gilberto bendijo e inauguró la capilla”, agregó.
Víctor invitó al obispo a visitar la capilla Jesús de Nazareth, nombre que se le ha dado.
“Felicidades por todo el trabajo. La intención es formar un equipo de sacerdotes que se sumen a esta labor de Pastoral Penitenciaria. Felicito a quienes han recibido los sacramentos”, dijo el obispo al finalizar el encuentro.