- La educación a distancia requiere un mayor compromiso de todos, asegura doctora en educación y explica cómo padres, maestros y alumnos pueden superar los desafíos del regreso a clases en medio de la Pandemia por Covid 19
Presencia
Muchas son las inquietudes que existen en la actualidad ante el retorno a clases para el ciclo escolar 2020-2021 de una manera virtual.
Las condiciones sanitarias actuales, debido a la Pandemia del Covid 19 no han permitido hasta hoy la posibilidad de que los menores regresen a clases de forma presencial, por lo que el gobierno federal y los gobiernos locales ya han dado a conocer los esquemas que se utilizarán para generar el aprendizaje en este ciclo, ya sea en los niveles básicos, como en los superiores.
Lo que es cierto es que, como dice la maestra Yeshica Márquez, doctora en educación, quien concedió una entrevista a Periódico Presencia a propósito del ya muy próximo retorno a clases de modo virtual, este nuevo ciclo, con una nueva modalidad, “requiere de un mayor compromiso de todos los agentes: docentes, padres y alumnos”.
Presentamos las reflexiones de esta experta en torno a lo que se avecina a partir del 24 de agosto, cuando los alumnos de nivel básico (Preescolar, Primaria y secundaria), regresan a clases.
La doctora Márquez es licenciada en educación por la Universidad de Texas en El Paso,
tiene una maestría en administración de instituciones educativas por el Instituto Tecnologico de Monterrey, un doctorado en educación por la Atlantic International University y actualmente cursa un segundo doctorado en la Universidad Pedagógica Nacional en el Estado de Chihuahua.
Aquí la entrevista:
¿Qué es lo que más preocupa a los expertos en educación en el tema de regreso a clases en medio de la pandemia del Covid 19?
Existen varios factores de preocupación sobre el regreso a clases de manera remota, es decir, con clases en línea. A nivel docente, se requiere del dominio de plataformas educativas que logren una interacción remota con el estudiante, además de una planeación didáctica innovadora que capte el interés del estudiante a la distancia. No se trata solo de abrir un micrófono y transmitir un contenido a través de este, la labor docente conlleva la planificación cuidada de los contenidos, estrategias, actividades y herramientas tecnológicas que se emplearán en el proceso de enseñanza-aprendizaje remoto. Sin embargo, preocupa también la parte del alumnado, pues no todos tienen acceso a una computadora, a una televisión, a la Internet o bien, dentro de su hogar existen barreras que van desde la infraestructura tecnológica hasta cuestiones familiares que impiden que el aprendizaje se dé.
¿Cuáles son los principales retos que se enfrentarán en la educación de los menores al volver a clases No presenciales debido a la pandemia? (si puede mencionar retos para maestros, padres y los propios alumnos)
El reto es colaborativo. Centrándonos en la modalidad en línea, los docentes tienen la obligación de preparar sus sesiones remotas, a fin de despertar el interés de los infantes pues la educación a la distancia no es aburrida y de manejarse adecuadamente, el aprendizaje es factible. Los profesores pueden hacer uso de la gamificación, vídeos educativos, pizarras interactivas, etc. Hay un mundo tecnológico fascinante que acompañado de la pericia del docente, generan clases remotas atractivas y efectivas para los NNA (niñas, niños y adolescentes). Por otra parte, los NNA deberán aprender a manipular las plataformas educativas, pues aunque se cree erróneamente que esta generación “ trae el chip integrado”, muchos carecen de conocimiento sobre el uso y manejo de las plataformas educativas, lo cual deberán de aprender y comprometerse a estar atentos y participativos en su clase remota, respetando las reglas de participación que su docente le indique, pues un factor de distracción constante en las clases remotas en educación básica es el hecho de que los NNA no siguen reglas. Un ejemplo de esto es que dejan sus micrófonos abiertos y el ruido propio de los hogares es una barrera en la comunicación efectiva, otros abren el micrófono para preguntar repetidamente lo que se acaba de plantear y que no deja avanzar al docente, en menos de 10 minutos los niños preguntan: ¿qué página? ¿qué vamos a hacer? ¿qué estamos viendo? Esto puede ser un indicador de que están distraídos en casa, que la clase remota puede no ser de su interés o que prefieren estar jugando o usando el chat de la clase que poniendo atención.
Es en este momento que, de contar con un padre, madre o tutor en casa, se debe de apoyar al docente. Se entiende que el trabajo del maestro/a es enseñar lo referente a contenidos de las áreas disciplinares y a la vez apoyar a la educación en valores, pero el comportamiento y los modales, vienen de casa por lo que se pide que, de serles posible, estén atentos durante la clase, a fin de asegurar que el NNA sigan las instrucciones del docente.
La SEP ya ha dado a conocer el sistema en que sera el retorno. ¿Qué opina de este esquema que incluye también la televisión abierta?
Considero que si las oportunidades de la familia no permiten el conectarse a una clase remota sincrónica, a través de un ordenador, la televisión abierta puede ser una buena opción, si se complementa con la guía de un padre, madre o tutor. Se sabe que en algunos hogares los padres no cuentan con escolaridad básica pero se espera que los contenidos impartidos a través de la televisión abierta, sean claros, entendibles y atractivos, de tal forma que no sólo los NNA puedan entenderlos, sino también sus padres o tutores. Además, se contará con el apoyo de los docentes para la aclaración de dudas sobre los temas vistos. Es necesario recordar que lo que se busca es garantizar la cobertura a todos aquellos NNA en edad escolar, para que sus estudios no se vean truncados, pero es un esfuerzo multidireccional (Docentes, Padres y Alumnos).
Hay muchas inquietudes tanto de docentes como de los padres –no tanto quizá de los alumnos-, ¿A cuáles debería ponerse más atención y por qué?
Todas las inquietudes son importantes, nadie es más importante que otro. Los docentes plantean sus preguntas desde su experiencia frente a grupos remotos, con conocimiento de las capacidades y habilidades de cada uno de sus estudiantes e incluso desde sus propias competencias. Por otra parte, los padres tienen sus inquietudes particulares que van desde el tener que trabajar y no poder acompañar a sus hijos en este proceso, no tener el acceso a la Internet o televisión o bien carecer de los conocimientos disciplinares para resolver las dudas que sus hijos presenten en algún tema.
Una de las inquietudes o planteamientos que se han escuchado de los padres es que si se va a llevar este esquema, es mejor no “inscribir” a los niños, sino esperar hasta que haya clases presenciales. ¿Qué opina de esto?
En lo personal estoy en desacuerdo con esta percepción. Una de las competencias que se busca en el alumnado, es el ser autodidacta y que manejen las TIC´s ( tecnología de información y comunicación), ya que los nuevos modelos educativos están basados en el alumno, como actor principal, es éste quien debe de desarrollar habilidades de investigación, reflexión, crítica, selección, entre otras, que le permitan aprender a aprender. Se pudiera pensar que estas competencias son para universitarios, sin embargo, se van desarrollando de forma nata y después de manera formal en el aula. Recordemos que desde niños el sentido del descubrimiento, exploración e investigación se dan de manera natural al buscar solución ante las interrogantes que se plantean en esta edad. Posteriormente con la guía del profesor (a) se van descubriendo nuevas cosas que permiten tender hacia un pensamiento más complejo y crítico. Por lo anterior, y como opinión personal, considero que debemos permitir que nuestros hijos(as) continúen con esta experiencia de educación remota, donde segura estoy aprenderán algo valioso, al menos puedo garantizar que sabrán como utilizar la tecnología para fines educativos y no solo recreativos.
Algo más que desee agregar
Sí, la educación a distancia requiere de un mayor compromiso de todos los agentes. Los docentes no tenemos físicamente a los alumnos para poder valorar por medio de sus reacciones y comportamientos en el aula, si se está o no aprendiendo. Necesitamos del apoyo de los padres de familia o tutores, quienes pueden servir como termómetro e indicarnos si se están logrando los objetivos de aprendizaje, manteniendo una comunicación directa, respetuosa y continua con el profesorado para indicarnos dudas o dificultades en este proceso. Finalmente, requerimos del compromiso del estudiantado ante su proceso de aprendizaje en casa.