Testimonios de madres de familia que comparten lo difícil que ha sido para ellas llevar a cabo su rol en el confinamiento a causa de la pandemia por Covid 19.
Ana María Ibarra
Pese a lo complicado que fue en los primeros meses compaginar maternidad y trabajo, madres de familia compartieron con Presencia sus experiencias en medio de la pandemia.
Reconocieron que en medio del dolor de la situación y el estrés que pudieran sentir, han recibido grandes enseñanzas, tanto en lo personal, como en lo familiar.
Separada de su hijo
Madre de un niño de ocho años y una niña de un año con ocho meses, Lizette se vio obligada por la pandemia a separarse de su hijo, lo cual fue muy doloroso.
Lizette es mamá soltera y empleada del Instituto Mexicano del Seguro Social con un horario de siete de la mañana a tres de la tarde, por lo que, antes de la pandemia llevaba a su hijo a la primaria y a la pequeña la dejaba en guardería.
La entrevistada recordó que con el cierre de las escuelas y guarderías sus hijos debieron quedarse en casa y en su trabajo únicamente le dieron un permiso de algunos meses para estar con ellos.
“La guardería, gracias a Dios, la abrieron y no he batallado, la llevo todos los días”, compartió Lizette sobre su hija menor.
Pero la situación con su hijo ha sido distinta, pues tuvo que buscar opciones y que alguien más cuidara de él.
“Me lo cuida su abuelita paterna, mis papás, o su papá cuando no trabaja e incluso la pareja de él. Desde agosto a la fecha estoy trabajando, la niña y yo estamos en casa, a mi hijo no lo veo de lunes a viernes, voy por él el fin de semana, procuro ir un día entre semana a verlo, todos los días hablo le hablo por teléfono, se me complica el traslado diario”, explicó.
Impacto emocional
Señaló que al inicio de la pandemia fue complicado atender la escuela de su hijo en casa, además de atender a la bebé en ese entonces de seis meses y las actividades de la casa.
“Ahora que no está conmigo le hago videollamadas para que esté listo para sus clases, saber si le encargaron tarea y todo lo que sea necesario para ayudarlo con sus trabajos, me mandan las fotos de las tareas y me corresponde enviarlo a la maestra. Cuando regresa debo revisar que lleve todo lo necesario”, relató.
Resaltó que estar alejada de su hijo les afecta a ambos en la cuestión emocional.
“Me siento triste cuando me pregunta con quién le toca irse esa semana. O cuándo pasará más tiempo conmigo. Incluso en las vacaciones de Semana Santa pensó que estaríamos juntos, pero yo tenía que seguir trabajando. Me duele cuando me pregunta eso. Le explico y entiende, pero es muy triste”.
Por lo anterior, Lizette busca realizar distintas actividades con su hijo los días que están juntos para darle el tiempo de calidad que necesita.
“Le digo que cuando abran la escuela él regresará conmigo y lo entiende. En este tiempo he logrado valorar el tiempo con mi hijo. El poco tiempo que estamos juntos lo aprovecho”, reiteró.
Importancia de la fe
Lo más difícil que como mamá ha experimentado Cynthia Vargas es ayudar a sus hijos con la escuela.
“Ahora hay que trabajar más con los niños en la escuela, no sólo revisar la tarea sino también estar al pendiente de la clase”, señaló.
Para la madre de familia, el no poder ver a los familiares complica la situación.
“Ha pasado mucho tiempo, mis hijos extrañan a sus primos, a sus tíos, les afecta estar encerrados”, dijo.
La labor de madre de Cynthia no se limita al hogar, pues, aunque cuenta con el apoyo de su esposo, con quien coordina una comunidad de matrimonios del MFC, ella tiene que salir a trabajar para sostener el hogar.
“Tengo un trabajo de medio tiempo y en la casa vendo comida, ya que con la pandemia dejé mi trabajo anterior porque no tenía quien cuidara a los niños. No tenemos Internet en la casa y hay que poner saldo al teléfono para que puedan estar en clases, aunque es sólo una hora hay que estar ahí”.
Cynthia sufrió depresión y ansiedad, e incluso en su familia enfrentaron la enfermedad Covid “pero Dios estuvo con nosotros y la enfermedad pasó pronto”, dijo la entrevistada.
Una de las enseñanzas que le deja esta situación como mamá, es tener más fe en Dios y aprovechar el tiempo de convivencia familiar.
“He aprendido a aprovechar el tiempo con mis hijos y mi esposo. Invito a las madres de familia a confiar en Dios”, finalizó.
Momento de valorar
Sayra Sifuentes tiene dos hijos de 10 y 14 años y lo que más se le ha dificultado es el apoyar a sus hijas con la escuela, pues ella tiene que salir a trabajar y las jovencitas se quedan solas en casa.
“Al principio de la pandemia estuvimos viviendo en casa de los abuelos, pero me quedaba muy retirado de mi trabajo y tuvimos que regresar a la casa. Se quedan con la indicación de no abrir la puerta a nadie y cualquier cosa que se requiera me marquen. Durante el día las llamo para saber cómo están”, compartió.
La entrevistada agregó que antes de ir a trabajar deja preparado el desayuno y la comida para que sus hijas no utilicen la estufa y puedan calentar en el microondas.
“En cuanto a la escuela, me he enfocado más en la pequeña de primaria. Se nos ha hecho difícil porque hay temas que la niña no entiende y tengo que investigar en el internet con tutoriales para explicarle. Tuve que realizar también gastos extras pagando tutorías para la niña y realicé una inversión en ipad para cada una”.
Valorar lo que poseen como familia, es parte del aprendizaje que Sayra recibió en esta pandemia.
“A veces queremos tener cosas que no son indispensables, ahora la economía está muy difícil y es momento de valorar”.
Sayra, quien forma parte de un grupo parroquial de Madres Responsables del MFC, dijo que pertenecer a este movimiento le ha ayudado a sobre llevar los momentos complicados que atraviesa como madre de familia y es algo que busca trasmitir a sus hijas.
“Les digo que cuiden sus cosas, que valoren. Ellas han aprendido a valorar lo que les he dado, quizá antes no, pero ahora ven el esfuerzo que hago. Participar en el grupo me ha dado más formación para el trato con mis hijas”, compartió.
Frases…
“Es muy difícil para una mamá que trabaja atender a los hijos, tiene uno que llegar a realizar tareas de la casa, pero los hijos necesitan tiempo de nosotros. Es importante dedicarles tiempo”.
Lizette
“He aprendido a aprovechar el tiempo con mis hijos y mi esposo. Invito a las madres de familia a confiar en Dios”.
Cynthia
“A veces queremos tener cosas que no son indispensables, ahora la economía está muy difícil y es momento de valorar”
Sayra