Diana Adriano
En un evento marcado por la fe y la esperanza, el pasado 12 de octubre el grupo ‘Camino al Cielo-Enfermos unidos en Oración’, celebró su XXII Encuentro de enfermos en el Santuario de San Lorenzo.
La jornada fue inaugurada con una solemne celebración Eucarística presidida por el obispo José Guadalupe Torres Campos, quien estuvo acompañado por el padre Felipe Juárez, asesor de la Pastoral de la Salud.
Bajo el lema “No hay nada que las manos de Dios no puedan sanar” (Salmo 147,3), el encuentro reunió a decenas de participantes, muchos de ellos con dolencias físicas y espirituales, quienes se unieron en oración ofreciendo sus padecimientos a Dios.
El encuentro no solo fue un espacio para compartir sus cargas, sino también para fortalecer su fe en medio del sufrimiento, confiando en la providencia divina.
Fe y amor
En su homilía, monseñor Torres enfatizó que la Salvación no proviene de una obediencia estricta y legalista de las normas, sino que está profundamente vinculada a la fe en Cristo y al amor, tanto a Dios como al prójimo.
Destacó que la verdadera esencia de la vida cristiana radica en ese equilibrio entre creer y amar, lo cual abre el camino a la Vida Eterna.
El obispo dirigió unas palabras especialmente a los enfermos, reconociendo el esfuerzo que muchos hicieron para estar presentes en el Encuentro, así como a quienes los acompañaron.
“El enfermo sufre la enfermedad, se cansa y a veces se desespera, y eso es normal, somos humanos”, reconoció.
Extendiendo su oración por los enfermos que desde sus hogares se unieron espiritualmente a la celebración y por los enfermos de todo el mundo, Don Guadalupe destacó el acto de ofrecer el sufrimiento a Dios como un signo de confianza y devoción.
“Yo ofrezco mi enfermedad a Cristo por mi salvación y por los demás”, dijo.
Dirigiéndose con especial cariño a los presentes, expresó: «Ustedes, queridos hermanos enfermos, son muy valiosos. Hacen una labor misionera extraordinaria en la Iglesia porque desde su enfermedad ofrecen su vida, oran, se consagran a Dios.»
Recibieron unción
Los asistentes tuvieron la oportunidad de recibir el sacramento de la Unción de los Enfermos, un momento especial en el que se les brindó consuelo espiritual y fortaleza para sobrellevar sus padecimientos.
Este año, sin embargo, se decidió omitir el sacramento de la Confesión durante el evento. Ante esta situación, se solicitó a los asistentes que acudieran previamente confesados, para poder participar plenamente de las gracias de este encuentro.