Presencia
Desde el inicio de su Pontificado hasta el final, el papa Francisco ha dejado innumerables imágenes para la historia, tanto en sus audiencias, encuentros, viajes y en acontecimientos especiales que encabezó durante 12 años.
Hoy que Francisco ha dejado este mundo terrenal destacamos el mensaje que dejó a Ciudad Juárez, uno de los puntos que marcaron la agenda del Santo Padre, quien, conmovido por el dolor que esta comunidad vivió en los años previos a su llegada, vino a dar un mensaje de aliento, pero también a dejar encomiendas específicas para reflexionar y actuar.
42 kilómetros
Recordamos primeramente el recorrido. Fueron 42 kilómetros de misericordia y esperanza los que avanzó el Papa Francisco por las calles y avenidas de Ciudad Juárez el 17 de febrero de 2016.
La ruta incluyó cuatro puntos a partir del Aeropuerto Internacional Abraham González, con parada en los eventos que el Santo Padre quiso realizar en esta ciudad para hacer presente su atención a sectores que él mismo llamó “periferias existenciales”: presos, migrantes, trabajadores y víctimas de la violencia.
El recorrido del Papa Francisco en su visita a Ciudad Juárez lo hizo en el papamóvil, en el cual viajó siempre acompañando por su asistente y por el obispo don J Guadalupe Torres Campos.
- Recepción
En el Aeropuerto Internacional Abraham González le dieron la bienvenida 5 mil niños monaguillos de las parroquias de la diócesis local.
- Encuentro con presos
En el CE.RE.SO Estatal no. 3 el papa ingresó en el Papamóvil. Saludó a familiares directos de algunos presos y fue recibido por el entonces asesor de la Pastoral Penitenciaria, padre Alberto Meléndez. En la capilla del Cereso hizo una oración con agentes de la Pastoral Penitenciaria y empleados del penal.
En esta capilla dejó un regalo: una imagen de Cristo de Cristal, y dijo estas palabras:
Buenos días
Les agradezco su presencia aquí, les agradezco todo el bien que hacen aquí.
Mil maneras de hacer bien que no se ve, ustedes se van a encontrar con mucha fragilidad. Por eso quise traer esta imagen de lo más frágil, el cristal es lo más frágil, se rompe enseguida, Y Cristo en la cruz es la fragilidad más grande de la humanidad. Sin embargo, con esa fragilidad nos salva, nos ayuda, nos hace andar adelante, nos abrió las puertas de la esperanza.
Deseo que cada uno de ustedes con la bendición de la Virgen y contemplando la fragilidad de Cristo que se hizo pecado, se hizo muerte para salvarnos, sepan sembrar semillas de esperanza y de resurrección.
Después fue al patio del Penal y se encontró con los presos, escuchó a la interna Évila Quintana, al obispo de Ciudad Juárez, un representante de la Pastoral Penitenciaria y al final dio su mensaje.
- Encuentro con el mundo del trabajo.
En el Gimnasio del Colegio de Bachilleres del Estado de Chihuahua hizo un recorrido sobre la duela, en un carrito de golf. Estaba presente monseñor Jorge Alberto Cavazos Arizpe, asesor de la Pastoral de Trabajo en la Conferencia del Episcopado Mexicano, y una familia obrera. Escuchó algunas palabras de ellos y después dirigió su mensaje.
- Comida y descanso
En el Seminario Conciliar llegó a comer y a descansar, y por supuesto, a saludar a la comunidad de seminaristas y formadores. Luego de su descanso visitó la capilla central, donde saludó a la Virgen de Guadalupe. De ahí, el papa viajó rumbo a El Punto, a un costado del Estadio Benito Juárez.
- Misa multitudinaria
En El Punto, ante más de 200 mil personas el Papa celebró una misa. Antes pasó en el papa móvil al Estadio Olímpico Benito Juárez, donde miles lo esperaban para saludarlo de lejos.
En la misa se designó un área especial para grupos de personas con quienes el Papa Francisco quiso un encontrarse: migrantes, personas con capacidades diferentes, enfermos y víctimas de la violencia.
Antes de la misa, el Papa Francisco se dirigió en papamóvil hasta un punto cercano de la línea divisoria entre México y Estados Unidos, para hacer una ofrenda floral y orar por los migrantes fallecidos y por aquellos que cruzan o intentan cruzar la frontera en este fenómeno mundial de la movilidad humana. Al lugar donde está la cruz (que aún permenece en el mismo sitio), el papa subió junto al obispo don Guadalupe y una servidora. Del otro lado de la frontera, cientos de paseños pudieron saludar al papa de lejos y recibir el saludo de vuelta, en un momento que sin duda quedó grabado para la posteridad en el corazón de la comunidad fronteriza.
- Despedida
Después de la misa el papamóvil llevó a Francisco al Aeropuerto Internacional Abraham González, de donde se despidió de Ciudad Juárez y de México. En ese evento estuvieron autoridades civiles del país, dado que se trataba del último evento del Papa Francisco en su visita apostólica. De Juárez, viajó de regreso a Roma.